Estaba en la parada de bus, esperando que algún autobús me llevará a algún lugar diferente del hotel.
Si quería irse porque simplemente no me lo informó?
-Jo! Te dije que no quiero irme con ellos, no quiero. Es la única verdad-dijo Jake.
-No mientas-le dije en cara.
-No lo hago.
-Entonces porque cerraste la puerta, entonces.
-Mis padres querían que la cerrará.
-Cuando?
Llego el autobús.
-Adiós-dije.
Me subí al autobús.
Jake me jaló el brazo.
-No-le dije de inmediato.
-Si-dijo el.
Quite mi brazo de su agarre.
-Bien-dijo mientras se subía al autobús.
Entre, me senté en un asiento y él se sentó en el de a lado.
-Te quiero a ti, y no voy a dejarte por ellos, ya tengo que hacer mi vida, contigo, con nadie más, tú eres la persona que quiero en mi vida, y sé que tú me quieres en tu vida-dijo.
Me quedé viendo la ventana, viendo como adelantábamos a los demás autos, íbamos aúna velocidad en la que no podía ver bien las calles.
Quiero creerle, pero, no quiero que mienta, no sé si lo que me dijo me lo dijo con una mentalidad diferente a la de ese momento. Quiero estar con el, pero, quiero que él también lo quiera.
-Es enserio?-dije-Quiero creerte, pero, quiero saber si realmente esto es lo que quieres.
-Si, eso es lo que quiero, y lo que necesito.
Me pare del asiento, page y me baje en la parada.
Jake había hecho lo mismo.
-Ibas a hacer un alboroto all dentro-le dije.
-Si es por ti, tendrán que soportarlo.
-Ahora... Por qué no me lo dijiste?
-No quería que te preocuparas por eso, porque no pueden obligarme, y si lo hacen, me podré ir a Nueva York, nos podremos ir, antes de lo que crees.
-Ok.
-Vamos a esta cafetería-dije, señalándola.
-Si-respondió.
-Tienes dinero?-dije riéndome mientras entrábamos.
Me abrazo y me susurró al oído:
-Yo no soy mis padres.
Se despegó de mí, puso sus manos en mis hombros y sonrío.
Sonreí.
-Yo no tengo dinero-dije.
-Pero, tengo unos 6 euros, creo-dijo mientras buscaba en los bolsillos de sus jeans.
Y los sacaba.
Se puso en la fila para pedir el café.
Habían solo tres personas en la fila contándonos, lo que quería era estar segura de que eso quería, aún no estaba segura, pero, al mismo tiempo él parecía muy convincente.
Ya estábamos de primeros en la fila para ordenar.
-En que les puedo ayudar?-dice la señorita que atiende el mostrador.
-Un café sencillo, por favor-responde Jake.
-Algo más?-dijo ella.
-No.
-Serían cinco euros.
El saco los cinco euros y se los dio.
Y ella nos dio el café.
Nos fuimos del lugar y empezamos a caminar por las calles.
Tome un sorbo del café.
-Esta rico-dije.
-A ver-dijo el.
Se lo di y tomo un sorbo.
-Si, es cierto-dijo mientras ponía su brazo en mi hombro.
Raramente me sentía mejor, pero, es mejor esto que pelear.
Ahora que me doy cuenta hay cosas que no sabemos el uno del otro.
-¿Exactamente qué sucedió entre tú y tus padres?-pregunté.
-Cuando empecé a estudiar en más o menos séptimo grado, ellos empezaron a tener charlas conmigo de que debía de dar más de mí en clase y esas cosas, ni me importó, cuando las notas empezaron a bajar, me preguntaba el porque mis notas ahora siempre eran bajas, y lo único que podía decir es que no dormía muy bien, tenía insomnio, no sabía porque, pero así era. Ellos me dijeron que no sabían qué hacer al respecto así que me llevaron al psicólogo, pero, no sirvió de nada, lo sabía desde el principio, pensaba que quizá pastillas para dormir ayudarían, pero dijeron que era "demasiado joven", sin embargo, no veía el porque. Y me di cuenta de que mi madre tomaba esas pastillas, creía que no debía usarlas, pero, lo peor del caso es que ella también las usaba-dijo.
Su madre tenía que ser muy egoísta, un psicólogo no iba a arreglar eso por el simple hecho de que el no tenía pesadillas.
Es una egoísta.
-¿Cómo te enteraste?-le pregunté al momento que tome su mano para que pudiéramos pasar la calle.
-Un día ella salió a verse con unas amigas, mi padre se había quedado dormido en el sofá, Jason estaba en su dormitorio, y yo estaba inspeccionando la casa hasta llegar a la habitación de mis padres, entre y revise las gavetas-dijo al pasar la calle-Como cualquier chico con curiosidades, abrí la gaveta del lado en el que dormía Kate y encontré un frasco que decía: pastillas para dormir.
-¿Y qué hiciste?
-Las deje en su lugar y volví a mi habitación.
-¿Y qué sucedió?
-Eso es demasiado para ti, pequeña-dijo al momento de abrazarme.
-No me dejes con la pregunta-dije casi gritando.
-De acuerdo-dijo.
Dejó de abrazarme.
-Le pregunte a mi padre porque mi madre tomaba esas pastillas y él decía que no sabía de cuales pastillas hablaba yo, en fin, le preguntó a mi madre y ella dijo que no lo sabía, solo sabía que no podía dormir, el le dijo que porque no podía decirle algo tan simple como eso, empezaron a pelear. Y yo lo único que me preguntaba al otro lado de esa puerta era: ¿porque no quería que las ingiriera? Si ella tenía el mismo derecho que yo de hacerlo. Salieron de la habitación, me descubrieron ahí, pero, no me prestaron atención. Mi padre se fue enojado de la casa y mi madre comenzó a llorar, y se acercó a mi y le dije:
-¿Por que?
Me dio una cachetada y se encerró en su habitación.
-Oh, Jake...
Lo abrace fuerte.
Ahí tenía que empezar todo, las peleas, después fue Jason... Hasta que llegamos a ahora.
Solo falta mi historia
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Forever Young ©
Любовные романыJo Miller la típica chica divertida y alocada y Jake Simons el típico chico gracioso y carismático crucen sus caminos daran un giro de 360 grados y nada volvera a ser igual, intentaran que su relación funcione, afrontaran sus diferencias y sobre tod...