¡Menuda basura de día! Me esta cogiendo la noche, llevo rato trazando un plan y no consigo nada en firme para salir de este atolladero, lo peor es que, si me quedo aquí, creo que los riesgos serían altísimos para mi, no puedo estar parada.El hecho de que ahora no sea capaz de dar conmigo no quiere decir que lo haga si permanezco en un solo sitio, por muy bajo y lúgubre que esté esta cueva en el barranco, tengo que irme de aquí, aunque esté anocheciendo, es peor si me quedo.
Esta vez decido seguir barranco abajo, quizá pueda encontrar un camino que me lleve a algún pueblo o quizá una cabaña donde pueda llamar o refugiarme, necesito una idea útil, me voy a desesperar y me empieza a entrar hambre.
Este paraje no tiene nada de donde tirar, vaya porquería de bosque, no hay frutas silvestres que pueda coger ni nada donde guarecerme, por el barranco debe hacer lustros que no correo el agua, me estoy desesperando por momentos.
¿Y un palo? O una rama afilada me valdría, quizá con eso pudiera defenderme, ¡si hombre! Contra un arma de fuego y un arma blanca, definitivamente tengo la lucidez en el culo, o mas abajo si cabe, soy torpe, ¡que idiota!
¡Oh mierda una piedra no! Lo que me faltaba, dar vueltas como una peonza por todo el barranco, si no me veía, mínimo debe estar escuchándome dar vueltas, que digo el solo no, todo el mundo entero, ¿se puede ser mas torpe?
¡Dios! No me tenia por una mujer insegura de mi misma pero veo que todo esto me esta pasando una factura brutal, encima estoy sin móvil o posibilidad de contactar con nadie, eso me esta frustrando cada vez mas, ¡ay! Parece que me he dislocado el hombro no puedo moverlo, ¡que dolor! Y la cabeza no para de sangrar.
Esto no puede estar pasando, debo parar la sangre pero con el hombro así me es imposible, cada vez esta mas negra la situación, como he llegado a este punto es una pregunta que no deja de retumbar en mi cabeza, una y otra vez, no para.
Hay un millón de ruidos en este sitio, lo cual aumenta exponencialmente toda la tensión que llevo encima, traducido, no me esta ayudando nada, me duele muchísimo la cabeza y el hombro... eso ni lo pienso mejor.
- ¡Oh mi pequeña! No te resistas, finalmente te atraparé...
¡Qué diferencia! Hace unas horas estaba feliz con Kate y los cachorros, pensando "que paraje más idílico para hacer picnic", ahora, tras esa frase del innombrable, solo me vienen pensamientos lúgubres, he cambiado mi punto de vista a otro más tétrico y sombrío de este bosque.
Tiene razón, tarde o temprano me va a pillar, sobre todo porque estoy herida y las fuerzas van agotándose conforme pasa tiempo, el reloj avanza y con su tic-tac mi inquietud se hace más notoria.
He de seguir, pero, ¡¿a quién quiero engañar?, estoy agotada!, hay un recoveco en aquel árbol de ahí, parece un lugar seguro para descansar un poco y dejar la noche que haga magia, con suerte el cielo estará despejado y podré ver bien en unas horas.
Me resguardo como puedo y, de cuclillas, me quedo dormida sin darme cuenta, cuando despierto de sopetón, estoy sudando de nuevo, esa imagen tan nítida hizo estremecer todo mi cuerpo, volví a aquella cama, con el osito de peluche que abrazaba cuando sucedía aquello, no tenia edad para discernir si eso era bueno o malo, pero si estaba segura de que si duele no puede ser beneficioso.
De pronto, el sueño se desarrolla de nuevo con tres años, estaba en mi camita, volvía a ser aquella niña indefensa que dormía abrazada a su osito, el entraba, se sentaba en la orilla de mi cama y con movimientos suaves iba desarropándome, yo ya sabía que venía detrás de que pusiese la sabana a mis pies.
Volví a revivir aquellos espantosos momentos, pero esta vez con la conciencia de un ser adulto, inmovilizada, no podía despertar, tampoco gritar, patalear o golpearle, solo podía acudir, como aquel espectro que estaba siendo en este momento, al episodio mas desgarrador de mi vida.
