๑El amor nunca es lo que parece y las personas que crees conocer ocultan mil y un cosas, sana es una de ellas, confunde a jihyo a tal punto de lastimarla.๑
₊˚✧ ༉¿Cuántos secretos guarda Sana y su familia?
SAHYO G!P
-Historia completamente mía.
-Smut...
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- ¡Maldita sea llegare tarde! —Gruño jihyo mientras se colocaba sus converse blancas.
- Cállate coño. -Una nayeon adormilada hablo con palabras alargadas y con pereza. Jihyo la fulmino con la mirada, mientras seguía con sus labores.
- No estuviera apurada si tú —la señalo con el dedo acusatoriamente— no hubieras puesto dos botellas de whisky en mi bebida, ¡Quieres que muera por un coma etílico! – con desesperación siguió con sus labores.
- No es para tanto, solo unos traguitos. Además, no sabía que tenías parciales, y, ¡anoche no te estabas quejando, hipócrita! – la susodicha se recostó en el espaldar de su cama, mirando con ojos cansados a su mejor amiga. – Perdóname hyo, pero al menos nos divertimos. – le dio una sonrisa mientras se levantaba de su cama, sus otras amigas, dahyun y mina, alejadas de la realidad en un sueño profundo por el consumo del alcohol, estaban acostadas la una con la otra en posiciones un poco... extravagantes.
- Ahhhg mierda, nayeon perderé el puñetero examen, no estudie nada. Mama me va a matar. —Dijo jihyo frotándose la frente con tal fuerza que parecía que se la fuera a sacar. Su amiga en modo de consuelo se le acerco abrazándola por detrás y hablo:
- ¿De que trata?
- La maldita constitución, que por cierto no leí el libro que recomendó; estoy muerta. Sabes que esa bruja nunca da segundas oportunidades. – Y bien que lo sabía, su reciente amiga, Jennie Kim, suspendió un parcial con ella de maestra y no importo cuantas suplicas diera la coreana, la arpía no cedía, era imposible hacerla ceder.
- Dios te proteja jihyo. – sin mas dejo el abrazo y se despido dándole una bendición, besándole la frente.
Jihyo, por el apuro, no se vistió como solía: Faldas, camisas cortas de escotes pronunciados, y por supuesto, maquillaje. Todo aquello tomaba mucho tiempo, y el tiempo en estos momentos le hacía mucha falta a jihyo.
Con el caminar decidido y el corazón a mil se dirigió al salón que más odiaba: Derecho penal.
Ya enfrenté de la puerta, cerro los ojos y aspiro fuerte, mirando su reloj y comprobando algo que ya estaba claro, llegaba tarde media hora. No era problema, podía llegar a cualquier hora, mientras llegara. Pero no teniendo una beca, eso bajaría su rendimiento académico, y todo por lo que había luchado cuando era joven. Notas perfectas para estar en una universidad perfecta.
Con sutilidad agarro el pomo de la puerta girándola suavemente para no que no sonase. Y entro al aula.
Todo tan callado, sin signos de vida o bullicio, los curiosos ojos se dirigieron a ella mirándola con la boca entreabierta, su ¨oufit¨ consistía en ropa holgada, lo primero que consiguió ponerse en tiempo récord, el pelo lo tenia en una coleta torpemente alta y flequillo, sus cabellos caían por su cien y daban ese toque descuidado, y claro, no traía maquillaje, no lo necesitaba, pero era algo que la caracterizaba.
