Capitulo 16

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La noche anterior al llegar no vimos a Ash, ni a Zack, debían de estar de parranda.
Ahora estabamos bajándonos del taxi, caminando hacia el aeropuerto con nuestras maletas, llevaba una chaqueta que me llegaba por arriba de la rodilla Armani marrón claro, el suéter que Ash me regalo de lineas rojas y blancas, y unos blue jeans.
El tenía su suéter idéntico al mío y unos pantalones negros.
Estábamos un poco soñolientos por haber llegado muy tarde ayer.
Pasamos migración y todas esas cosas hasta llegar a los asientos y esperar a fuera que llegara el avión.
–¿Cómo son tus padres?–pregunte.
–Ahora mismo no tengo ni idea–dijo.
–¿No los has vuelto ver?
–Hace años que no.
–Ya veo.
Me recoste en el respaldo de la silla.
Marque el número de Ash.
No respondió.
–Estoy preocupada por Ash–dije.
Me miro fijamente.
–De seguro esta llegando apenas–dijo mientras me acariciaba mi pelo.
Sono su móvil.
Solo pude escuchar lo que que el decía:
–Hola.
–Ya estamos aquí.
–Faltan treinta minutos.
–No quiero hablar de eso ahora.
–No.
Entonces me dijo:
–¿Me disculpas?
Asentí.
Se paro y se fue tan lejos que no pude seguir escuchando.
"No quiero hablar de eso ahora" fue lo que hizo que me preocupara, no sabía quien lo llamo pero nunca lo había visto así de incomodo cuando contesto.
Mejor dejo de pensar eso.
¿Donde estará Ash?–me pregunto. No lo se, ella no bebe demasiado en cambio a mi, yo a veces tomo demasiado, pero ella no acostumbra eso lo que hace es hablar, bailar y disfrutar solo que no bajo los efectos del alcohol.
Busque en mi bolso el libro que Amy me regalo.
Para matar el tiempo comenzaré a leerlo.
Tiempo después volvió.
Todavía igual.
Se sentó a mi lado, se quedo quieto y no habló, no se a donde fue pero adonde fuera que fuese tenía la nariz roja, los ojos llorosos y se pasaba sus manos varias veces por su, al parecer, lastimada cara.
El se quedaba mirando el paisaje esperando a que el avión llegara.
No pude seguir leyendo.
Más bien lo contemplaba sin leer.
Lo abracé.
Me quede esperando a que me lo devolviera, y me abrazo aún más fuerte tenía una preocupación inmensa.

Mientras más fuerte me abrazaba, más inmensa era la preocupación.

Lo notaba.
Comenzó a llorar un poco, y ya tenia una compañera de sollozos.
Llamaron nuestro vuelo.

 Nos páramos y entramos, me puse en la ventana.

Tomamos nuestros asientos y el avión comenzó a despegar.
Agarre su mano fuertemente, parecía la primera vez que me hubiera subido a un avión.
Me abrazo.
Nos quedamos hipnotizados por el bello paisaje, el aún estaba llorando un poco pero trato de contenerse.

No pudo.

Y lo abrace de nuevo.

Después de llorar hasta quedarse dormido.
En su rostro parecía que el sufrimiento paraba.
Trate de leer tranquila aunque se dormía y de verdad se movía.
Apretaba mi mano.
Pesadillas.
Siguió hasta que grito.
Lo desperté.
Lo abrace lo más fuerte que pude, y me agradeció devolviéndolo. Lo bese deprisa y lo volví a abrazar, sentí como las lágrimas descendían de su cara a mi cabello.
Una lágrima descendió de mis ojos.
–Todo estará bien-le dije mientras le sobaba la espalda.
Lagrimeo.
Lo mire.
–¿Qué soñaste?–le pregunte.
–Cuando era pequeño mis padres me gritaban y me exigían mucho en la escuela, a veces llegaban a golpearme, siempre estaba solo no dejaban que mis amigos fueran a casa, hasta que tuvieron a Jason. Pelee con ellos muchas veces. No quería que mi hermano pasara lo que yo, en plena adolescencia, en secundaria iba a fiestas y salía a escondidas, ahí fue cuando mis notas empeoraron, me exigieron mucho más cuando estaba a punto de salir de secundaria comencé a sacar a Jason a escondidas al cine, comer un helado con mis amigos, siempre decía que íbamos a la biblioteca.  Antes de ir de fiesta lo dejaba en casa en su dormitorio antes de que mis padres sospecharan, yo entraba a mi habitación y me hacia el dormido cuando estaba seguro de que estaban dormidos, le decía a mis amigos que me esperaran abajo, salía por la ventana y volvía en la mañana. Jason siempre me cubría, cuando me fui a la universidad terminar la secundaria fue cuando se comenzaron a dar cuenta de lo que hacia pero ya me iba a ir, fui a Standford y me lleve un tiempo a Jason, tenia quince años en vacaciones, quería quedarse pero mis padres lo obligaron a quedarse por sus estudios. Cuando llegué a Standford, nunca estuve tan feliz, por fin había podido salir del infierno que vivía en casa, solo no quería que Jason lo viviera. Todo mejoro en la universidad, tuve libertad hasta que termine, busque trabajo y tu ya sabes el resto. 

-Pero tu haces que cada vez quiera ser mejor. Cada momento que pasamos juntos me hace borrar cada mal momento pasado: un abrazo, cada golpe. Una caricia, cada nota. 

-Pero un beso de tu parte, hace que olvide que me han lastimado alguna vez.

Le sonreí tristemente. Paso por mucho yo había perdido a mis padres pero el había vivido de la peor manera gracias a ellos, entiendo porque salía, porque tenía pesadillas, el era un ejemplo a seguir por su hermano, el no había sido igual a sus padres, el y su hermano merecían una vida mejor.
–Después de tanto sufrimiento debe haber algo de felicidad–dije.
–Lo siento, no te respondí. Las pesadillas las tengo cada momento que pienso en mi pasado y en mis padres y ahora que vamos para allá no quiero que se repita nada de lo que paso.

Jake me ayudo a llevar al maleta, agarró la de el y caminamos hasta salir del area de las maletas. Cuando salimos observe una pancarta que decía: "Jake Simmons".
Apenas nos captaron todos se abalanzaron a abrazar a Jake, se saludaron y se compartió un corto diálogo.
A lo que Jake dijo:
-Oh, mamá, papá, Jason.. Ella es mi novia: Jo Miller.
-¡Oh! Un gusto Jo-me dijo su madre sonriendo.
-Igualmente señor y señora Simmons-le consteste.
-Y el es Jason-me lo nombro Jek indicándomelo.
Estaba muy grande, todo un jovencito.
-Hola, un gusto, Jason-me dijo.
-Igualmente-le dije ofreciendoi mano.
La tomo

Forever Young ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora