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De vez en cuando me acercaba a la ventana de mi oficina para ver hacia afuera y comprobar si Jungkook seguía ahí y le veía parado, recargado en su moto con en celular en la mano, era extraño, había dicho que esperaría pero no pensé que seria así tan literal, más bien pensé que iría algún lugar y luego regresaría, pero no, se había quedado ahí afuera esperando.
Que extraño es este chico.

Ya había volteado al reloj que estaba en el escritorio por novena vez, para ver la hora otra vez, pero aunque a mi se me hacía eterno los minutos, aún faltaba media hora para mi salida, quería irme porque quería saber que era tan importante como para que Jungkook estuviera ahí todo el rato. Era extraño apenas le conocía y ya pero sentía que podía confiar en el, tal vez era por ser amigo de Jimin o vete tu a saber por qué, pero me daba la sensación de que era alguien de confiar.

A las 7:00 PM en punto yo ya estaba apagando el ordenador, para salir lo antes posible, termine de archivar las carpetas, me di un vistazo en el espejo simplemente para comprobar que no tenía nada en la cara y después salí corriendo hasta llegar al elevador, entre y apreté el botón que lleva al primer piso como loca, en lo que el elevador llegaba a su destino intenté relajar mi respiración lo más que pude, no quería que Jungkook me viera agitada, al salir de elevador camine a paso moderado y como si nada pasara, pero cuando llegue a la puerta de salida y le vi ahí enfrente de la acera esperando volví a ponerme nerviosa, inhale profundo y camine hacia donde el estaba.

—¿Nos vamos? Pregunto al verme llegar a su lado.

—¿Eh? No es necesario que me lleves.

—Yo creo que si, sube. —Dijo dándome el casco nuevamente y subiéndose primero el.

Me subí de nueva cuenta a la motocicleta y el arranco, era tan raro porque no sabía dónde poner las manos para sortenerme, asi que decidi ponerlas en su cintura, el aire estaba frío y yo no llevaba abrigo, empecé a tiritar de frío y JungKook pareció darse cuenta porque fue ralentizando el avance de la moto y cuando paro por completo, se quito su chaqueta de piel y me la paso, no dude en ponérmela, pero solo fue por el frío, si, por el frío...

La chaqueta era de piel y aún así amortiguaba bien el frío, y tenía su aroma, olía delicioso, pensaba si estaría bien preguntarle que fragancia usa, se la podría comprar a Jimin o a mi. 

Junkook pidió indicaciones para llegar a mi casa y yo se las había dado, pero paro en una tienda de conveniencia, pidió que entraramos, le seguí de cerca pero en silenció.
Ya eran las 8:00 PM cuando llegamos a mi departamento, el estacionó y yo baje rápidamente, iba a quitarme la chaqueta para devolvérselo pero me detuvo.

—Aquí no, esta helando, vamos adentro. —Solo asentí y camine hacia dentro, el me seguía el paso.
Intente abrir la puerta de entrada pero por los nervios puse mal el código de acceso, repetí la acción y esta vez si se abrió el cerrojo, y que bueno por que no traía la llaves conmigo, empuje y entre, Jungkook se quedó ahí, esperando que le invite supose porque no se movía.

—Por favor entra. —Dije y el enseguida empezó a caminar hacia adentro, le señale la sala de estar y se sentó en uno de los sillones, no pude evitar pensar en lo distinto que era de Tae y Jimin que se paseaban por aquí como si fuera su casa.

—Cenaremos aquí. —Dijo sacando las compras y dejándolas encima de la mesita  de té frente a él sillón más largo.

—Okay... Traeré platos. —Dije y lo deje solo para ir por lo necesario y tal vez a verme en el espejo una vez más, solo para comprobar que no tenía algo en la cara.
Si solo para eso.

—Esta deliciosa, no había probado esta bebida nunca. —Dije dando otro trago a la bebida que me había traído Jungkook.

—Es Kombucha de limón, solo había dos, están agotados. —Dijo sonriendo.

SavageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora