-Si, estoy de acuerdo. Pero desde pequeños han tenido claro la definición de pasado y ahora, ellos no quieren seguir el ejemplo de sus padres. Y para el fue difícil volver, no me dijo nada de eso, hasta que escuche sus pesadillas. Y seguir sonriendo sin mirar atrás para no recordar el sufrimiento no es tan fácil.
–Es un poco similar a nosotras–contesto Amy por la otra línea.
–Pasamos por una etapa parecida.
–Si, lo se.
Vi que los chicos comenzaban a despertarse.
–Se están despertando. Te dejo.
–Pero eso que tiene...
Colgue.
–¡Hola!–dijo Jake, estirándose desde la cama.
–Buenos días–respondí, mirándolo con los ojos entre cerrados.
–¿Que?–dijo.
–Nada–dije riéndome.
–En serio.
–Es solo para molestar.
–Ah ¿si?–dijo mientras se paraba y se ponía en frente mío.
–Si–dije asintiendo.
Lo mire fijamente con una sonrisa.
Me beso.
Ya los besos que intercambiábamos eran un hábito.
No como la primera vez, era natural.
–Te creo–dijo y volvió a la cama.
Lo segui.
Cuando me senté pude ver a Jason durmiendo, tiene un parecido increíble con su hermano, no se que es lo que veo de parecido, ya que en lo único que se parecen son los ojos, y obviamente duermen con los ojos cerrados. No se si su piel, el estilo del cabello tal vez, la nariz...
Sin darme cuenta ya me había quedado mirándolo.
–Oh, que lindo es tu hermano–dijo Jake imitando mi voz.
Lo empuje con la mano en el hombro.
–Tienen un parecido también cuando duermen–le dije.
–¿Sabes? Mi madre no lo dejaba tener novias.
–¿Y a ti si?
–No...
-No me compadeceré de ti–dije.
-¡No te compadezcas de mi!–dijo al mismo tiempo.
–Volvamos al tema.
–En fin, yo tuve mi primera novia...
–¡Ya esta bien!–estallo Jason aún con los ojos cerrados.
–¿Desde cuando estas despierto, pequeñín?–le pregunta Jake como si fuera un pequeñín.
–Lo suficiente para escuchar la conversación de ustedes dos.
Tocaron la puerta.
Jason se paro del piso y abrió.
Era su madre.
–Hay que ir a desayunar–dijo.
Los dos asintieron.
–Los esperaremos en el vestíbulo–empezó a cerrar la puerta.
–Oh, buenos dias Jo.
Sonreí.
–Buenos dias, señora Simmons.
–Jo, dime Kate.
–De acuerdo, señora Kate.
¡Ups!
Los chicos no podían contener la risa.
Cerró la puerta.
Se que no saludó apropósito, ahora el ¡ups! es mío.
Jake empezó a aplaudir.
–Dame cinco–dijo Jason sentado en el piso riéndose, extendiendo su mano hacia mi.
Le di los cinco aun sin entender el porque.
–A mamá nunca le habían dicho algo así–dijo Jason.
–Ya era hora–dijo Jake.
Me siento un poco culpable pero se lo merecía más que mi culpabilidad.
Me pare y saque la ropa que me pondria.
Me dirigi al baño y les grite:
–¡Espero que al salir este listos!
–Te estaremos esperando-dijeron los dos al mismo tiempo.
Entre al baño y cerré la puerta.
Me puse los pantalones y cuando me puse la camisa, olvide que no me queda exactamente justa.
Traté de hacer que baje por mi pecho, sin embargo no quiere.
Necesito ayuda.
–¡Jake!-grite.
–Si, ¿querida?-dijo en repuesta.
–¡Ven!
–Ok.
Como tengo la camisa tapando mi rostro, escucho la puerta abrirse y cerrarse al mismo tiempo.
–Ya te ayudo–dijo.
Comenzó a bajar la camisa hasta llegar completamente a mi cintura.
–Gracias–le sonreí.
–De nada–me beso la frente y salió.
Me puse los zapatos y sali.
Ellos ya estaban vestidos, agarré la mano de Jake, estaba cálida, lo único que me transmitía era seguridad y protecciòn. Se sentía muchos más ahora que he llegado a conocer a sus padres.
Salimos, cerramos la puerta, la aseguramos y comenzamos a bajar las escaleras.
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Forever Young ©
RomanceJo Miller la típica chica divertida y alocada y Jake Simons el típico chico gracioso y carismático crucen sus caminos daran un giro de 360 grados y nada volvera a ser igual, intentaran que su relación funcione, afrontaran sus diferencias y sobre tod...