CAPÍTULO 12

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La mudanza se efectúa rápida y sencilla, Bueno, si se le puede llamar mudanza, en mi caso por lo menos, nunca he tenido intención de trasladar todos mis enseres o sacarlos de mi hogar, así que llevo cuatro cosillas de nada, apenas una maleta con ropa, portátil tablet y móvil, no necesito más.

Ya que, en principio casi todos los días voy a trabajar desde casa deciden darme a mi una especie de suite donde hay zona de la cama y una antesala, perfecta para montar un despacho improvisado y, según ellos que nadie me moleste, en realidad creo que quieren evitarse justo lo contrario, tenerme mandándolos a callar a cada instante, !hacen bien!.

La más exagerada con la mudanza es Diana, que de cosas se trae esta mujer, si esto es solo para una situación temporal no quiero pensar como sería una mudanza real para ella, quizá siete o diez camiones hasta el techo.

Tampoco termino de entender porque yo si tengo que hacer todas estas cosas y mama, por ejemplo, que se niega a salir de casa, esta tranquila sin que la molesten, debo repetirme mas que un disco rallado, lo se, pero da igual, no es justo.

La primera noche improvisamos unas pizzas para cenar tras desembalar todo, al día siguiente vienen nuestras familias y decidimos usar la barbacoa, que gran día, adoro cuando los tengo tan cerca, se van tras la cena y yo vuelvo a sentirme un poco inquieta.

- ¿Que haces aquí solita?
- Mirando las estrellas, pensando, ordenando el bullicio de mi cabeza...
- Rallandote - que avispada mi psicóloga favorita.-
- Kate no lo veo justo ni normal, esto no debería suceder, ¿y si nunca lo pillan?
- Tranquila enana, todo se solucionará, es cuestión de dar tiempo a los profesionales.

Tan calmada como suena se sienta conmigo en la tumbona y me abraza en silencio, ¿como consigue resultar tan reconfortante?

El día a día transcurre con normalidad, me voy acostumbrando a teletrabajar pero no siempre va a poder ser así, llevamos un mes aquí y ese señor no da señales de vida, parece que se lo hubiera tragado la tierra tras la nota que dejó en casa de mis padres.

En las películas de terror esto es el preludio de una hecatombe, ¡pues me viene fatal!, mañana nada mas comenzar el día tengo mi primera reunión en la oficina desde que iniciamos la andadura en esta nueva casa, así que contra viento y marea pienso acudir, es un cliente muy importante, vital diría yo.

Como se que me lo van a tratar de impedir por todos los medios, tengo una reunión con mi conductor y el guardaespaldas, ¡a ese punto llegamos! Ni que yo fuese una cantante de renombre o una actriz del Hollywood años sesenta, acordamos salir una vez ellos se hayan marchado a trabajar.

Por supuesto me advierten de los riesgos que tiene mi plan y tratan de persuadirme para que cambie de opinión, ¡que gasto de saliva mas tonto! Ya tengo la decisión tomada y no pienso revocarla, tendrán que estar cómodos con ella.

Precisamente porque soy quien esta en casa permanentemente, me he ido encargando de las comidas, ellos trabajan y es un jaleo, suelen llegar para la hora de la cena, el resto de la jornada lo pasan fuera y comen algo rápido a medio día.

Para esta noche creo que haré unas verduras a la plancha con algo de salmón, tengo un vino blanco enfriando y será el acompañamiento perfecto, así estarán a gusto y no verán venir mis planes del día siguiente.

Los chicos tenían razón, me gusta vivir con ellos, pero esto no puede ser sano, todos tienen pareja y dudo mucho que no se comiencen a impacientar dentro de poco por no poder pasar la noche juntos, a esto me refería con que es demasiado.

Tengo todo el día por delante, así que, con un buen café, tomo asiento delante del ordenador y lo primero que abro es la agenda, compruebo las citas para mañana y como va la organización de la reunión, a penas había comenzado con mis tareas cuando escucho la puerta, ¡que raro! Hasta las seis mas o menos no vienen los chicos.

Un Sueño TurbioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora