CAPÍTULO 13

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Ese beso fue... tierno, super delicado, pero también ardiente, cargado de urgencia y pasión, por mi cabeza pasaron mil cosas a la vez, no tenia muy claro como reaccionar a eso aunque se ve que mi cuerpo sabia perfectamente lo que quería.

Le devolví el beso antes de que pudiera pensar si era lo adecuado o no, mi yo impulsivo tomó el mando mientras mi cabeza, la racionalidad, se dejaba llevar por el momento tan bonito que estaba sucediendo, tras ese vino otro y muchos mas, nuestros cuerpos se entrelazaron como si llevase media vida sucediendo, con total naturalidad fuimos dando paso a caricias, deseo y ganas, muchas ganas.

No se muy bien como pasó, por primera vez en mi vida la mente iba por un lado y el cuerpo por otro, pero a la vez en sintonía, ¿es extraño verdad?, ambos querían lo que estaba sucediendo, pero mi mente quería racionalizarlo y mi cuerpo quería disfrutar el momento.

Me encontré recibiendo y dando la misma cantidad de caricias a la vez, luego se fueron intensificando y fuimos desnudándonos con mucha urgencia, me encontré quitándole la camisa mientras ella desabrochaba mis pantalones, no había palabras, no había pensamientos mas allá de lo que estaba sucediendo.

Sus manos vagaban por mi piel como un explorador que ya conoce el camino que está recorriendo, sabia perfectamente que caricias propinar para conseguir aumentar el nivel de calor en mi, yo me dejaba llevar, deseando todo lo que estaba pasando sin pensar en las repercusiones.

Es Kate, lo que significa que nos hemos criado casi como hermanas, entonces lo lógico es pensar que entre nosotras no puede suceder nada, no podemos estar haciendo el amor de esta manera tan apasionada, un momento ¿para ella será igual?.

Solo pensaba "tengo que averiguarlo cuanto antes, pero primero voy a disfrutar de esto", así lo hicimos durante toda la tarde y la noche, disfrutamos la una de la otra con tanta fuerza que no había espacio para más, simplemente nos dedicábamos todos los besos y caricias que fuera posible.

Descubrí a una persona generosa, apasionada y delicada a la vez, que combinaba perfectamente su urgencia con la delicadeza de la primera vez entre nosotras, eso me gustaba tanto que provocaba que yo quisiese mas de ella.

Durante toda la noche disfrute este maravilloso sueño, sabia que tendríamos que hablar, pero no en ese instante, ese momento era nuestro, solo para nosotras, cada beso, cada caricia, cada roce apasionado era algo que queríamos, que necesitábamos, eso se notaba en nuestros cuerpos, bullían de pasión, no había cabida para nada mas.

Cuando entraron los primeros rallos de sol por la ventana del salón, estábamos abrazadas mirándonos como dos quinceañeras que han tenido su primera vez con el primer amor de juventud, ninguna se atrevía a romper el mágico momento, pero había que hacerlo, así que, armándome de toda la fuerza que me era disponible, me dispuse a hablar.

- En algún momento vamos a tener que hablar de esto.
- Lo se enana, pero por favor, déjame disfrutarlo ahora.
- ¿Y si vienen los mellizos? ¿Que les decimos si nos pillan así?
- Eso tiene arreglo, si quieres vamos a mi cuarto y continuamos por donde lo dejamos.

Desde luego estoy conociendo en este momento una faceta muy distinta de Kate, no sabia que podía resultar tan coqueta y seductora, me siento terriblemente tentada a dejarme hacer una vez mas, pero, mi yo racional esta haciendo acto de presencia y ya no puedo dar marcha atrás.

- Kate lo que sucedió...
- Fue precioso
- Y extraño, nos hemos criado como hermanas casi, ¿se podría clasificar de incesto?
- ¡Joder tía! si que sabes reventar un momento especial, toda una experta, si señor, enhorabuena.

Se levanta exasperada coge su ropa y se larga a su dormitorio, me parece que he metido la pata hasta el fondo, tengo que pedir disculpas en cuanto pueda, pero ya voy tarde, demasiado tarde si lo pienso bien, así que ¡al lio!.

Un Sueño TurbioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora