Capítulo VII. Encuentro.

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La policía llega al lugar. El encargado los mira asustado y les facilita la llave maestra. Luego es interrogado por la policía, pero él no recuerda haber visto ni a Marcela ni a Armando. Entran habitación por habitación hasta que finalmente encuentran a Armando amarrado a la cama, completamente desnudo y profundamente dormido. Marcela, también desnuda, se encuentra recostada al lado de Armando. Su cabeza está apoyada sobre el pecho de Armando y con una de sus manos le sostiene el pene y suavemente lo masajea. Tiene los ojos cerrados y tararea una vieja canción de cuna. Está tan ida en su fantasía que no escucha a la policía cuando da la voz de aviso ni cuando entran a la habitación. La policía procede a esposarla y ahí finalmente sale de su trance.

Marc: ¿Qué sucede? ¿Qué hacen aquí?

Policía: Arriba las manos señora Valencia. Queda usted detenida por el secuestro y la privación ilegítima de la libertad del Doctor Armando Mendoza.

Marc: ¿Qué? ¡Están locos! Armando es mi marido y no lo he secuestrado. Él está enfermo y yo lo estoy cuidando.

Policía: Procedan con la detención. Señora Valencia tiene derecho a realizar una llamada y a un abogado. Si no puede pagar uno el estado le proporcionará patrocinio legal. Todo lo que diga podrá ser usado en su contra.

Marc: ¡Suéltenme! Armando es mi marido. NOOOOO. DÉJENME. NO TIENEN IDEA DE QUIÉN SOY YO. SOY MARCELA VALENCIA, PRINCIPAL ACCIONISTA DE ECOMODA. SUÉLTEME POLICIA DE CUARTA.

Policía: Llévensela. ¡VAMOS!

Marcela es esposada y llevada a uno de los autos policiales. Los oficiales llaman a una ambulancia para que trasladen a Armando y anotan los nombres de las diversas drogas que encuentran para comunicarle a los doctores las sustancias que se le han sido suministradas. Don Roberto no da crédito a lo que ve. Llama rápidamente a Ecomoda y le comunica a Margarita y a los empleados que han encontrado a Armando y que lo van a trasladar al hospital ya que necesita atención médica. Margarita pregunta que le ha ocurrido a su hijo, pero Roberto no le da más información. Margarita sale volando para el hospital y Betty e Inesita van con ella. No quieren dejar a Margarita sola y Betty quiere ver a Armando, aunque sea un segundo.

Ya en el hospital se encuentran con Roberto que está en la sala de espera. Él les cuenta lo sucedido y cómo han encontrado a Armando.

Marg: ¿Qué ha pasado? ¿Cómo está Armando?

Rob: Lo están atendiendo los médicos. No sé nada más.

Marg: ¿Cómo lo han encontrado? ¿Estaba en ese motel? ¿Estaba con Marcela?

Rob: Si, Margarita. Fue Marcela. Ella lo llevó a ese motel. Lo tuvo los últimos días amarrado a la cama y drogado. Armando estaba desnudo en la cama y profundamente dormido cuando entró la policía. También había un maletín lleno de jeringas y drogas que Marcela le daba para que estuviese sedado e inconsciente.

Marg: ¡NOOOOOOOOOO! ¡NOOOO! ¡NO PUEDE SER! ¡NOOOOOO! ¡MI NIÑO! ¡NOOOOOOO!

Margarita cae derrumbada al piso mientras Roberto trata de consolarla. Ella gime despacio y no para de llorar. Betty e Inesita también están llorando y afligidas.

Bet: ¡Ay por dios! ¡Qué horror! ¡Nooo!

Ines: Virgen santísima. Pobre mi niño Armando.

Bet: Temblorosa y llorando- ¿Peee... pero el doctor está bien? ¿Está fuera de peligro?

Rob: Los médicos están desintoxicándole de todas las drogas que le dio Marcela. A ella se la llevó la policía. No me han dejado hablar con ella ni verla. Después hablaré con Daniel, pero él está de viaje en el exterior.

¡Ya no me importa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora