Mi Contrato Con Un Mafioso

Capitulo 28

Capitulo dedicado a NisaelMartinez2
💚🍒Seguidor@ de la historia creo se me va ser eterno mencionar a todas las personitas que me siguen votan y comentan, por que son muchas pero se los agradezco de corazón por estar al pendiente de la historia, me animan a seguir escribiendo.

Capitulo 28

Llevo días revisando la cuenta de banco que le entregué a Santi con la intención de que mis padres dispongan de ese dinero, pero lo raro es que el dinero está completo, no han tomado ni un solo dólar. Debí entregarle la cuenta personalmente a ellos, Santi puedo haberlo olvidado, y mi otra opción es que no quieren tomar el dinero. Acepte el trabajo por ellos, yo solo quería darles una vida mejor, no hacerles la vida miserable con mi ausencia. Bien dicen que el dinero no compra la felicidad.

Todo el trabajo está en pausa debido a la ausencia de Salvatore, y sin eso en qué ocuparme no tengo mucho que hacer. No he vuelto a ver a la niña de ojos verdes con marcas en las manos, y tampoco he querido preguntar a Celeste pues por algo me pidió que no le dijera a Salvatore que la había visto. El señor Genovese y Peter siguen en las mismas, van y vienen haciendo no se que cosa. Nunca estoy sola, es decir Draco se ha convertido en mi sombra y me mantiene vigilada, a excepción de cuando estoy en la habitación, o por instantes cuando entiendo que tiene necesidades como cualquier otra persona, no platicamos mucho es muy reservado, más no grosero.

Estos días he estado más sensible de lo común al ser consciente de que se acerca mi cumpleaños número veinte, y que no estaré con mi familia, los meses en la mansión se han pasado volando, y en unos días festejarán mis cumpleaños. ¡Mi fiesta de cumpleaños con mafiosos como invitados!, jamás lo habría imaginado. Esto es muy loco.
¿Qué diría la atolondrada de mi amiga Sara si le contara todo lo que me ha pasado en estos meses?, No me lo creería, se reiría de mi. Extraño a mi amiga y a sus estupideces sin sentido. Extraño todo lo que una vez me pareció aburrido, incluso el trabajar en el restaurante.

—¡Mara! —escucho mi nombre a la distancia. Me encuentro en el jardín disfrutando el aire fresco de noviembre, hoy justamente dio inicio ese mes. Celeste es quien me llama algo afligida.

—¿Qué pasa? —le digo una vez llega hasta a mi.

—El señor Walter acaba de llegar y exige verte.

Caigo en cuenta de que está vez si estoy sola, el Señor Genovese y Peter aún no vuelven, y Draco, ¿Dónde está?, Aveces lo pierdo de vista.

—Ahora voy —digo algo dudosa.

Solo espero que no venga a exigir su cargamento como en la otra ocasión. Seguida de Celeste me encamino a la mansión.

—¡Querida que gusto verte de nuevo! —exclama Walter en cuanto me entrar. Mira a mis espaldas buscando algo que al no encontrarlo le causa felicidad.

—Debo aprovechar que el mal encarado de Draco no está por aquí y saludarte como es debido —se acerca y me saluda con un beso en cada mejilla —. ¡Bienvenida a la familia!, perdón por no haberlo dicho antes, ¿pero ese hombre de ojos grises si que intimida un poco no? —me pregunta refiriéndose a Draco.

—Si algo —logro emitir ante lo sorpresivo que ha sido su aparición. Caminamos al interior de la mansión para dirigirnos a la sala mientras me guía tomado de mis hombros.

—¿A qué debemos su visita Señor? —le pregunto tratando de ser formal, pues todo lo que se de este señor me indica que le debo respeto. Se deja caer con dramatismo en uno de los sofás una vez llegamos a la sala.

—Nada de señor que me haces sentir como si tuviese ochenta años —advierte—. Llámame Tío Walter de acuerdo.

—Bien Tío Walter —comento apenada siguiéndole el juego —. ¿Qué necesita?, el señor Genovese ya le explicó el motivo del porque su cargamento aún está listo.