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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 15


Elisse y yo estamos acostadas en el sofá. Ella está abajo de mí y me besa con suavidad mientras yo le acaricio los muslos.

Me siento como una tonta sin experiencia, y ella, en cambio, parece muy relajada.

Han pasado diez minutos desde que bajamos y lo único que he hecho es besarla. Sé que ella quiere más que eso pero por alguna razón estúpida tengo miedo de arruinarlo. Como si no hubiera hecho esto nunca en la vida.

En un momento dejo de besarla y simplemente la miro en silencio. Las puntas de su cabello están húmedas y tiene los labios ligeramente rojos. Parece confundida.

—¿Está todo en orden? —pregunta.

—Solo quiero asegurarme...

Elisse me toca los labios con el pulgar y después desliza la mano por mi mejilla, hasta que acaba acunando mi rostro. En un susurro, con su voz tan dulce, me dice:

—Quiero hacer esto. Quiero entregarme a ti por completo y de una vez por todas. Lo deseo infinitamente. Te deseo.

—Es todo lo que quería escuchar.

Le suelto el nudo de la bata y la quito con cuidado. Elisse hace lo mismo conmigo, hasta que quedo en ropa interior y ella en el traje de baño. Se permite observarme a detalle y de un momento a otro sus mejillas se sonrojan.

—¿Puedo? —pregunta, mirando mis pechos. 

Yo asiento. Entonces Elisse pone una mano sobre el izquierdo. Lo toca con cuidado, como si tuviera miedo de romperme.

Mientras tanto yo la beso de una manera diferente a como lo hemos hecho hasta ahora. Esta vez es un beso más intenso. Le muerdo el labio un par de veces y tiro de él también. No necesito preguntarle si puedo tocarla porque ella misma guía una de mis manos a su pecho. Hace que la cierre entorno a él. Primero con suavidad y luego un poco más fuerte.

—¿Puedo verlos? —susurro, ahora besándole el cuello.

—Hazlo —responde.

Con cuidado hago que se incorpore. Después le suelto el nudo del traje de baño que se le queda en la espalda. El sostén cae, permitiendo que los pechos de Elisse ahora estén expuestos ante mí. Elisse se acuesta de nuevo, con la cabeza apoyada en el reposabrazos. Sospecho lo que eso significa.

—¿Quieres que los bese? —me aseguro. Ella tan solo asiente.

Sin decir nada más, me inclino hacia ella. Empiezo a besarle el cuello nuevamente, bajando gradualmente hasta llegar a sus pechos. La escucho soltar un suspiro cuando me llevo uno a la boca.

—Se siente tan bien —dice en voz baja. Tiene los ojos cerrados y una mano en mi cabeza.

—Puedes decirme si algo te incomoda.

—¿Si? —Elisse abre los ojos. Parece sorprendida, como si nunca hubiera esperado que le dijera algo parecido. Yo frunzo el ceño y me detengo. Me siento. Entonces ella también lo hace.

—Claro que sí, Liss. No voy a hacer nada que a ti no te guste.

—Eres la primera mujer en mi vida —me dice con timidez—. Y por la misma razón me resulta vergonzoso. Es decir... Tengo miedo de arruinarlo. Soy completamente inexperta.

—Yo también estuve en la misma situación —busco su mano y le doy un beso en los nudillos—. Está bien que estés nerviosa, no pasa nada. Con el tiempo las cosas serán diferentes, ya verás.

—¿No te molestarás si lo hago mal? ¿Volverás a estar conmigo aunque no sea tan bueno?

El corazón se me hace pequeño dentro del pecho. Me duele imaginar que estas ideas le hayan surgido a raíz de su relación anterior. No puedo creer que alguien sea tan miserable como para tratar a su pareja de la forma en la que Gregor trataba a Liss.

—Elisse, yo te quiero más allá de esto. Tu cuerpo es hermoso, tus pechos son tan... —bajo la mirada hacia ellos—. Vaya, en verdad son lindos.

—Por Dios —suelta una risita y se tapa el rostro con la manos. Es como si hasta este momento se hubiera percatado de que está desnuda.

Me deslizo hasta quedar pegada a ella y le bajo las manos de la cara. La miro directo a los ojos, aunque me cuesta trabajo concentrarme.

—No haré nada con lo que tú no estés a gusto —le digo una vez más—. Y las dos la pasaremos bien por igual. Aunque es probable que tú te lleves la mejor parte.

—¿A qué te refieres?

Sonriendo, le doy un beso en la mejilla.

—Ya lo verás.

Elisse asiente. Se anima a mirarme los pechos sin ningún disimulo. Yo hago que los toque. Con las dos manos. Las cierro entorno a ellos, y hago que los apriete con suavidad, aumentando la fuerza. Después dejo que siga por su cuenta. Dejo que explore mis texturas y mis curvas. Para mí es un verdadero placer que Elisse me acaricie hasta el cansancio. Pero aún no se anima a nada más. Supongo que espera que yo lo haga primero. Me doy cuenta de que tengo la razón cuando vuelve a acostarse.

—Continúa con lo tuyo —me dice, sonriendo tímidamente.

—De acuerdo.

Le beso los labios mientras le acaricio los muslos. Vuelvo a bajar hacia sus pechos y con los dedos trazo círculos alrededor de uno mientras succiono el otro. Elisse arquea la espalda cuando empiezo a hacer uso de mi lengua. La llevo de un lado a otro. En medio de sus pechos, en su cuello, por todo su abdomen, hasta llegar a su vientre.

Se me hace divertido el hecho de que tiene el ceño fruncido y los ojos muy cerrados. Consigo que me mire cuando entrelazo mi mano a la suya.

La Larissa de hace cinco meses no me creería si le digo lo que está apunto de hacer. Jamás me creería que está tocando y besando a la mujer que fue su amor platónico por un año entero. 

Elisse se muerde el labio inferior. Siento el fuerte agarre de su mano. Yo no la suelto, y la mano que tengo libre la enrollo en su muslo. Entonces me pierdo entre sus piernas.

Los gemidos de Elisse son suaves y casi inaudibles. Supongo que tiene miedo de despertar a Gracie. Cuando la veo taparse la boca decido continuar solamente con los dedos y subo hasta ella.

Elisse abre los ojos. Ni siquiera tengo que decirle que me bese por que es ella quien toma la iniciativa. Lo hace con desesperación e intensidad, ahogando sus gemidos en mis labios.

Siento sus manos en mi espalda. Escucho su respiración agitada. Nuestros corazones están a la misma altura y laten al mismo ritmo acelerado.

Al terminar, me acuesto a su lado y la guío a mi pecho. Le doy un beso en la frente mientras la estrujo con ternura.

—Te quiero —me dice en voz baja.

—Y yo te quiero a ti, Lissie.





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ℋℴ𝓁𝒾


Hoy solo paso a decir que estas dos me dan un montón de ternura. Las quiero mucho. 🥺

Espero que hayan disfrutado el cap. Es corto pero no les quería dejar sin actualización.

Buenas noches. Bsitos <3

𝒜𝓂ℴ𝓇 𝓎 ℴ𝓉𝓇𝒶𝓈 𝓈ℴ𝓃𝒶𝓉𝒶𝓈 / ℒ𝒶𝓇𝒾𝓈𝓈𝒶 𝒲ℯℯ𝓂𝓈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora