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Abrí las cortinas de la habitación con la esperanza de que la luz de la luna iluminará un poco, Jungkook no estaba, y el estar sola en ese lugar me daba un poco de miedo, salí de la habitación y note que el resto de la casa también se encontraba en completa oscuridad, busque por el lugar y no había señales de Jungkook excepto que en la cocina había una nota que decía que salió a correr. Solo el salía a correr a las cuatro de la madrugada y en ese lugar tan solitario, solo Jeon Jungkook. Al ver la nota regrese a la habitación y abrí la ventana para que corriera el aire, luego me acosté para esperarlo pero me quede dormida.

—Anne, Anne, despierta hice el desayuno. —Me despertó Jungkook moviéndome con cuidado del hombro.

—Que hora es. —Pregunte al sentarme en la cama, pero deducia que era tarde por la luz del sol que entraba por la ventana.

—Son la diez Anne.

—Por dejaste que durmiera tanto Jungkook. Oh ¿A que hora regresaste?.

—Solo entrene un poco, pero como vi que seguías dormida no quise despertate. Regrese a las seis.

—Entrenas mucho.

—Tengo una pelea por la noche. Tengo que entrenar.

—Oh iremos a Seúl. —Dije emocionada por la noticia. —Donde estamos Jungkook.

Bufo.

—Estamos Ansan Anne, más bien a las afueras de Ansan.

—Oh. Creí que estábamos más lejos.

—Vamos a desayunar si. —Pidio Jungkook.

Bajamos a desayunar y todo el tiempo Jungkook estuvo serio, al parecer se le habían acabado las razones por las cuales no debía casarme.

—Que pasa JK. —Pregunte.

—En unos días te casaras, te iras a vivir con Taehyung, el criara a mi hijo como si fuese suyo, ambos vivirán una vida feliz al lado de Taehyung y se olvidarán de mi. —Dijo triste.

—No me olvidaré de ti Jungkook, aun podríamos ser amigos. —Le comenté sonriendo para animarle.

—Yo no quiero ser tu amigo Anne, jamas podría serlo. Te quiero Anne, Quiero ser yo a quien elijas.

—Jungkook no empecemos otra vez. —Le pedí.

—¡Y Cuando Anne! —Dijo alterado. ¿Cuando es buen momento para hablar?.

—No se. —Dije bajito.

—Anne.

—Encontrarás a alguien más Jungkook.

—No quiero a alguien más, te quiero a ti, a mi hijo.

—Creí que ya no querías saber nada de este bebe. —Dije confundida ante su actitud.

—¿De que hablas? Claro que si, quiero estar en su vida, quiero ser su padre, lo sabias, te lo dije. —Dijo extrañado.

—Entonces porque le firmaste a Taehyung. Me lastimaste mucho Jungkook, si tu hubieses seguido, yo habría... — Iba decirle que si el no hubiese firmado, podría haber hecho que las cosas funcionaran, pero me calle, porque no valía la pena, ya no había nada que hacer lo mejor era dejar todo como estaba.

—¿Tu qué Anne?, ¿que ibas a decir? Termina, ¡Anne termina!. —Me exigio.

—Da igual Jungkook, yo ya estoy casada por lo civil y tu le sediste los derechos del niño a Tae. —Le dije triste.

—Cuáles derechos, yo no he firmado una mierda Anne.

—De que hablas Jungkook, vi los papeles tienen tu firma, es inútil que intentes negarlo.

SavageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora