IV. gritos silenciosos

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Las pupilas se le ampliaron. ¿Por qué, si habían cortado de raíz, quemando a su paso los gladiolos rojos* que crecían en su pecho, su cuerpo parecía recordar de quién estuvo enamorado...?

Aplastó un poco la botella en su mano, dudando sobre si debía correr a algún salón a esconderse. Si bien ya no podía sentir como antes, las explosiones de Kacchan mínimamente lo dejarían sordo, de nuevo.

Volteó la cara, mirando el obvio sudor en el cuello del más alto, como si estuviera haciendo calor, cuando en realidad el aire acondicionado estaba a 16°. “Katsuki-kun.”  En realidad tenía mucho tiempo sin ver a Katsuki. Si bien su madre se enteró cuando debía de estar por salir de secundaría, había dejado de ir presencialmente cuando los ataques y las golpizas eran demasiado, cuando entraron a segundo de secundaria.

Entonces llevaba prácticamente dos años sin ver al rubio. Dos años y no puedo olvidarlo, incluso si me arrancaron a la fuerza el amor.

Katsuki  pareció algo extrañado por escuchar su nombre de aquella boca reseca (probablemente seguía chupándose los labios por ansiedad, éso los resecaba) pensó que escucharía la vocesita de chihuahua tembloroso y pequeña (pero llena de emoción) de Deku, pero en cambio se topo con un arbusto que parecía muerto. Incluso los ojos de Bambi de Deku, no brillaban. Se miraba más descuidado, con el cabello ruloso bastante largo amarrado en latte superior como una pequeña coleta que se esponjaba, las ojeras grandes y su cuerpo flaco y pequeño de secundaria.

De pronto, Katsuki  sintió que no tenía por qué saludar al nerd en primer lugar. ¿Pasado pisado, decían? Se mordió la lengua. Llevaban una semana de clases, tenía el cuerpo adolorido por los entrenamientos extremos de Aizawa-sensei. Mirar la cabecita verde de su pasado primero lo confundió, pensó en ir a echarle bronca, pero recapacitó:

El nerd en realidad se había metido a un curso para nada peligroso, el curso de los nerds. Y sí, estaba en la UA, pero en realidad ni siquiera terminaron en la misma secundaria, así que no tenía por qué robarle el crédito de venir de esa escuela de mierda, ¿Verdad?

“Ehh, ¿Hola?, Mierda. No esperaba verte aquí... De hecho no creí que te volvería a ver”  Si Izuku pudiera sentir, probablemente sentiría dolor e ira. Después de años sin vernos, habiéndome dañado como lo hiciste, ¿Sólo dices eso?

Katsuki  estaba tratando de ser amable. Al principio, cuando el nerd había desaparecido, pensó que se había suicidado o alguna mierda así, la última lección que le dió, sintió que se había pasado. ¡Pero no era su culpa, el nerd debía de aprender a conocer su lugar! Y Katsuki  siempre supo que Izuku era muy inteligente, así que estaba bien que fuera a esa clase, con gente de su tipo, sin hacerse daño alguno.

Izuku lo vió un par de segundos, teniendo que levantar la vista puesto que mientras Katsuki  sí había crecido bastante, él seguía igual que en secundaria, más flaco incluso. Sólo sus cachetes se negaban a enflacar aunque poco o nada le importaba.

De pronto la chica pinkie pie llegó dando saltitos a la máquina expendedora. Tenía el cabello rosa chicle como si un corrientazo de electricidad la hubiera golpeado, el cabello le llegaba, así en rulos t encrespado, hasta las rodillas y parecía tener chocolates y caramelos enredados en la cabellera. Llevaba unos anteojos grande su redondos que le daban un aire inocente. A Izuku le pareció bonita, ahora que le prestaba algo de atención.

La niña, cuyo nombre desconocía, olió el ambiente incómodo y decidió ir a salvar a su delegado. “¡Midoriya-kun! Te necesitamos en la sala cuatro, ven, vamos. Disculpe.” lo último se lo dijo en un tono bastante grosero contrastando con su aspecto a Katsuki, mismo que la vió con los puños apretados y una vena saltándose en su frente sudorosa. ¡Estaba arreglándose con Deku, maldita sea!

Todoroki Shouto, quien había visto todo (había seguido a Izuku a la máquina, quería hablar con él por el comentario que le hizo) sintió que, si la niña-chicle no hubiera intervenido, él lo hubiera echo. La incomodidad en Midoriya era más que notoria, solo un idiota no se daría cuenta.

“No creo que Midoriya-kun quiera hablar contigo, Bakugou.” y se dió la vuelta, dejando con la palabra en la boca al rubio que, apenas reaccionó, empezó a soltarle una sandía de groserías que hasta su madre se impresionaria.




















Hola, una pequeñísima aclaración, si han leído Bouquet de Flores (una joyaaaaa) su autora es @/roquelg, también la tengo en una lista de lectura en mi perfil, en fin, los gladiolos rojos los tomé como inspiración para ponerlos como las flores del hanahaki de Izuku, siento que su significado es totalmente Katsuki.  ¡Disfruten su lectura!

dandelions || tododeku/katsudeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora