Chuuya

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Te quiero, mejor amigo

Me pregunto porqué Dazai se habrá ido tan de repente de la presentación. He estado haciéndome esa pregunta desde el otro día, no puedo evitar pensar que pasó algo pero no ha querido decirme que es. Bueno, mejor dicho, casi no ha querido hablarme, me pregunto porqué. Ha estado evitandome, creo que a todos, en general. Fui a la librería, su amigo Oda me dijo que no lo ha visto, pero que suele darse sus escapadas a hacer nada durante días, sobretodo en navidad.

El día de navidad no hablamos tampoco, aunque en realidad no hubo mucho tiempo para hacerlo, me pasé el día entero con mi familia, preparando las cosas para la noche, pero no dejo de pensar en como estará Dazai.

Aunque seguramente debe estar organizando las cosas para cenar con su familia.

Si, debe ser eso.

Aunque no se ha conectado desde ayer ni ha visto mis mensajes, me pregunto si está bien.

La navidad es hermosa, pero sin duda la nieve pintando las calles de noche es algo todavía más hermoso de ver. No puedo evitar sentarme en el marco de la ventana, recargandome en la pared para ver cómo caen los copos poco a poco, viendo como algunas farolas incluso se van perdiendo en los finos copos, los cuales las van cubriendo. Es un espectáculo que me fascina y hace que disfrute mucho estas fechas.

Aunque no se sienten igual.

Miré a la mesa a mi espalda, este año solo estamos 5 en casa. No hay tanto ruido, no hay tantas risas, el comedor se ve más grande que hace un año y todavía más grande que hace dos.

Miré aquella silla vacía junto a la mía, recordando las risas del año anterior.
No puedo evitar pensar en qué estaríamos haciendo si siguieras aquí, ¿Te sentarías a ver los copos de nieve conmigo como el año pasado? ¿O me convencerías de subir al techo a ver las calles como hace 2 años?

No quise torturarme más con aquel pensamiento, quería evitarlo por completo, por lo que subí a mi habitación, dejándome caer en el colchón para mirar al techo. Ya casi terminaba el año y aún no me sentía preparado para ello. ¿Un año ya? ¿En qué momento voló el tiempo de ese modo?

Me acurruqué de lado, viendo el estuche de mi violín recargado en el armario. Lleva un año ahí guardado, no lo he podido sacar desde ese día... Me pregunto... Si aún suena con la misma energía con la que solía hacerlo.

***

-Chuuya, es Año Nuevo -decía mi madre mientras tomaba mi chaqueta y una bufanda -¿No quieres quedarte en casa?

-No estoy en casa en Año Nuevo desde que tengo 6 años, mamá, y este no va a ser la excepción

Era media tarde, tal vez como las 3. No podía estar en casa, simplemente no podía. Ese aniversario que tanto duele está a nada y, para ser sinceros, no quiero ni tengo la más mínima intención de estar aquí en la casa, solo quiero dar vueltas por toda la ciudad y regresar cerca de las 4 de la mañana. No quiero hacer otra cosa, no me siento con fuerzas ni ánimos de hacer otra cosa.

-Kōyō -dijo mi papá al tiempo que posaba la mano sobre su hombro -. Déjalo que vaya, lo necesita

Intercambiaron miradas, ella se veía preocupada, pero él no dejaba de sonreír cariñoso. Al final, ella terminó cediendo, soltando un suspiro algo cansado.

-Contestas todas mis llamadas... Y no quiero ver que amanece y no estás aquí -murmuró sin borrar ese gesto de su rostro

-Tranquila, volveré antes de que amanezca, lo prometo

Luces de diciembre -soukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora