Chuuya

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Si él está bien con ello, yo también lo estoy

Decir que las pastillas me dejaban mareado es poco. Me sentía perdido, confundido, no era del todo consciente de mi entorno durante unas 4 horas después de tomarlas. El problema es que las tomaba 2 veces al día. Me cuesta mucho poner atención en clase, incluso a veces me duermo en las primeras horas y no tengo idea de que es lo que he visto en este mes que llevo de clase. Mis calificaciones se están yendo al garete porque, como no consigo retener información, no puedo contestar mis exámenes, incluso me puse a llorar en uno porque no podía sostener mi bolígrafo y no recordaba nada, a pesar de haber estudiado una semana y haber leído todo antes de entrar al examen. Nunca en mi vida había sacado un 1.6 en una materia, y ahora parece que es lo que puedo sacar, porque es mi calificación promedio en todas mis materias.

Reconozco que la propuesta de Dazai de él haciéndome compañía se volvía cada día más tentadora, pero ya es muy tarde para salir de la escuela, así que tengo que aguantar, aunque sea de aquí a que termine el semestre. Después de eso, tal vez considere la baja temporal. Claro, si el médico no me dice nada. Aunque a este paso voy a lazar las pastillas por el inodoro en vez de tomarlas.

Ahora que lo pienso, se supone que en un mes tengo que ir a revisión a Tokyo. Tengo que recordarle a mis padres porque siempre olvidan la fecha y a veces mamá se molesta porque no le recuerdo.

Esa mañana, mis padres salieron de la ciudad junto con mis hermanos hacia Shizuoka, fueron a visitar al hermano de mi padre pero, como tenía que ir a darles clases a los niños, tuve que quedarme en Yokohama.

Bueno, tendría la casa sola hasta la noche, podría dormir toda la tarde sin que Yumeno fuera a saltar a la cama, porque realmente me siento muy adormilado la mayor parte del día.

Mientras estaba en la habitación, quise ponerme una camisa de botones que tenía tiempo sin ver, pero deseché esa idea ya que no pude abrocharla. Las manos me temblaban horrible. Eso es algo que no le he dicho a nadie pero que la gente comienza a notar, siento que no tengo fuerza ni en los brazos ni en las piernas, las manos me tiemblan de una manera tan horrible que hasta me cuesta abrochar mis zapatos, a veces ni siquiera tengo fuerza para sostener un mísero vaso con agua y ya les dije que no pude sostener un bolígrafo. Intento ocultarlo lo más que puedo, pero mis padres ya se dieron cuenta de que se me cae la comida del cubierto cuando intento comer, Tachihara ya ha visto que hago notas realmente despacio porque no puedo escribir, Gin ha visto que me cuesta cargarla en los ensayos y Dazai... Dazai se ha dado cuenta de que mi cabello es un desastre.

Él es la persona a la que más trato de ocultarle como me siento porque no quiero preocuparlo. Sé que ya está lo suficientemente preocupado por mí desde que le dije que no enfoco bien, no quiero asustarlo más, estoy seguro de que ya está lo suficientemente estresado con la escuela como para volverme una carga para él.

Al final, me puse una playera y luego mi chaqueta, la cual, vaya sorpresa, no pude cerrar.

Bajar las escaleras no es mejor porque siento que me resbalo y que me voy a ir de frente, motivo por el cual me aferró al barandal mientras bajo. Esto Dazai ya lo ha notado, me dice que debería dejar de darles clases a los niños, pero la verdad no puedo renunciar y ya, ya me comprometí con ellos. Aunque insiste en que hable con sus padres.

Cómo sea, no es complicado, subo al autobús y este me deja justo en la puerta, pan comido.

Subí sintiéndome realmente mareado, me dejé caer en el asiento y miré a la ventana, viendo el paisaje de la ciudad, cuando de pronto... ¿Siempre gira el autobús a la izquierda en esa calle? ¿No seguía derecho?

No tenía la cabeza suficiente para preguntar que ocurría, cuando escuché a una señora decir que habían cerrado una calle porque se cayó un árbol.

Luces de diciembre -soukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora