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—Jeon Jungkook, que sorpresa tenerte por aquí.

—Eun, ¿o como debería llamarte?, Butt-Min, Nunu, ManJjitNam, Chaunu, pero, porque te sorprende mi presencia aquí, deberías saber que vendría, tienes algo que me pertenece. —Escuche que Jungkook le decía en un tono altanero, pero Eun seguía apacible como si la presencia de Jungkook no pudiera alterar su paz, en cambio en mi estaba provocando un desastre.

—¿Algo que te pertenece?.

—¡ANNE!, Sal de ahí. Se que estas en el auto. —Grito Jungkook, pero ni siquiera me movi.

—Porque no te marchas y vuelves mañana, ahora es muy tarde. —Le sugirió Eun, pero Jungkook solo le ignoro acercándose al auto para abrir la puerta.

—Nena, si bajas prometo no herir a nadie. —Dijo Jungkook poniéndome un poco nerviosa, más porque Eun era pacifista, no le gustaban las peleas ni nada relacionado con problemas.

Suspire y baje del auto.

—¿Quien te dijo donde encontrarme?, ¿Me seguiste?. Le acuse molesta.

—No te seguí, reconocí el auto en el momento en que llegaron.

—No te creo.

—Me vas a decir de donde mierda conoces a este tipo. —Me dijo entre molesto y curioso.

—Eso no te importa. Deberías irte. —Conteste y comencé a caminar hacia Eun, lo tomé del brazo y lo jale hacia la entrada de su enorme casa, la cual fue abierta por alguna empleada, y cuando me gire a cerrar la puerta Jungkook puso su pie entre el marco y la puerta para evitar que fuera cerrada.

—No me iré hasta que hablemos.

—No hablaré contigo, te di la oportunidad y te largaste, porque no haces lo mismo, lárgate, vuelve por donde llegaste.

—Lo siento, pero no iba a hablar delante de esos idiotas. —Contesto, alzando la voz.

—Bueno, es una lastima Jungkook porque pensé que almenos de ti si recibiría la verdad, incluso creí que seguiríamos juntos, que tonto de mi parte.

—Anne.

—Ya déjalo Jungkook, por favor vete, esta no es mi casa, no puedes venir aquí sin avisar, eso es grosero. —Le dije a Jungkook pero como es tan necio me ignoro.

—Anne, estaré en la cocina, preparando la cena. —Dijo Eun, acercándose a mi para murmurar muy cerca de mi oído. —Si no te sientes segura solo llámame, okay. —Yo solo le apreté la mano en respuesta y lo deje ir.

Jungkook lo miro con odio por hacer eso.

—Nena, por favor. —Pidio Jungkook.

—Te daré veinte minutos Jungkook, no más. —Le dije y camine a una de las sillas que había ahí cerca y me senté a quitarme las converse que llevaba y estaban matandome.

—Lo que dijo Taehyung es verdad, pero cuando me folle a esa chica, tu y yo estábamos separados. —Dijo apenado, tomando una de mis manos y besando lo que podía de esta.

—Supongamos que te creó, quien me asegura que cuando peleemos no vayas a buscar a otra. —Pregunte seria.

—Nena, no necesito a nadie más, te tengo a ti.

—Y que pasa con la mesera.—Pregunte y no me moleste en ocultar el asco que sentía solo de nombrarla.

—El niño no es mío Anne, te lo puedo asegurar. —Dijo sincero. —Si tienes dudas haremos la prueba de DNA o lo que sea necesario para que creas en mi.

—Esta bien, te creo. —Le asegure. Aunque no le creía nada.

—¿Y tu trabajo?. —Pregunte.

—Es complicado, pero puedo asegurarte que nunca eh lastimado a nadie que no lo merezca. —Dijo.

SavageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora