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Taehyung

Me despertó esa horrible pesadilla tanteo a mi lado con una de mis manos y siento el cuerpo tibio de Anne, el dolor de cabeza llega minutos despues junto con la preocupación del trabajo acumulado, todo por jugar al hombre de familia, y me preguntaba si todo esto ha valido la pena, me levante y me quede sentado al borde de la cama esperando que eso disminuyera el terrible dolor de cabeza, al ver que no lo lograba me di por vencido y me dirigí a la ducha

La ducha la tomé con calma, permitiéndome sentir el agua tibia recorrer cada parte de la piel que tocaba, cerré los ojos tratando de disfrutar la ducha, dejando que él agua se llevara no sólo el dolor que martillaba la cabeza si no también los recuerdos de la horrible pesadilla, esa que llevaba tiempo torturandome, minutos después el agua se volvió tan fría como los recuerdos que me torturaban, la sensación de hielo instalándose en mi alma, repentinamente las palabras que Jimin me había dicho habían vuelto a mi como puñaladas, "No haré nada, me quedare quieto viendo como tu solo cabas tu propia tumba, y cuando Anne se de cuenta de tu estúpido jueguito, ella misma te enterrara en ella", el estúpido juego en el que también el participó, y yo gane, tenía a la chica, la amaba y ella me amaba también ¿no?, no me dejaría, no era como ella, Anne no me dejaría.

Salí de la ducha y me vesti, porque quería llegar temprano a la oficina y avanzar en algunos casos que tenia, iba a avisarle a Anne que regresaría tarde pero la vi tan plácidamente dormida que no quise molestarle, sali de casa para tomar un poco de aire antes de ir a la oficina, sintiendo la brisa fresca de la mañana, saque de uno de mis bolsillos la cajetilla de cigarros y encendí uno, el humo llenaba mis pulmones, nuevamente las palabras de Namjoon hacian eco en mi mente, el dolor en el pecho se hacia presente también, no sabía cuantos tiempo llevaba ahí parado ¿una hora? ¿Dos?, ni cuantos cigarrillos había fumado, solo sé que fue Anne y el sonido de la puerta cerrándose lo que me hizo salir del mar turbulento de pensamientos en el que me había estado ahogando todo ese tiempo, las palabras incesantes que me hacían recordar el porqué inicie todo esto, y porqué terminaría.
No la podía perder a ella también, no la quiero perder.

Anne salió de prisa de la casa, tan distraída que no noto mi presencia, iba a algún lugar, se veía hermosa, algo dentro de mi se retorcia cada vez que imaginaba que iría detrás de Park.
No iría ahí, ya estábamos casados Anne no faltaría a sus votos, no era como yo, ella no miente, ni engaña, ¿es engaño si va a verle a él?.

—¿Vas a algún lugar cielo?. —Pregunte provocandole un gran susto.

—Mierda Tae, me asustaste. —Se quejo llevando una mano para sostenerce el pecho, mirándome confundida.

Se veía nerviosa, intranquila, sospechosa.
¿A donde vas Anne?.

—¿Que haces aquí? Creí que ya estabas en el trabajo. —Pregunto.

—Decidí fumar un cigarrillo antes de irme, ya sabes por el humo, no quiero que el auto quede con el olor a este. —Dije enseñando el cigarrillo que tenia entre mis dedos.

—¿Cuantos cigarrillos llevas?. —Pregunto.

Perdí la cuenta después del cuarto cigarrillo.

—¿A donde ibas Anne?.

—Ah si. Iré a ver a Cloe. —Mintió, pero porque mentía, ¿a quien vería?.

—¿A Cloe?. Pregunte nuevamente.

—Si.

—Vamos te llevare. —Ofrecí llevarla y apague el cigarrillo que tenia entre mis dedos.

—No, no es necesario, puedo ir sola. —Dijo negándose.

—¿Estas segura?.

—Si. —Dijo y se acercó a dejar un beso corto en mi mejilla.

—Conduce con cuidado, te veo por la noche. —Me despedí, para dejarla ir, aunque no quería.

SavageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora