Advertencias: Esto está situado después de los eventos del capitulo cuarenta y siete.
—¿Así que al fin te mando a la mierda ese omega? Bien merecido te lo tenías.
Ni siquiera había terminado de cerrar la puerta del departamento que compartía con su mejor amigo, Gregory Yardale, cuando este ya se encontraba burlándose de él.
—Toda tu cara grita que fue el fin definitivo—continuó mofándose el rubio.
Sabrá cuál era la expresión de su rostro por tal afirmación, y no quería descubrirlo. Aunque era claro que la personalidad reservada que había construido con el paso de los años se desmoronó por unos simples minutos de conversación con Tweek.
—Sí, fue el fin—admitió, más que con coraje, era lástima de sí mismo.
"Yo elegí a Craig Tucker"
Tweek había gritado a los cuatro vientos su amor por ese alfa, el padre de sus cachorros. A su vez, le dio a entender que si bien estaban biologicamente destinados, no era una verdad absoluta que debieran estar juntos para probarlo, y en lo que le restaban de vida, nunca lo estarían.
Era certero que no debió esperar nada, o al menos algo favorable en su dirección, de toda esa desafortunada situación que los envolvió a los dos.
Ciertamente, le tocó hasta el final, ser consciente del comportamiento de animal idiota que había adquirido posesión de su vida en estos últimos meses. Donde sus instintos le inducían a perseguir más de aquel aroma a fresa, alegando lo bien que sería juntarlo con sus feromonas de cafeína.
Tanta intensidad le envolvió en extremo su cordura, que llegó a pensar que amaba con sinceridad a Tweek. Talvez después de varias sesiones de terapia, al menos podía confirmar la poca verdad de aquel sentimiento, y aun así, le dolía mucho por alguna razón.
—Esos dos no eran destinados, pero aun así se les notaban que andaban detrás de los huesos del otro. Que pendejo si nunca lo viste, Christopher— el omega miro sus uñas como si fuera algo realmente fascinante. —Y eso que no viste la escenita que hicieron en el quirófano.
—No quiero saber.
—Al menos su alfa era muy guapo.
Gregory era un omega recesivo, era muy difícil descifrar sus emociones atrevéz de su aroma, porque no podía producirlo con regularidad. Eran muy raras las ocasiones en que podía sentirlo, sin embargo, esa fue una de las pocas veces en que si pudo olfatear un leve rastro de sus feromonas al mencionar a aquel alfa.
Una suave canela que logró que arrugara el entrecejo de la molestia.
—Deja de hablar así de ese hombre—gruño en cuanto captó que hizo caso omiso a su orden al cerrar los ojos como si estuviera imaginando al alfa de Tweek. Eran obvias sus intenciones de hacerlo enojar.
—Ni modo, Chris. Ya lo superarás.
Bufo irritado, sin la esperanza de un satisfactorio descanso. Ni en su jodido departamento podía tener unos minutos de paz.
Agarró su teléfono, junto a sus auriculares y volvió a acomodarse los zapatos en sus pies, hablar de sus problemas con Gregory no tenía caso. Era mejor si salía a tomar aire, incluso podía dar una caminata larga solo para despejarse.
—¿A dónde vas? Está oscureciendo. Dios Chris, no aguantas nada.
Cerró la puerta sin dar respuesta alguna y sin esperar nada más.
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Operación: Ser madre...¿¡Y esposa!? [Creek]
FanfictionTweek Tweak (27 años) es un omega antipático de su propia vida, la cual ha vivido con varios arrepentimientos. Harto de ello, decide dejar su trabajo de oficinista en la gran ciudad de New York, para regresar a su ciudad natal. Pero antes busca cum...