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Me despertó el sonido del móvil, no había dormido lo suficiente y no quería salir de la cama, busque a tientas por la cama y no estaba, Jimin se había marchado, hacía frío y no quería ni siquiera destaparme así que deje que entrará el buzón, dejo de sonar pero a los minutos escuche el sonido de notificacion, seguro eran las chicas, lo dejé ser, volví a cerrar los ojos, supongo que me dormi de nuevo porque me despertó esta vez el sonido del timbre.
Me levante lento como quien no quiere, iba a la velocidad de tortuga hacia la puerta, tallandome los ojos y tratando de dezperezarme, abrí la puerta de malas y mierda.

—Buenos días muñeca, supongo que no leiste mis mensajes cierto.

—Tae es muy temprano ¿Que quieres?

Sonrió —No has escuchado ese dicho de quien madruga Dios le ayuda, quedamos en desayunar, tengo hambre estuve esperando a que Park se fuera.

—¿Que? ¿A que hora llegaste? —Pregunte sorprendida.

—Princesa ni siquiera me fui, me quedé afuera en el auto como buen caballero velando el sueño de su damisela. —Soltó con desinterés. —Me había planteado entrar y acurrucarme contigo cuando el frío me calo, pero vi a Park llegar así que me quedé donde estaba.

—Debiste ir a casa. —Le dije negando a modo de desaprobación.

—Que más da, de igual forma no habría podido dormir, ¿iras así? Porque te vez horrible. —Dijo burlon.

Caí en cuenta que estaba en Pijama que aunque ya me había visto así en dos ocaciones, no me había visto despeina y con esa pinta.

—Oh no no, puedes esperar, salgo en un momento. —Dije y salí corriendo.

—No tardes, estoy hambriento. —Le escuché decir desde la sala.

Escuche algunos ruidos y supuse que estaba de fisgón en mis cosas, pero no le tome importancia, quería acicalarme lo más rápido posible y salir de ahí con el, por alguna razón, me ponía nerviosa tenerle ahí en casa, sentía que en algún momento iba a llegar Jimin o cualquier persona y malinterpretar las cosas, aun que no se hasta que punto estarían equivocados.

—¿Nos vamos? —Dije tomándolo por sorpresa, vi que estaba distraído viendo una repisa donde tenía varias fotos de mi familia, el simplemente volteo a verme y camino a la salida, no sin antes decirme lo mucho que cambiaba cuando me duchaba.

—Eres otra cuando te duchas, ¿Te lo han dicho?.

—Eres el primero que me lo dice, gracias. —Le conteste con sonrisa fingida.

—No hay de que cielo. —contesto sonriendo y rodeo el auto para abrir la puerta y dejarme entrar.

—Puedes ser un caballero cuando te lo propones eh.

—Que dices nena soy un caballero todo el tiempo, hasta te traje flores y bombones. —Dijo volteando hacia los asientos de atrás, voltee por inercia y escuche una carcajada.

—Bueno no traje flores pero por ahí te comprare algunas. —Encendió el auto y arranco.

—Tengo que estar en el trabajo a las 9:00 AM. —Le dije sin despegar la vista de la ventana, no quería verle porque me ponía nerviosa.

—Entonces mejor acelero.

Todo el camino no pude dejar de pensar en Jungkook y su llamada ¿que quería decir con que si no tenia casa? Tal vez pensó que estaba en otro lugar, estaba ebrio eso era obvio y Jimin se había marchado sin decir una sola palabra, estaba cabreado eso también era obvio, quería llamarle pero no era el momento, o tal vez debería esperar a que el llame.

—Llegamos. —Dijo Tae abriendo la puerta del auto para que saliera de el, si era todo un caballero.

-—Gracias. —Dije bajando del auto.

SavageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora