Desde que Jimin y Jungkook comenzaron a vivir juntos ya habían transcurrido unos seis meses y medio, todo en su relación marchaba bien que asustaba, pero ya era hora de ser felices.-Mi amor -llamó Jimin— ¿viste mi reloj?
-¡Sí! -gritó Jungkook desde la cocina para que su novio lo escuchara- está sobre el estante del baño.
-Gracias, te amo -respondió el rubio y fue hacia el lugar indicado.
Después que Jimin se terminó de alistar fue a la cocina, donde el pelinegro preparaba el desayuno con una sonrisa contagiosa, desde hace días tenía esa actitud alegre y jovial.
-Eso se ve delicioso -dijo Jimin dejando un beso en la nuca de Jungkook.
-Lo está -el pelinegro se giró quedando frente a frente con el rubio- preparé panqueques ya que desde ayer tenía antojo de esa comida.
Jimin asintió sin entender lo que su novio trataba de decirle y llevó los platos hasta la mesa, donde comieron muy animadamente como cada mañana.
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Después que Jimin se fue a su trabajo, Jungkook se quedó acomodando todo y cuando terminó fue hasta su habitación y con una sonrisa sacó una cajita rectangular de su mesita de noche.
Hoy tenía una cita para cenar con el Rubio en uno de los restaurantes más bonitos de toda la ciudad, sería el lugar perfecto para darle la noticia.
Estaba buscando qué ropa ponerse cuando el timbre sonó, a perezosos pasos caminó hasta la puerta y la abrió encontrándose frente a él a Kim Seokjin.
-Jin...
-Kookie...
Las palabras no fueron necesarias, simplemente se sumergieron en un cálido abrazo que comunicó todo lo que no podían expresar.
Ellos eran mejores amigos desde muy pequeños y para romper ese lazo se necesitaba mucho más que una discusión como la que tuvieron.
-Lo siento, lo siento mucho -decía Jin dejando correr unas lágrimas por sus mejillas- no debí hablarte así.
-Yo no debí reaccionar como lo hice, fue culpa de ambos -acarició el rosado cabello de su amigo- te quiero mucho, Jinnie, prométeme que nunca más nos alejaremos.
-Lo prometo.
Jungkook puso al tanto de todo a Seokjin y este último no podía estar más que feliz por su mejor amigo, también le ayudó a escoger la ropa para la cena. Consistía en una camiseta negra de cuello tortuga, un pantalón del mismo color y una chompa roja de punto que combinaba a la perfección con su cabello.
-Estás precioso -halagó Jin- bueno, yo me tengo que ir, dejé a la bebé con Jackson y no es que confíe mucho en él.
-¿Sigue siendo el dios de la destrucción?-preguntó el pelinegro divertido.
-Pues sí, genio y figura hasta la sepultura supongo.
Ambos rieron y se despidieron acordando que uno de esos días se reencontrarian para salir a pasear para recuperar el tiempo perdido.
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Cuando Jimin llegó a casa ya era de noche y las luces estaban apagadas, inmediatamente las prendió y fue a la habitación en busca de su novio.
Tal como lo imaginó, Jungkook estaba ahí, hecho una bolita en la cama durmiendo plácidamente.
El rubio sonrió y se acercó para dejar besos sobre sus párpados, logrando despertarlo de esa forma. Jungkook abrió los ojos y sonrió, amaba cuando Jimin hacía eso.

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Mine - Jikook
FanfictionJungkook lleva un año de casado y tras una discusión con su esposo sale de casa en busca de algo de distracción llegando a un club donde conoce a Jimin, un rubio que desde que vio a Jungkook entrar a aquel lugar, quedó hipnotizado con su belleza. O...