PRINCESA HOY ES EL DÍA

EXTRA 1.0

Antes de comenzar. Estos solo son extras de algunas cosas que quedaron sin resolver en la historia. Solo son datos. En el extra 3.0 y 4.0 recién se hablará sobre cosas del presente.

Ya queda en ustedes si ven los extras 1.0 y 2.0 y los otros dos.

Todos estos dos primeros extras serán vistos desde la perspectiva de Melt Narushima.

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|•_ Mi corazón... Atesora tu regaló de aquella vez.

Hoy está nublado como siempre
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Mi voz llamará tu nombre una y otra vez. Hermana menor.

Melt Narushima•~

¿Yo?... Yo antes de acabar de esta forma vagando... Era alguien más...

Me preguntó si aún me recuerdan, Ruby Hoshino y Aquamarine Hoshino, También... Ese idiota de Hikaru...

Hace algunos años. En un callejón...

... Hoy es un día como cualquier otro... Estoy solo aquí... Mamá te extraño... Mamá...

Mientras estaba ahí en el piso pensativo escuché unas voces. No les tome importancia así que seguí mi camino.

Soy el último descendiente de la magia de Antia. Mi nombre es Melt Narushima, tengo 15 años recién cumplidos, mi madre murió y mi padre... Jamás conocí a ese hombre y no me interesa en lo más mínimo, ese hombre abandonó a mi mamá.

Magia de Antia. Se dice que fue creada por una maga muy experta, quién cultivo su poder por años. De generación en generación, aquellos descendientes fueron eliminados uno por uno, porque el Estado pensaba que eran un peligro. Y yo era uno de esos descendientes.

Una ropa vieja y desgastada llevaba puestas, unas heridas en mis brazos y piernas eran notorias e vivido toda mi vida escapando de las personas que me buscan. El imperio me ha perseguido incontables veces, pero últimamente se han detenido...

Suspiró

Me levanté del suelo y cuando estuve a punto de moverme me quedé inmóvil al ver a alguien encapuchado apuntarme en mi cuello con una filosa espada me detuvo, pero, mi cara tenía un rasguño... Me lastimó el rostro...

─¿Quién eres?, acaso otro asesino del imperio que vino... Parece que me descubrieron más rápido de lo que pensé, tenía planeado tomarme unas vacaciones, ya que nadie venía últimamente por mí ─Susurré en voz baja mientras miraba la espada y con un dedo aparte la espada de mi cuello y mencione con una sonrisa─ No deberías apuntar a alguien con algo como esto─.

Cuando levanté la vista, pude ver el rostro de aquel chico que tenía frente a mí.

Era un chico que apenas parecía haber cumplido la mayoría de edad probablemente tenía 18 años o un poco más, su cabello rubio se movía por el viento, sus labios rojos, sus pestañas largas, ojos celestes o azules oscuros, junto con sus pupilas en una forma de estrella color negro y su piel de porcelana. Junto con una belleza indescriptible...