- Sal de tu escondite princesa, estoy cerca
Esas palabras... como puedo salgo del shock, resultado del sueño tan real que acabo de tener, y corro como quien tiene la certeza de que su vida depende, una vez más, de la cantidad de zancadas que ponga entre los dos.
Me cuesta porque el hombro no lo tengo bien, no hago una carrera natural ni puedo emplear mi cuerpo en ventaja, pero hago lo que esta en mis manos, sorteo de la mejor manera la infinidad de piedras, tocones y baches en el camino, pero, aun así, siento que no hago lo suficiente.
- vamos princesa no seas tímida, ¡papa esta aquí!
Joder cada vez está mas cerca, tengo que apurarme, no puedo permitir que me atrape, he de acelerar el paso sea como sea, ¡mierda! Lo que me faltaba, una piedra, ¿en serio? Tengo que caer justo ahora, no hay mas momentos en el día, el pisándome los talones y yo tropezando con la roca.
Si quería un premio a la persona mas torpe del año, ¡genial! Pleno al diez, lo logré, ahora ya no tengo más salida.
- ¡Te pillé!
- Tampoco era tan complicado hacerlo hijo, te facilité la tarea tropezando.
¡En toda la cara!, derechazo directo al ojo y la herida que tenía sobre el, otro morado mas en el cuerpo al final de este día, ¡estupendo!.
Despierto conmocionada y ¡sorpresa!, atada, no es que me tenga por una tía débil, pero un puñetazo con esa rabia en la herida abierta de mi cabeza... digamos que echó un cable bien gordo y facilitó esa ausencia momentánea que tuve.
- ¡No has cambiado nada pequeña! Siempre tan jodidamente protestona.
- Y tu tan jodidamente capullo, ¡termina de una vez tu venganza por dios!
- ¡Oh no! Eso es lo que más te gustaría, lo se muy bien pequeña, pero, déjame que te diga, estoy disfrutando mucho este momento, ¡ni te lo imaginas!
- ¡Puto psicópata! Al menos podrías dejar de llamarme así, ¡es repulsivo!
- ¡Tendrás que esperar un poco mas! La función no ha hecho mas que comenzar cielo.
Desde luego, este tío o es imbécil o me está tendiendo una trampa, se ha pirado y me deja con un amarre de mierda y, a la vista, un teléfono, ¡huele a trampa!, aún así no puedo evitarlo, cojo el dispositivo y salgo...diría que corriendo, pero no tengo el cuerpo para eso, mas bien lo hago con toda la dignidad posible.
Media hora mas tarde, recibo un mensaje multimedia, es una imagen, en ella se ven a Di y Jake atados, al pie reza "se que harás lo imposible por venir a rescatarlos, te espero mañana a esta hora, ven sola pequeña, si no, sabes que pasará"
Este golpe dolió mas que el físico que me propinó antes, me conoce lo suficiente como para estar seguro de que acudiré, ¿que hora puede ser? Las doce y media, irónicamente, solo recuerdo un número de contacto en este momento, espero que conteste la llamada.
Diligentemente, Alexandra, mi recepcionista, responde a la primera, le soy instrucciones precisas y rápidas para que localice a Marina, mi asistente, le pida que contacte con alguien de mi familia urgentemente y les den este número para que hablen conmigo lo mas rápido posible.
Diez minutos después suena el móvil, es Richard, le pongo al tanto y le pido que me consiga trasporte, él, muy eficientemente, anota mi ubicación y, como Don Dinero todo lo puede, solo necesito esperar media hora más para que un helicóptero me recoja en un claro cercano para llevarme a casa, prefiero no saber que ha costado esto.
ESTÁS LEYENDO
Un Sueño Turbio
RomanceJane, una joven publicista con algún que otro trauma psicológico requiere la ayuda de su amiga Kate tras un episodio nocturno sombrío, esto deriva pronto en algo que ella nunca quiso haber vivido, recordado o volver a sufrir. Con ayuda de su madre L...