Chuuya

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Amarte así me ha enseñado mucho sobre mí

[Advertencia: Hard]

Las palabras de Dazai me dejaron completamente boquiabierto. Si, es algo que quería desde hace tiempo, incluso si me siento aterrado por razones que me imagino que ya saben, pero eso no quita que la idea suene sumamente emocionante y me alegre.

-¿Que tú qué?

Estaba tan sorprendido que necesitaba asegurarme de qué realmente lo escuché bien, ya que son palabras que no se dicen tan a la ligera.

-Quiero formalizar contigo -respondió tomando mi mano -. Sé que no es para nada romántico en un autobús, así que no te lo pediré aquí pero... Pero quiero cruzar esa línea contigo, ya no quiero ser solo lo que somos

Realmente estaba pasando, realmente me dijo que quería formalizar. Sentía tantos nervios que creí que vomitaría, pero afortunadamente no fue así, lo único que pude hacer fue sonreír mientras lo miraba con una sonrisa tonta, mientras él se iba poniendo más y más nervioso.

Es verdad, nunca ha hecho esto.

-Yo también quiero hacerlo... -respondí sin dejar de sonreír -. De hecho no pasa nada si me lo dices aquí y ahora

-Si, pero mereces algo especial -al decir eso, desvió su mirada con vergüenza hacia él frente -. No quiero que recuerdes esto en un autobús, sino algo más bonito, menos casual. Si, quizá debí esperar hasta tener todo preparado pero quería saber si tú también querías

-¿Por qué no iba a quererlo? -pregunté al tiempo que me inclinaba hacia él para apoyarme en su hombro

-Quizá aún no te sentías listo para una relación conmigo y lo entendería, es algo nuevo para ti también

Si, tenía razón. Hace 3 meses moría de miedo de la sola idea de tomarle la mano, la idea de una relación era algo que me daba terror pero, ahora que mamá no está, no me asusta. De hecho me siento listo para dar ese paso con él.

Su rostro se relajó demasiado al saber eso, haciendo algo que me tomó por sorpresa por completo; me besó de una manera tan intensa que me sentí demasiado pequeño, sintiendo sus labios moverse con dulzura en los míos mientras poco a poco sentía como el aire se cortaba, al punto en que tuve que elegir entre respirar o besarlo; tristemente tuve que elegir separarme para respirar, pero nuestras frentes quedaron unidas, nuestras miradas se conectaron, su mano me sujetaba con firmeza enredándose con mi cabello, mi mano se encontraba en su pierna, sujetando tímidamente, era un momento hermoso que, aunque fuese un autobús, no quería borrar.

-Te quiero -susurró sin dejar de mirarme

-Yo te amo... -respondí con una sonrisa

Su mirada me decía todo lo que necesitaba saber, que sentía lo mismo por mí. No necesito palabras que me lo digan cuando tengo sus ojos diciéndomelo, es todo lo que necesito de él.

A pesar de que en realidad no formalizamos nuestra relación, el trayecto de la parada a mi casa fue tierno, me abrazaba por la espalda, me besaba la mejilla, yo daba un pequeño giro tomando su mano para llegar a besarlo, jugueteabamos un poco, hasta que finalmente llegamos. Para sorpresa mía, Paul estaba en casa preparando la cena con papá. Me alegré de verlo; incluso si estoy preocupado por el corazón de papá, no puedo negar que es una buena persona.

Dazai nos acompañó a cenar, Kyoka se soltó bastante en la conversación, hablándonos de un chico que conoció en su grupo de niños exploradores. Es un año mayor que ella, tiene 14, pero no dejaré que los celos de hermano mayor le arruinen el momento, eso será después. Paul habló mucho con Dazai, resulta que ambos son grandes conocedores de la mitología nórdica, nos contaron algunas historias sobre los dioses, algunas un poco extrañas, aunque Loki me hacía reír mucho. Podría decir que hablaron cerca de 40 minutos entre ellos dos acerca de lo mucho que han leído, debo admitir que eso es algo que me alegra.

Luces de diciembre -soukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora