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Se miró en su espejo, el blanco de su traje era brillante y muy bonito. Acomodó su cabello peinándoselo.

Sonrió de par en par viéndose. Ese día de verdad había llegado, el día en que por fin contraería matrimonio. Había sido muy difícil llegar a ese día, tuvieron que sobrepasar muchísimos problemas y pruebas con respecto a su padre. Pero todo cesó cuando este falleció, al final después de todo su padre siempre quiso y esperó lo mejor para el. Dejándole todos sus bienes materiales a él por escrito en el testamento. También una carta pidiéndole perdón por todo lo que ocurrió.

Ahora el dirigía la gran empresa que venía siendo de generación en generación en su familia. Aunque fuera complicado, lo lograba día a día. Lewis era de gran ayuda.

Siempre lo había sido, apoyándolo y ayudándolo en todo momento desde que se conocieron. Realmente estaba agradecido con la vida por haberle dado la oportunidad de conocer a una persona como el. Su ángel.

Cuando terminaron la universidad se suponía que Lewis se iría a Austria a estudiar gastronomía, pero por el se quedó allí en Inglaterra y estudió allí mismo. Comenzaron su relación formalmente al terminar la escuela preparatoria. Ya había olvidado por completo a Max, no podía saber si lo había superado también, pero estaba seguro de que si, después de todo quería demasiado a Lewis, de hecho lo amaba y desde hoy comenzarían a vivir realmente como una pareja de esposos. Habían tomado ese paso después de lograr llegar hasta donde estaban. Ya nada podía arruinar su vida.

Salió de su departamento que ya se encontraba medio vacío por el hecho de que todas sus cosas se las habían llevado los de la mudanza, desde ahora vivirían juntos en un departamento mucho más grande y espacioso para los dos.

Entró al automóvil donde lo esperaba su conductor para llevárselo hacia el salón en donde se llevaría acabo su boda. No quisieron hacer nada extravagante y enorme. Simplemente habían invitado a unas cuantas personas además de a sus familiares.

Ese día por fin había llegado, realmente estaba emocionado. Llevaba dos días sin ver a Lewis porque habían decidido pasar unos días alejados antes de la boda.

Al llegar al salón se dirigió a entrar cuando dieron comienzo a la ceremonia. Caminó hasta el altar encontrándose con su novio peliverde vestido de traje negro elegantemente. Se veía completamente atractivo.

—Hola -saludó sonriéndole.

Lewis sonrió de par en par. —Hola cariño -su felicidad desbordaba en sus expresiones. Después de todo el había esperado, y añorado por ese día desde que supo que podía amar a quien quisiera. Checo era la primer y única persona de la que se había enamorado, y que estaría enamorado por siempre.

—¿Acepta contraer matrimonio con Lewis Hamilton, amarlo y respetarlo por el resto de sus vidas? -mencionó el hombre.

—Acepto-sonrió Checo mirando a su novio a los ojos.

—Y usted, Lewis Hamilton, ¿acepta amar, apoyar, respetar y valorar a Sergio Pérez por el resto de sus vidas?

—Por supuesto que si.

Se colocaron los anillos de matrimonio mirándose fijamente.

Las palabras del hombre que estaba enmedio de ellos finalizaron. Para por fin llegar a la tan esperada común frase "ya puede besar al novio".

Lewis no esperó más nada y se acercó más al pecoso, tomándolo por la cintura para atraerlo hacia su cuerpo, y hundirse en un dulce y largo beso.

Al separarse notaron la gran felicidad en sus expresiones.

[...]

[⚠️Desde aquí empiezan las escenas explicitas‼️]

Happy ever after; chewis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora