Un Sueño Turbio

CAPÍTULO 6

Tras esta actuación tan magistral de nuestras madres, es el turno de los padres, cuando se recomponen, que ellos también se quedaron pasmados, se levantan y organizan todo tal como indicaron ellas.

A Kate la mandan conmigo al cuarto a examinarme, a los mellizos los mandan a hacer una ruta por todos los domicilios, coger ropa, cosas de aseo y volver, ellos se encargan de organizar la seguridad y alistar los dormitorios, así como asignarlos.

Por suerte mi casa está provista y es amplia, ya, en su momento, pensé que, si un día, por lo que fuera, coincidíamos todos en casa y se nos extendía la cosa, quería que pudiesen descansar cómodamente, así que tengo cuartos de sobra.

Pues bien, ese día ha llegado, me limito a verles en acción, parecen un escuadrón militar bien entrenado, va organizando todo en casa de forma tan diligente que cualquiera diría que están improvisando, ¡que suerte tengo!

Kate, por su parte, pide a un amigo suyo que venga a hacer una exploración física y constate que estoy en buen estado de salud, yo creo que, de ser otras personas habría tramitado mi internamiento seguro, quizá sería lo más recomendable para el resto de gente, pero, como ya he comentado, los tratamientos convencionales no funcionan conmigo.

Como todos tenemos obligaciones laborales, también hemos ido haciendo la llamada pertinente, yo avise de que me encontraba enferma y que me tomaría estos tres días de la semana, dejé dicho que me contacten si es necesario y lo que pudiera resolver desde casa lo iba a solventar.

Por su parte mi extensa familia al oír cuantos días iba a tomarme, decidieron hacer lo propio, así que estaremos todos en casa hasta el domingo mínimo, cualquiera les rebate e intenta disuadirles...

Cuando llega el amigo de Kate y me pasa revisión, comunica a la tribu que tengo apostada en casa que esta todo correcto, toma a Kate del brazo, se la lleva a la salida y se abrazan por el camino, creo que más tarde intentaré sonsacarle cositas, ahí hay temita seguro.

Ya de regreso me aparta y vamos a mi cuarto, esta cara tan seria que tiene me dice que toca rapapolvo, me va a leer la cartilla, lo peor de todo es que no voy a poder defenderme, sigo sin recordar nada de lo sucedido.

- Jake dice que estás sana.
- ¿Pero...?
- Enana sabes que de ser una paciente normal estarías hospitalizada.
- Y tú sabes que eso no funciona conmigo, es peor, ¿a que viene cantarme las cuarenta ahora Kate? Ni que yo hubiera hecho nada malo, te mandé un mensaje y quise pedir ayuda desde que noté algo raro, hice las cosas bien, ¿que sucede?
- Me preocupo por ti y no te canto las cuarenta, si quieres hablamos de esto delante de la familia a ver qué grado de intensidad adoptan luego - me puso contra las cuerdas, no tengo escapatoria, contra eso no puedo pelear - así que deja de ponerte a la defensiva tía que solo estamos hablando.
- Muy bien dímelo de una vez, ¿que pasa?
- Jake me ha comentado que esto que te paso puede volver a suceder con cualquier sobresalto y que no es bueno que no recuerdes nada...
- ...yo diría que se llama mecanismo de defensa
- ¡Joder Jane déjame hablar y no cortes la conversación! - ya la líe parda se viene doble bronca...
- Vale perdona - mejor me pongo en modo ositos amorosos que no quiero empeorarlo -

La pobre con más paciencia que un santo me explica que le ha recomendando su amigo hacer un seguimiento férreo de todos los síntomas que vayan surgiendo desde este momento, así como control de tensión estricto, si vemos que aparece nueva sintomatología, sigo sin recordar o se me disparan las pulsaciones debo ir corriendo al hospital, puede ser un aviso de algo más grave ¡por Dios que exagerado! Y que pelota de paso.

- Ese tío esta exagerando tanto porque quiere tema contigo y no sabe como pedírtelo.
- ¡Coño Jane esto es serio!, tómatelo como tal, y ¡no! ni el quiere tema conmigo ni yo estoy lo más mínimamente interesada, así que deja de especular, ademas es gay.
- Si hombre,  y yo me chupo el dedo...
- ¡Enana! ¡Dios! - suena frustrada -  contigo no se puede de verdad, me largo a echar una mano a los adultos, paso de ti.

Se va a chivar a nuestros padres y lo siguiente es que tendré a Lana y mi madre a los pies de la cama midiéndome la tensión cada cinco minutos, ¡madre mía! Como pude llegar aquí tan rápido.

- ¡Kate no te chives porfa!, que quede entre nosotras, ¿para que queremos preocuparles?
- ¿Chivarse de que? ¿Que no puede contarnos? - ¡mierda Richard! -
- Mi compañero piensa que Jane esta somatizando lo que lleva en la cabeza y su cuerpo se ve sometido a demasiado estrés en este momento, teme que colapse.
- ¡chivata! Y ese tío un exagerado...

Pero que peliculeros son, Kate cuenta con pelos y señales todo lo que, se supone, debo ir controlando, mas bien ellos tienen que comprobar, porque, fíjate que se organizan cual batallón militar de nuevo para no dejarme sola, ¡estoy bien joder! ¿Acaso no lo ven?

A lo tonto y en un suspiro llega la hora de la cena, mi madre y Lana ya han regresado y como si fuese una familia de los años 50 se ponen a los mandos de los fogones, ¡que topicazo! No entiendo porque hacen estas cosas...

Nos sentamos a la cena y el momento gira en torno a conversaciones triviales hasta que Lana interrumpe la conversación y suelta un "Jane, cariño, sabes que te queremos muchísimo, que nos preocupas, por eso hemos estado hablando largo y tendido y... (pausa dramática, hoy todos están con el exacerbamiento en alto) ...queremos decirte que vamos a estar aquí para ti, que nos iremos turnando para hacerte compañía, no estas sola mi pequeña"

¡Ay dios mio! O me ocultan algo o se están pasando muchísimo con el dramatismo, esto se tiene que acabar ya, me están asfixiando, de momento necesito aire, pensar, pido disculpas mientras me levanto y salgo al patio trasero.

Esto es un horror, me esfuerzo, quiero recordar porque están tan preocupados, ¡mierda! Tendré que hacer caso a Kate, han pasado unas horas tan solo, quizá dar un poco de margen a mi cabeza y descansar vendría bien.

Que bonita noche se ha quedado, es tan perfecta... ojalá no me sintiese tan perdida en este momento, me encantaría poder estar en otra situación disfrutar de un buen...

-¿Vino?, noche perfecta, luna llena... te conozco ahora mismo debes estar rallandote con que querrías disfrutar de esta fantástica noche con un bueno vino.

¡Que bueno! Me leyó el pensamiento, una copa fresquita de vino blanco le va genial a este lio de día, pero, espera un segundo, no se supone que estaba con medicación.

- Tranquila, es mosto, sin alcohol, anda bebe un sorbo.