fathers.

VIII

fathers : O8

jungkook terminó de ordenar su hogar antes de darle un vistazo al living.

había ordenado todo para ver algunas películas allí, junto a mantas y ahora solamente prepararía una ricas palomitas.

jeon woomin ya no se encontraba en casa, su madre había pasado a buscarla cerca de las nueve de la mañana.

el timbre de su casa sonó haciéndole dejar todo sobre la mesa para abrir.

su corazón se aceleró y una sonrisa apareció en sus labios al ver allí a taehyung, quien cargaba un bolso.

-buenas noches, kook-. saludó el rubio soltando una pequeña risita cuando jungkook le abrazó por el cuello.

-buenas noches, hyung-. devolvió el saludo antes de dejar un corto beso en los labios de su mayor.

lo había extrañado, no iba a mentir.

-adelante-. el azabache se hizo a un lado dejando entrar a su mayor -woomin ya no está, ¿quieres que deje tu bolso en la habitación?-. preguntó suavemente.

aquella noche taehyung dormiría allí.

—está bien, te esperaré—. taehyung le vio subir por las escaleras hasta desaparecer.

soltó un suspiro sintiendo los nervios recorrer su cuerpo.

estaba demasiado nervioso, incluso más que la primera vez que visitó la casa de jungkook.

—hyung, ¿quieres ayudarme a hacer las palomitas?—. preguntó el azabache bajando las escaleras con rapidez.

parecía un adolescente lleno de energía.

—está bien, vamos a hacer palomitas—. respondió siguiendo a su menor a la cocina.

allí ambos empezaron a hacer palomitas dulces, algunas con caramelo y otras con chocolate.

—vamos al living, allí tengo muchas mantas, cojines y películas para ver—. el azabache sonrió tomando ambos bowl con palomitas.

—entonces vamos—. taehyung sonrió caminando hacia el living junto a jungkook quien se sentó en el suelo.

allí habían algunos cojines y mantas cubriendo el piso, se veía cómodo.

ambos se recostaron allí y colocaron una película, jungkook había insistido en ver una de marvel y taehyung no pudo negarle nada a aquellos ojitos y bello puchero.

las palomitas se acabaron casi al término de la película pero ambos estaban bastante cómodos para moverse, solamente cambiaron la película y se acurrucaron.

taehyung sobre el pecho de jungkook.

quien diría que era cómodo.

—¿qué hora es?—. preguntó suavemente el azabache, taehyung estiró su brazo hacia ambos teléfonos, tomó el suyo mirando la hora.

—cerca de las diez—. murmuró dejando el teléfono allí nuevamente, alzó su cabeza hacia jungkook quien le sonrió suave.

—me gustas mucho, hyung—. murmuró de repente el menor de ambos, un pequeño silencio extendiéndose en la habitación donde taehyung le sonrió encantado.

sus ojitos desapareciendo un poco ante sus mejillas subiendo por su bonita sonrisa, podía ver sus ojos brillar mientras sus pómulos se sonrojaban y una tímida risita escapaba de sus labios.