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-¡Mira! -dijo Jeonghan tomando la mano de su cita- las palomas forman figuritas con sus cuerpos -rio emocionado.

Jimin quería darle la atención que se merecía pero no podía, aún seguía muy dolido por la reciente discusión entre el pelinegro y él.

Su cabeza no podía pensar en otra cosa que no fuera la sonrisa de Jungkook, en sus ojos inclusive en la extraña forma en que caminaba las primeras veces que se acostaron.

-¿Qué me has hecho? -dijo en susurro sin contar con que el pelirojo junto a él lo había escuchado.

-Jimin, ¿estás bien? -preguntó amable.

-Sí sí -fingió una sonrisa- estaba pensando en algunas cosas del trabajo y me distraje, lo siento.

-No pasa nada -dijo dejando un beso en la mejilla de Jimin- vayamos a comer ¿sí? Tengo mucha hambre.

El rubio asintió y juntos fueron a un bonito restaurante para cenar, olvidando sus problemas tan por un instante mientras se perdía en la sonrisa de Jeonghan sin contar con que al llegar a su departamento todos los recuerdos de él junto al pelinegro inundarían su mente otra vez.

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El viernes llegó y la pareja de esposos salían de su hogar con dirección al aeropuerto, llevaban todo lo necesario para su viaje incluido las pastillas para los mareos y nauseas que el pelinegro había estado teniendo desde hace una semana, Namjoon insistió en llevarlo al médico pero como todo un caprichoso se negó rotundamente ya que seguro se trataba de una simple infección.

Llegaron al aeropuerto y esperaron a que anunciaran que ya podían abordar, una vez dentro del avión ambos sacaron sus almohadas especiales y sus mantas, serían casi trece horas de viaje directo hasta Roma así que debían estar cómodos para soportar tantas horas sentados.

Al cabo de unos quince minutos de que el avión despegó las azafatas comenzaron a repartir algunos refrigerios que consistían en una gelatina y unos snacks, cuando llegó el turno de Jungkook, este casi empujando a la señorita salió disparado al baño, el olor de los snacks abiertos le había dado mucho asco, eso no tenía sentido ya que él amaba comer esas cosas de vez en cuando.

Namjoon corrió atrás de su esposo y lo encontró vomitando agachado en el retrete mientras que de sus ojos caían lágrimas.

-Tranquilo amor, hazlo despacio -dijo sobando la espalda del pelinegro.

Una vez todo lo que había en su estómago estuvo fuera, se puso de pie y se lavó la boca.

-Me siento muy mal -lloró abrazando a su esposo- quiero mimos.

-Claro amor, te los daré pero volvamos a nuestros asientos ¿sí?

El pelinegro asintió y al llegar se recostó sobre su esposo mientras éste acariciaba sus cabellos. Otra cosa que había notado Namjoon era que desde que llegó de su viaje de negocios Jungkook estaba muy sensible, cualquier cosa lo alteraba y si no le hacía caso en lo que pidiera lloraba, como la noche anterior que se despertó a las tres de la madrugada despertándolo y pidiendo que le compre un helado de choco chips porque se le antojó, felizmente una tienda de convivencia estaba abierta y pudo comprar el helado.

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-Naciste para esto Jimin -decía el señor Yoon viendo las fotos del rubio recientemente tomadas- quiero que esta misma noche viajes para Roma, mañana tenemos un desfile de modas ahí y tú tienes que ser la cara principal.

-¿Habla en serio? -el rubio no lo podía creer- yo no he practicado, antes estuve en pasarelas pero eran pequeñas, nada comparado con el nivel de la de mañana, realmente no creo que yo-

-Basta muchacho, tienes el talento en tus venas no debes esforzarte porque te sale natural.

-Muchas gracias por la oportunidad -hizo una reverencia y salió del edificio.

Sacó su móvil y muy contento marcó el número de Jeonghan quien contestó al instante.

-Hola Jimin -saludó animado.

-¿Nos podemos ver ahora?

-Claro, ¿estás en el edificio aún?

-Acabo de salir.

-Vale, quédate ahí justo estaba llevando algunos documentos que mi padre olvidó en casa.

-Bien Jeong, hasta entonces.

El rubio se sentó en una banca y esperó a que Jeonghan llegara, el día de su cita descubrió que él era el hijo del señor Yoon Suho, su jefe, así que esperaba que lo que sea que estaba creando con el pelirojo no interfiriera con su trabajo.


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Están apareciendo las señales de las consecuencias de cojer como conejos

ⓒ LullabyMinn

Mine - JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora