Capitulo 24

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Capitulo dedicado a justotherreader
Seguidora de la historia 👾💗 doble actualización porque ando inspirada. Alguien de aquí anda celosa 👀 y alguien de aquí quiere dejar sin pantalones a Mara 🍒💚 jajaja. 😁

Capitulo 24

Mis latidos desbocados me hacen sentir mil sensaciones por el sorpresivo beso, su beso es posesivo y dominante, sus manos en mi rostro, sus ojos preocupados me miran fijamente. El verdín de sus ojos parece brillar y me reconforta tanto poder verlos tan de cerca.

—Estoy aquí bonita —susurra acariciando mi cabello y deja un beso en mi frente.

Eréndira ríe con sarcasmo y diversión al ser testigo del tierno gesto de Salvatore.

—Yo no soy estúpida como está —me señala—. Ese cuento de el hombre enamorado no me lo trago, hay algo detrás de todo esto, y lo voy a descubrir —dictamina molesta.

—Mantente lejos de mis asuntos —advierte Salvatore. Con un brazo rodea mi cintura y me pega a el, haciendo referencia a que le pertenezco sobre todas las cosas, sobre ella, sobre Víctor e incluso sobre su poderoso padre.

—Disfruta tu cuento de hadas porque pronto se convertirá en uno de terror —se dirige a mi, advirtiendo. Enfadada sale de la mansión sin decir nada más.

En cuanto se va, Salvatore saca su arma y da dos tiros al techo, acción que me desconcierta y tiemblo de miedo al escuchar los estruendos, me tapo los oídos pensando que los disparos continuarán pero no lo hace, me mantiene pegada a el, pero no dice nada, su expresión es de enojo. Sus hombres corren al lugar con armas y alertas de un posible intruso, pero no se trata de eso.

—¿Dónde carajos estaban? —pregunta enfurecido refiriéndose a sus hombres. Ninguno de ellos parece estar al tanto de lo que pasó.

Uno de ellos se atreve a responder.

—El Señor Genovese nos disperso diciendo que necesitaban privacidad, solo seguíamos órde...

—¿Quién es tu jefe? —lo interrumpe Salvatore con autoridad.

—Usted señor —responde con la cabeza baja.

—Mis órdenes fueron claras. Necesito que estén al pendiente de Mara veinticuatro siete incluso si está dormida. Si algo le hubiera pasado yo mismo les volaría la cabeza a cada uno y se las enviaría a su familia como regalo —grita enfurecido, su voz es firme y ningún hombre se atreve a sostenerle la mirada. Su porte impone autoridad y rudeza.

—Entendido Señor. No volverá a pasar —dicen al mismo tiempo, obedeciendo su orden.

Salvatore los ignora y se dirige a mi. Este mismo me carga en brazos sin poder poner objeción, camina y sube por las escaleras y cuando está en lo alto se devuelve conmigo en brazos y se dirige al Señor Genovese quien reposa en unos de los sillones bebiendo vino sin mostrar interés en lo que acaba de suceder.

—¿Si recuerdas que no proteger a la mujer de tu jefe es traición? —le dice algarabía.

El señor Genovese decide prestarle atención pero no responde, sigue estoico bebiendo de su copa.

—Bájame por favor —le susurro pues estoy tan avergonzada de que me mantenga en brazos, no solo el señor Genovese está viendo si no también los demás hombres.

—Te sigo considerando mi hermano pero si vuelves a pasar por de lado mis órdenes me olvidaré de eso, sobre todo si incluyen a Mara —le dice omitiendo mi petición.

—Es traición si dejo que muera —el señor Genovese decide hablar, no muestra interés en el tema, su expresión es sería.

—Sera traición si dejas que le hagan incluso un solo rasguño —dictamina Salvatore.

Mi Contrato Con Un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora