ADVERTENCIA: El siguiente capítulo contiene escenas explicitas de abuso, violación y uso de drogas.
No quiero hacer spoilers de lo que va a suceder pero tenía que poner la advertencia por si alguien no quiere leerlo o no se siente cómodo con esos temas. No es para menores de edad. Ahora si, aclarado todo vamos con el capítulo.
Del capítulo anterior:
Marc: Hola, Armando. ¿Ya sales para el aeropuerto?
Arm: Hola Marcela. Si, justo le estaba por decirle a Wilson que me pida un taxi, pero no sé dónde está.
Marc: Si quieres te llevo. Yo voy a dar una vuelta por los puntos de venta del centro y también tengo que ir al que tenemos en el aeropuerto. No es inconveniente alguno.
Arm: Cortado- Ya tomo un taxi. No te preocupes.
Marc: Armando, no seas así. Yo me siento muy mal por cómo me comporté contigo. Ahora lo entiendo y lo reconozco. Yo voy para el mismo lado que tú. ¿Tanto me odias que no puedes compartir un simple viaje en auto?
Arm: Suspirando- Está bien Marcela. Abre el maletero que subo mi valija.
Marcela sonrió dulcemente y abrió el maletero. Todo estaba saliendo mejor de lo previsto. Armando guarda la maleta y se sube con Marcela al auto. Después de todo Marcela no lo había vuelto a molestar y estaba tranquila. Pareciese que finalmente hubiese entendido y recapacitado. Wilson había ido a buscar un bocadillo, Freddy estaba haciendo unos encargos y Aura María estaba en un 911 en la sala de juntas del cuartel por lo que nadie vio cuando Armando se fue de la empresa.
Marcela arranca el auto y pone una estación de radio. Armando va en el asiento del acompañante mirando por la ventanilla. En determinado momento Marcela sale de la avenida y dobla en una angosta y solitaria calle. El auto se detiene y Armando trata de calmarse temiéndose el escándalo que Marcela seguro le va a formar. Se da vuelta lentamente para mirar a la cara a Marcela cuando siente un pinchazo en su hombro izquierdo. A los pocos segundos nota que sus músculos se relajan y su cuerpo se inmoviliza. Su mirada se nubla y antes de quedar inconsciente logra susurrar el nombre de Betty. Marcela mira con una sonrisa cínica mientras la droga le hace efecto a Armando. Una vez que él está completamente inconsciente, arranca el auto con rumbo desconocido.
Capítulo V:
Marcela conduce por largo rato hasta llegar a un motel barato que se encuentra en una ruta en las afueras de Bogotá. Mucha gente lo usa para dormir por la noche cuando tienen un largo camino en carretera por delante. El hotel parece sacado de una película de terror. Es viejo, tiene cucarachas por los pasillos y huele fuertemente a humedad y a un aromatizante de vainilla que pretende enmascarar el olor a sucio y húmedo pero sólo logra acentuarlo. La habitaciones no son mucho mejores que la fachada exterior del edificio.
El recepcionista apenas le presta atención a Marcela cuando entra. Está muy concentrado en un partido de fútbol que están transmitiendo. Simplemente le entrega la llave de su habitación y ni siquiera le hace firmar nada. Marcela baja las cosas del auto y luego carga a un inconsciente Armando hasta la habitación no sin mucha dificultad. Esta también es horrible al igual que la recepción. Tiene muebles anticuados, cortinas y almohadones llenos de polvo y una tenue y lúgubre iluminación. El baño es pequeño, tiene azulejos blancos que con el paso de los años y la falta de limpieza se volvieron amarillentos y al igual que el resto del lugar goza de muy poca iluminación. Sólo tiene una lámpara colgando en el medio. El único atributo de la habitación es que se encuentra alejada de la entrada y no tiene vistas a la calle con lo cual es extremadamente privada.
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¡Ya no me importa!
Hayran KurguEsta historia comienza luego de que Betty descubre la carta de Calderón. ¿Qué hubiese pasado si Armando la hubiese encontrado llorando en ese momento? ¿Y si Betty decidiera escuchar a Armando y darle una oportunidad? ¿Y si Armando por fin dijese mi...