Observó su obra más reciente terminada. Llevaba días pintando el cuarto de sus cachorros sin que nadie se diera cuenta, sin dar aviso de su compra de pequeñas cubetas de pintura, brochas y rodillos.
Era algo en lo que solo él se sentía digno de hacer.
No sabía si el color azul marino que ahora tenían pintadas las paredes era el ideal, pero le gustaba para los pequeños dibujos que ahora pintaba.
Aunque no fue lo único en lo que invirtió su dinero, también consiguió una pequeña colchoneta inflable que puso en una esquina de la habitación.
No era la más confortable, pero la ropa que empezó a poner arriba de ella lo hacía más cómoda.
Prendas como la gabardina de Craig, que ya no le regresó. Le gustaba, pero con el paso de los días está fue perdiendo su aroma a menta, así que tuvo que conseguir de contrabando más prendas del alfa de la pequeña lavandería que tenía la casa para reemplazarla.
—Tweek, ya se que no te gusta que nadie entre al cuarto, pero tienes que venir a comer. Se te hará tarde para que vayas al hospital—le habló Red al otro lado de la puerta cerrada.
Es verdad, a las cuatro eran esas pláticas que le comento la doctora Harrison y ya solo faltaba una hora.
Tenía que apurarse, más porque le tocaba ir solo. Craig no lo acompañaría, porque según él tenía mucho trabajo que hacer.
Así como supuestamente lo ha estado teniendo desde hace días, ya no llegaba temprano a la casa.
Era extraña su actitud, no lo podía explicar de forma simple. Seguían haciendo las mismas cosas, como ayudarlo con sus feromonas o desayunar juntos, pero lo sentía distante de modo que lo tenía físicamente a su lado como siempre y a la vez la mente del alfa pareciera estar en otro lugar, por las respuestas casi automáticas que le daba al preguntar algo.
En conclusión, sentía que Craig lo estaba evitando de alguna forma.
Al principio creyó estar alucinando, pero platicando con Clyde en esas veces que el beta suplia el lugar de Craig para llevarlo a algún lado, se enteró que incluso el castaño veía una actitud rara en el azabache. Pero a diferencia del omega, él no le dio importancia.
No es que el azabache fuera cercano a él antes de eso, pero no le gustaba su forma de ser ahora, le molestaba.
Pero luego recordaba que no estaba en el lugar para pedirle explicaciones.
Solo debía seguir su camino. No debía relacionarse más allá de lo necesario.
Si era así, ¿Entonces por que le desagradaba la situación?
...
No había durado ni cinco minutos en esa gran sala y ya sentía el arrepentimiento en su mente. Ya debía haber adivinado como eran este tipo de reuniones, era muy predecible que así fueran.
Pero no imagino que se vería tan solitario entre tantas parejas, futuros padres y madres que venían a lo mismo que él; informarse y aprender.
No debía tener problemas con ello, si lo pensaba más a fondo, las cosas estaban bien así. Seria vergonzoso tener Craig a su lado con su comportamiento actual.
Las cosas no fueron mejor cuando la reunión empezó, porque era como si sus profesores de la universidad le impartieran una clase toda fría y metódica. Hablaron de las mismas cosas básicas que ya sabía del embarazo. Talvez eran clases introductorias, pero no las había menos aburridas.
No ayudaba el hecho de que estuvieran acomodados como si fuera terapia grupal, y que tuviera que levantarse de su asiento un momento para compartir como estaba con su embarazo, además sentía las miradas de lástima que le daban las otras madres al verlo solo.
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Operación: Ser madre...¿¡Y esposa!? [Creek]
FanficTweek Tweak (27 años) es un omega antipático de su propia vida, la cual ha vivido con varios arrepentimientos. Harto de ello, decide dejar su trabajo de oficinista en la gran ciudad de New York, para regresar a su ciudad natal. Pero antes busca cum...