La vida y la muerte

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Luego de la ceremonia vino la luna de miel. Armando dejó todo listo y salieron del hotel con rumbo desconocido. Betty no sabía a donde iban. Armando quería que fuese una sorpresa. Finalmente, Betty se enteró cuando llegaron al aeropuerto. Iban a viajar a las playas paradisíacas de las islas Seychelles. Pasaron dos semanas a lo grande. Disfrutaron, se broncearon y se amaron a más no poder. El último día se despidieron resignados y partieron rumbo a Bogotá. Ambos debían volver a la empresa y a sus obligaciones. Además, faltaba muy poco para el nacimiento del bebé. Una obstetra iba cada semana a controlar a Marcela y todo marchaba bien. El bebé crecía fuerte y sano en el vientre.

Tres semanas después de su regreso su rutina se vio alterada. Estaban en la recepción de la planta ejecutiva por salir. Betty esperaba a Armando que estaba terminando una llamada. También esperaban a Inesita que venía cerrando el taller de Don Hugo. En eso Betty siente un fuerte mareo y solo atina a agarrarse del brazo de Sandra antes de caer inconsciente al piso.

Se arma un revuelo en la planta ejecutiva. Armando sale corriendo y poco más se muere al ver a su amada inconsciente en el piso. Armando rápidamente la carga y baja con ella a upa hasta el auto. Freddy va manejando ya que Armando no está en condiciones. Llegan al hospital y llevan a Betty a examinarla. Armando debe quedarse afuera mientras los doctores trabajan.

Llama a sus suegros y a sus padres y les avisa de lo sucedido. Llegan todos y se sientan a esperar las novedades. A la hora sale un médico a decirles que Betty no corre peligro y está estabilizada. El doctor pide hablar con el esposo y Armando pasa a una sala privada a conversar.

Doc: Su esposa ya está estabilizada, pero va a tener que cuidarse y mucho. Ella tiene una fuerte anemia y ha tenido una amenaza de aborto. Deberá permanecer internada unos días y después reposo total en su casa. De la cama al baño o la sala, pero nada más. Y nada de estrés o actividades físicas.

Arm: ¿Qué? A....aborto. ¿Cómo? ¿Mi Betty está embarazada? No puede ser. ¡Mi dios! Haremos todo lo que diga doctor. Mi Betty no se mueve más. Yo me encargo. ¿Ya puedo pasar a verla?

Doc: Si. Puede verla unos minutos. Luego iré a hablar con la paciente para darle todas las indicaciones necesarias.

Betty estuvo internada tres eternos días. Luego fue llevada a la casa donde permanecía en la cama. Solo iba a la sala a mirar algo de televisión o al baño para asearse. Todo se hacía muy difícil. Doña Julia se había trasladado para ayudar a su hija mientras Armando iba a la empresa. Nadie la dejaba sola. Al principio Betty estaba bien, pero a las tres semanas se empezó a poner muy molesta. Sabía que tenía que hacer reposo por su bebé, pero a su vez estaba aburrida, cansada y muy molesta ya que Armando y su mamá no la dejaban ni a sol ni sombra. Cada paso que daba era cuidadosamente vigilado por Armando o por su mamá.

A las 7 semanas de la hospitalización el médico le dijo a Betty que ya podía hacer vida normal. Eso sí, no podía tener intimidad ni hacer ejercicio físico, pero ya podía caminar libremente y volver a trabajar. Todo esto supuso una gran pelea con Armando. Él quería que Betty siguiese haciendo reposo. Le atemorizaba la idea de que algo le pasase a Betty o al bebé. Costo trabajo, pero Betty logro convencer a Armando de ir a trabajar tres veces por semana. Eso si no haría ningún tipo de trabajo estresante. Tampoco iría a las reuniones. Solo se sentaría tras el computador a redactar informes o hacer llamadas telefónicas.

Las semanas pasaron y ambos embarazos progresaban bien. Marcela se había calmado un poco y ya no tenía tantos episodios autodestructivos. Sin embargo, esta calma no era un sinónimo de verdadero progreso. Marcela estaba calmada ya que faltaba muy poco para el nacimiento del bebe y ella estaba convencida que lo vería a Armando. Él iba a tener que entrar a la sala de partos, estar presente en el nacimiento y agarrarle la mano y apoyarla en todo momento. Marcela pensaba que el nacimiento del bebe iba a romper el embrujo que Betty la había hecho a Armando. Él se iba a dar cuenta de todo, iba a despertar del trance y obviamente dejaría al garfio. Luego la sacaría del manicomio donde la había internado a instancias de Beatriz y todo volvería a ser como antes.

¡Ya no me importa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora