Díez minutos. Ese es el tiempo en que la actividad cerebral se mantiene viva aún después de la muerte, antes de apagarse por completo. En cuanto se este acabando el oxígeno y se libere por última vez DMT junto a otros químicos hacía el cerebro para inducir a una relajación, y así afrontar la muerte en su totalidad, es allí cuando los últimos estragos de conciencia actúan mediante alucinaciones o recuerdos.
Recuerdos felices, sueños, deseos...o arrepentimientos.
Arrepentimientos. Todas las personas los tenían, no había quien se salvará alguna vez en su vida de tenerlos.
El punto era cargar con los menores de ellos antes de la muerte, para no sentir que toda tu existencia de vida fue miserable.
Mientras más lo pensaba Tweek, al mismo tiempo que tecleaba sin detenerse en la computadora en ese diminuto cubículo asignado por su empresa, donde supuestamente era el "mejor espacio para llevar a cabo sus asuntos laborales", más deprimido se sentía.
En sus veintisiete años de vida, desde que tiene uso de consciencia, ha vivido en un espiral de arrepentimientos.
Decisiones que desearía no haber tomado o acciones que le hubieran gustado haber hecho, pero que por alguna razón no hizo y ahora era un mar de culpas.
Si pudiera iniciar todo de nuevo...
—Ugh, vaya mierda — soltó, esto al ver lo mucho que aún le faltaba por terminar y ya casi era el final del turno.
En eso emergió una notificación de un nuevo correo en la parte inferior de la pantalla de su computadora, que sabia que no era de su trabajo. Porque el usaba el mismo correo para todo, y se atrevía a contestarlos en horarios laborales si era algo urgente.
Pero esto no era algo urgente, si no sorpresivo.
Puesto que ya llevaba un buen tiempo, sin ver ese nombre en sus notificaciones, meses para ser exacto.
Wendy Testaburger.
No pudo evitar resistirse ver que era lo que mando, que para su sorpresa era un mensaje corto:
"Hola Tweek. ¿Como has estado? ¿Haz comido bien? Realmente llevamos mucho tiempo sin vernos. Te extraño mucho.
Quiero verte. Quiero que nos pongamos al día en persona como en aquellos días, y no me gustaría hacerlo por mensajes. Anhelo ver que tu vida a estado bien también.Tweek, voy a casarme.
Me casare y quiero que estés allí, no como un simple invitado, si no como uno de las damas de honor junto a Nichole y Bebe.
Aunque no se si vas a regresar si quiera a South Park, quisiera que estés para la boda. Aunque claro, no voy a obligarte si no quieres, pero me haría mucha ilusión que aceptaras.
Te dejaré mi nuevo número de celular para que me des tu respuesta. Te quiero."Oh, así era la vida.
Wendy iba a casarse.
Era una de sus mejores amigas desde la secundaria y es la omega más capaz en todo, que él había conocido, y ahora iba a unir su vida a alguien. Lo más probable es que después de ello seguiría el tener hijos.
Lo cual era normal, considerando que después de todo los treinta años estaban zumbando en las orejas de sus amigos y en las suyas.
ESTÁS LEYENDO
Operación: Ser madre...¿¡Y esposa!? [Creek]
FanficTweek Tweak (27 años) es un omega antipático de su propia vida, la cual ha vivido con varios arrepentimientos. Harto de ello, decide dejar su trabajo de oficinista en la gran ciudad de New York, para regresar a su ciudad natal. Pero antes busca cum...