"Solo estoy tratando de encontrar el amor verdadero, lo encontraré algún día y seré feliz"
Sin embargo aquél pensamiento jamás se volvió a realidad
La princesa menor Akane se comprometió con el príncipe heredero Aqua, éso hizo que su corazón se romp...
El viento soplaba demasiado, aquella mansión solitaria se deslumbró gracias a la presencia de esas 4 personas presentes.
-¿Esos nos son los príncipes?, ¡Aquamarine Hoshino y Ruby Hoshino están aquí vengan todos!. -¿La princesa Kana?, han pasado años desde que no la veo.
Más y más sirvientes se amontonaban para ver qué estaba pasando en ello una sirvienta gritó.
-¿¡Princesa Kana que le está haciendo a la princesa Akane!?- Gritó con enfado una sirvienta de cabello negro, la cual era acompañada de una chica que parecía ser una noble.
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Simplemente sentí vergüenza, es una idiotez.
Mis mejillas estaban rojas.
-H-Hola- dije con la cabeza agachada.
Es extraño trate de hablar cuando me voltee en aquel momento revelando mi rostro, sin embargo no pude.
Solamente después de aquello noté el error que cometí. Quede congelada al ver a aquellas personas, y otra vez sucedió lo mismo, alguien dijo aquello.
Aquellas palabras de parte de aquella sirvienta me dolieron.
Es verdad yo soy un monstruo, eso es lo que todos me dijeron desde pequeña, pero no les hice caso, si ahora, en estos momentos yo tuviera el valor podría decir algo.
Ja, ja, ja, supongo que fue mala idea acompañarte.
Traté de mover mis pies, sin embargo no pude por más que lo intentaba.
Maldición... No quería, pero.
Mordí mis labios fuertemente. Cuando note lo que hacía ya estaban sangrando.
Oh... Debo sobrevivir. Y para hacerlo debo desechar esos rumores.
Mostré una sonrisa, aún que no salió perfecta. No debo dejar de sonreír, los ciudadanos no apoyarán alguien que es malo.
La sirvienta que gritó se me acercó rápidamente.
¿Una bofetada?, ¿Insultos?... ¿Qué más quieren de mí?. Oh ya lo entendí, por fin lo he entendido.
No puedo seguir fingiendo esta sonrisa, pero debo hacerlo, ya que todos quieren que Akane brille...
Cerré mis ojos al darme cuenta de que iba a recibir una bofetada, pero espere y espere y nunca la recibí, al final abrí mis ojos.
Vi a Ruby enfrente de mí, sin embargo ella no recibió la bofetada, afortunadamente alguien detuvo a esa sirvienta, fue una chica.
-Jajaja lo siento disculpen a mi entrometida sirvienta- rio una chica de cabello rubio corto, con ojos celestes como el cielo y piel hermosa.
-¡Mem-Cho!-grito Akane enojada y con una expresión espeluznante.
Ruby volteo a verme, con una expresión preocupada.
