Dazai

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Algún día...

Toqué la puerta de Odasaku cerca de las 6 de la mañana. Odio estar despierto a esa hora pero ¿Que se le va a hacer? Esta es una situación de vida o muerte, así que necesito que me abra la puerta sí o sí.

Aunque tardó 3 toques en abrirme, comenzaba a desesperarme. Si tarda un minuto más me voy a arrepentir de esta decisión y no tengo demasiadas ganas de arrepentirme.

-Odasaku, vamos. Abre la puerta -hablé un poco alto, golpeando de nuevo.

Esta vez mis golpeteos eran apresurados y con algo de nervios, pero parece ser que funcionó porqué escuché al otro lado los pasos pesados de Odasaku, quien abrió la puerta y me fulminó con la mirada. Podría decir que quería lanzarme por la ventana.

-¿Que? -preguntó molesto

-¿No sales a correr a las 6? -pregunté sonriente

Su cara valía oro. No solo por el hecho de que estaba con cara de sueño y todo despeinado, además del enojo visible en su mirada, sino porque, al escucharme, se desconcertó tanto que incluso se frotó los ojos más de una vez.

-Bien, sigo soñando. Eso es un alivio -murmuró cansado -. Tú odias el deporte y ni siquiera tienes un pantalón para correr, todo esto es un sueño.

Miré mis piernas viendo el pants deportivo color gris que compré dos días antes. ¿Que tenía de malo? Era de algodón suave, dijo la de la tienda que me sería cómodo correr con ellos.

-Vamos, Odasaku, necesito tener condición y no pienso salir a correr solo -supliqué poniéndole ojitos de cachorro y juntando mis manos -. Cargar a Chuuya es un suplicio pero quiero hacerlo para ayudarlo cuando le cueste caminar

Eso lo hizo abrir los ojos con sorpresa, mirándome detenidamente. Parpadeó varias veces antes de frotarse los ojos de nuevo, para después mirar la hora de su reloj.

-Déjame ver si entendí -murmuró recargándose en la puerta -¿Quieres, de verdad quieres, salir a correr conmigo a las 6 de la mañana solo para poder cargar a Chuuya cuando le duelan las piernas?

Asentí sin dudarlo, sonriendo como un niño.

-Bien -murmuró con gesto derrotado -. Dame 5 minutos, voy a cambiarme... Pero no corro del diario.

-¿Ah, no?

-No... Te diré que días salgo después. Me apresuraré para que no te escapes a tu departamento

Dicho eso, entró a su habitación, saliendo en 5 minutos ya con un pantalón deportivo azul. Seguía teniendo la misma cara de sueño, pero al menos ya no parecía querer lanzarme por la ventana.

Solo espero que esto salga bien.

***

-Vamos, Dazai, solo llevamos 20 minutos -murmuró trotando a mi lado -. Tienes que correr mínimo 30

-¡No puedo respirar! -me esforcé por decir, sintiendo mis pulmones arder -¿Cómo rayos te ves tan tranquilo?

-Bueno, esto no es nada para mí -admitió con una sonrisa, dando vueltas a mi alrededor -. Salgo a correr desde los 18, ¿Lo olvidas?

Sinceramente pensé que me haría correr a toda velocidad por toda Yokohama, porque lo vi correr una vez y corría unos 8 kilómetros en media hora, pero no, me hizo trotar despacio y a un ritmo constante. Los primeros 3 minutos fueron sencillos, pero llevamos 20 minutos trotando, me arden los muslos, los gemelos, siento que mis pulmones están secos y me pica la cintura. ¡Esto es horrible! ¿Por qué demonios hay gente que hace esto como pasatiempo? ¿Por qué rayos Odasaku hace esto cada mañana?

Luces de diciembre -soukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora