21

81 14 8
                                    

Capítulo 21


El lugar en el que me encuentro es uno de mis restaurantes favoritos de la ciudad. Me gusta porque me recuerda a Eleanor.

El ambiente es muy agradable.
Todos los viernes hay música en vivo con un tipo que toca el sax como un prodigio. La comida es exquisita y la colección de vinos es de primera. Pero, a partir de hoy, todos los buenos recuerdos que tengo de este sitio se están empañando con la presencia de Gregor. Después de hoy no creo volver a poner un pie aquí.

Llevo media hora escuchando lo arrepentido que está de haber arruinado la familia tan perfecta que tenía, de haber perdido a la mujer tan excepcional que es Liss, y de haber fracturado su relación con Gracie.

Es patético. Es un actor de quinta. No comprendo cómo es que Liss ha caído en su juego absurdo. Y no comprendo cómo es que terminé aceptando esta reunión sin sentido. Creí que podía tolerarla pero ahora mismo estoy muy arrepentida.

Le echo un vistazo a mi alrededor y luego bajo la vista a mi regazo, donde permanece mi teléfono. Solo han transcurrido tres minutos desde la última vez que miré la hora. Es como si, desde que estoy aquí, el tiempo se hubiera ralentizado.

Gregor se aclara la garganta después de tomar un sorbo de vino, y con eso gana mi atención. Me está analizando, como lo ha estado haciendo desde que se sentó frente a mí. Estoy segura, guiándome por la expresión de su rostro, que hará un comentario fuera de lugar.

—Desde que nos conocimos he estado pensando... —dice, adoptando una postura más erguida—. Elisse tiene sus objetivos muy claros. Esa es una de las razones que me hizo enamorarme de ella, de querer hacerla mi esposa. En este punto ya no me sorprende que haya pasado por alto el hecho de que eres mujer. ¿Sabes por qué? Porque a pesar de esa diferencia, tú y yo somos casi lo mismo.

—Tú y yo estamos muy lejos de ser lo mismo.

La sonrisa que esboza me provoca náuseas.

—Elisse no lo ve de esa forma —repone—. Yo la conozco muy bien. Déjame mostrarte ese lado suyo que esconde de ti.  

—¿Qué es lo que quieres, Gregor?

Me inclino un poco sobre la mesa, con las manos empuñadas en mi regazo. Estoy apretando tan fuerte mis guantes que creo que si aprieto un poco más llegaré a romperlos.

—¿Por qué te importa tanto lo que Liss y yo hagamos? ¿Por qué te importa tanto lo que me pueda hacer? Lo único que debería preocuparte es cumplir tu rol con Gracie. Nada más. Lo que pase con mi vida no te incumbe y agradecería que no volvieras a contactarte conmigo.

No quiero seguir escuchándolo. No quiero seguir viéndolo. Así que sin esperar una respuesta me pongo de pie.

—Para Elisse, tú y yo representamos lo mismo: una oportunidad para escalar.

Tengo el estómago revuelto y la sangre calentándose en mis venas.

—¿Quieres decir que Elisse solo está conmigo por lo que puedo ofrecerle?

—Sí.

—Bueno, sin duda es más de lo que tu pudiste darle.

La expresión burlona de Gregor ha cambiado a una más tensa. Podría decir que me complace haberlo acabado en su propio juego pero este tipo es tan insignificante para mí que no merece la pena. No me importa lo que piense o lo que diga. Yo estoy muy segura de mi relación y de los sentimientos de Liss. Nada va a hacerme dudar de lo nuestro. Ni siquiera el descubrimiento que Jim ha hecho en el caso de Eleanor.

Hoy ha sido la última clase de Elisse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hoy ha sido la última clase de Elisse.
Y cuando digo que ha sido la última, es porque fue la última.

Yo no quería dejarla ir tan pronto. Por eso cuando me dio la noticia de que volvería al teatro, le pedí que al menos acabara el mes. Por desgracia esta última semana acabó más rápido de lo que preví. Y ahora estamos aquí, en mi oficina, con ella sentada en mis piernas. Está olfateando las flores de despedida que le compré. 

—¿De verdad de verdad es necesario? —le pregunto.

Ya he perdido la cuenta de las veces que, a lo largo de la semana, le he hecho esta misma pregunta.

Ella me contesta siempre de la misma forma, sonriendo:

—De verdad de verdad.

—Estoy muy orgullosa de ti, te lo digo todo el tiempo, pero Dios Santo, te echaré tanto de menos.

La luz que irradian los ojos de Liss cuando voltea a verme me demuestra que estoy amando a la persona correcta. Nunca nadie me había visto así. Nunca nadie me había visto. Y ella solo tiene ojos para mí.

—Y yo a ti —contesta—. Echaré de menos escuchar esos rumores que dicen que soy la favorita de la directora. 

Echo la cabeza hacia atrás, riendo. Liss aprovecha para enrollarme los brazos en el cuello y se acerca a mi boca.

—¿Pero sabes que es lo bueno de todo esto?

—¿Que esos rumores son ciertos?

—No —niega—.  Salir de aquí al fin me da la libertad de decir que eres mía.

—Soy enteramente tuya. Siempre.

Los dedos de Liss me sostienen el mentón con suavidad. Su mirada baja a mis labios.
Yo cierro los ojos cuando empieza a besarme.
Un segundo después me está escudriñando en silencio. 

—Pero hay algo más que te preocupa, ¿no es así? Sospecho que esa mirada oculta algo más que mi salida de Nevermore.

Soy una muy mala actriz cuando se trata de ocultarle algo a Elisse. No quería ocultarlo, en primer lugar, pero no estaba en mis planes tocar este tema por hoy. Quería hacerlo en un par de días, cuando Jim tuviera las pruebas suficientes. Cuando mi mente hubiera procesado que muy probablemente el accidente de mi hermana no fue un accidente.

Siempre lo sospeché. Una parte de mí siempre desconfió de Adam y de la rapidez tan sorprendente con la que dieron el caso por cerrado. Pero también tenía miedo de reconocerlo. Me reprochaba por tener esas ideas, que según yo, eran aberrantes. Creía que era algo propio del duelo, que estaba tan destrozada que necesitaba encontrar a un culpable. 

Estaba tan ocupada en salvar a Olive que nunca le hice caso a mi intuición.

Le cuento a Liss todo lo que sé y todo lo que llevo sospechando desde hace dos años. Le digo que gracias a Olive me armé de valor para que reabrieran la investigación y que además de rastrear a Adam, el detective también se ha encargado de recolectar más información sobre la muerte de Eleanor. Le digo que hay nuevas pistas, una que lo cambia todo: los resultados del análisis forense fueron alterados.






────୨ৎ────

𝓱𝓸𝓵𝓲

VOLVÍ 😭

Ay, no sé ni por dónde empezar pero qué bueno es estar por aquí de nuevo. El capítulo es extremadamente corto, ya sé, pero ya quería publicarlo. Ya les hice esperar demasiado.

Tenganme paciencia, de veras. Estoy pasando por un bloqueo bien feo. Puede que no publique diario pero nunca dejaré de hacerlo hasta que acabe con las historias que tengo pendientes.

Lo último que tengo para decirles es que la etapa de enamorarse de una maestra les recomiendo saltársela 💀💀

Por cierto, no me olvido de la ilustración que les debo de esta parejita. Sigo trabajando en ello y espero pronto publicarla.

Cuídense, les quiero muchísimo. 🤍🤍

Posdata: ¿Creen que Gregor tenga razón? 👀

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 04 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝒜𝓂ℴ𝓇 𝓎 ℴ𝓉𝓇𝒶𝓈 𝓈ℴ𝓃𝒶𝓉𝒶𝓈 / ℒ𝒶𝓇𝒾𝓈𝓈𝒶 𝒲ℯℯ𝓂𝓈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora