; ya lo sé 🔞

1.2K 86 30
                                    

De nuevo, en todo el camino hacia el departamento, Ruby no soltó la mano de Chelsea, aunque esta vez, la Omega estaba segura que era a propósito, porque la otra solía mirarla cada tanto, sonreírle y dejar un beso en su mano con cariño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

De nuevo, en todo el camino hacia el departamento, Ruby no soltó la mano de Chelsea, aunque esta vez, la Omega estaba segura que era a propósito, porque la otra solía mirarla cada tanto, sonreírle y dejar un beso en su mano con cariño.

Un domingo temprano, con todo el exterior abrigado en nieve, parecía la excusa perfecta para que nadie saliera de su departamento y los pasillos del edificio estaban tan vacíos que daba la sensación que todo el mundo los dejaron para que ellas hagan lo que quisieran.

Ruby apenas terminó de cerrar la puerta con llave cuando Chelsea volvió a lanzarse sobre sus labios, la mayor sonrió y correspondido al instante, mientras comenzaba a quitarle prenda por prenda, dando pie a que la rojiza hiciera lo mismo.

El camino hacia el dormitorio fue regado de ropa de abrigo que ahora era innecesaria.

Ruby alzó el cuerpo de Chelsea, y ésta enganchó sus piernas alrededor de sus caderas, sin dejar de besarla.

La Omega comenzó a frotarse contra la parte baja del estómago de Ruby, haciendo un esfuerzo para llegar hasta el miembro de la de pecas, provocando que Gillman suelte un jadeo contra sus labios.

Ruby la dejó sobre la cama, de forma suave, pero se sorprendió cuando la Omega fue un poco más brusca al girar sus cuerpos, cambiando de posiciones.

La sonrisa en los labios de Chelsea ya no era tan adorable, sino más atrevida.

La chica no habla, quitando su remera para luego hacer lo mismo con la de Ruby, para continuar bajando los pantalones y ropa interior de la misma, mirando el miembro semirrecto con un brillo en los ojos.

Ruby vio como se relamió los labios y supo que Chelsea no pediría permiso.

La menor acercó su boca para pasar su lengua desde la base hasta la cabeza del caliente miembro, haciendo que Ruby gimiera bajo, mordiéndose el labio con fuerza.

Chelsea lamió un par de veces la cabeza, jugando con su lengua en el mismo lugar, y ​​también con el orificio en esta que comenzó a gotear presemen.

Sintiendo el miembro cada vez más duro y erecto, metió todo el largo en su boca, ahuecando sus mejillas, succionando mientras aún pasaba su lengua.

Escuchaba los gemidos bajos de la otra, acompañado de sus jadeos, que no llegaban a silenciarse del todo por el miembro en su boca, subiendo y bajando, haciendo presión con sus labios alrededor del falo.

Sintió los dedos de Ruby enredarse en su pelo, dando leves caricias en su cuero cabelludo mientras la ayudaba con el ritmo.

─ 𝐃𝐄𝐋𝐓𝐀 | Chelby AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora