; soy chelsea - van der zee

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─¿Te encuentras bien? ─el tono preocupado de la chica sobre la cama sólo hizo que Ruby se molestara más

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─¿Te encuentras bien? ─el tono preocupado de la chica sobre la cama sólo hizo que Ruby se molestara más.

─¿Que si estoy bien? ¿Quién mierda eres para-?─se calló de golpe al ver los ojos de la pelirroja asomándose sobre el borde de la cama, de un azulado brillante.

Los mismos ojitos que la habían mirando antes de ir a ducharse.

De repente se sintió totalmente apaciguada, como si esa mirada la hubiera tranquilizado con algún tipo de magia.

─Eres la cachorra ─la afirmación sonó casi como un susurro desde sus labios.

Vio el collar alrededor del cuello de la Omega, se levantó adolorida para ver su torso desnudo, con la parte inferior cubierta por las sábanas.

Se detuvo, intentando desviar la vista lo más posible de aquel abdomen plano.

─¿No tienes ropa?

La muchacha pareció buscar señales de alguna prenda en su cuerpo, hasta alzó las sábanas para mirar su parte inferior.

─Nop ─sonrío de manera inocente a Ruby, quien se preguntó si no le estaba tomando el pelo.

Fue hacia su armario para sacar ropa interior, sin encontrar otra remera que Chelsea pueda usar, tomó un suéter grande de color negro y le alcanzó ambas prendas.

─¿Quién eres?─le preguntó, mientras la veía colocarse su ropa bajo las sábanas.

─Sabía que eras una colgada, pero no me esperaba tanto ─dijo, antes de colocaste el suéter, ese comentario hizo que Gillman frunciera el ceño.

─Responde la pregunta.

─Soy Chelsea Van Der Zee.

Ruby se quedó en silencio, procesando que Chelsea Van Der Zee estaba en su cama.

─¿La Omega cambiaformas? ─habló otra vez al ver que Ruby no reaccionaba.

─Sé quién es Chelsea Van Der Zee ─dijo de forma tosca─. Lo que no sé es por qué estás en mi casa.

La de pelo largo la miró con ojos penosos, pero por más que la mirada hizo efecto en el corazón de Ruby, no cambió su expresión dura; hasta que la chica suspiró y habló sin ganas.

─Me escapé de mis guardias, y por lo tanto de mi familia, y te seguí hasta encontrarte.

No había sido precisamente así, y ambas lo sabían, pero simplificando las cosas, era verdad.

─ 𝐃𝐄𝐋𝐓𝐀 | Chelby AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora