Un Sueño Turbio

CAPÍTULO 17

- Tienes que hablar con ella tía, anoche llegó borrachísima y hoy ha seguido dándole, no se que sucede, pero algo debe estar incordiándola.
- ¿De verdad que no? ¡Es obvio! Le pasas tu
- Di jolines no te unas al lio también ¡no!

A media tarde han llegado Jake y Diana, desde que el dejara lo que estaba haciendo para venir corriendo a comprobar que ella no tenia ningún daño el día de la nota no se separan, ¡son tan tiernos!, en ese sentido tengo mucha suerte, ninguno pasa mas de un día fuera de casa, no me dejan sola, aunque, a veces agobia un poco.

Vienen dispuestos a cenar y pasar una velada jugando a algo todos juntos, mañana madrugamos, seguimos teniendo que trabajar, pero el finde me han hecho prometer maratón de series, resulta que hay un par estrenadas en plataformas que tienen buena pinta, quien no para es Di, sigue una y otra vez...

- Llevamos años viéndola como te mira, se desvela por ti, siempre investigando nuevas técnicas para ayudarte con las pesadillas, cuando dijiste que querías marcharte algo en ella cambio, siempre ha sido la que nos ha empujado más que nadie a quedar, salir, hasta fue ella quien buscó esta casa y como pagarla, nos enredó para el alquiler compartido.

Anda, esta si que es nueva, resulta que todo parte de ella ahora, yo que creía que mis amigos lo eran porque se llevaban bien conmigo pero no, es porque ella insiste, no se como tomármelo, así, con pelos y señales de lo digo a Diana a lo que ella responde con un "no te ofendas", ¿nada más?

- Te queremos, siempre serás nuestra mejor amiga, pero también es cierto que muchas veces estábamos liados o con mucho trabajo y era Kate la que organizaba todo para verte, siempre pendiente de ti, sobre todo con las pesadillas.

Ahora me han dejado comiéndome la cabeza un buen rato, llega la hora de la cena y nos sentamos todos a la mesa charlando, tras ella abrimos un juego de mesa y pasamos un ratito la mar de divertido, lo cierto es que ahora soy yo quien no sabe gestionar las nuevas noticias.

Con este entuerto vamos a dormir, si es que se puede llamar así, a media noche despierto sedienta como nunca, voy a la cocina y de pronto veo dos siluetas en la oscuridad...

- ¡Uy!...vaya...yo.... Lo siento mucho, perdón, disculpad, mejor me vuelvo a mi cuarto, ¡ay! No, agua, se me olvida la botella, ¡lo siento! no quería rozar nada que no deba, ya esta, ya me voy, vosotros a lo vuestro chicos, que no os corte mi presencia, ¡buenas noches!

¡Dios mío que vergüenza acabo de pasar! Pobrecitos los he pillado como dios los trajo al mundo sobre la encimera de la cocina, ¡y yo temiendo que nos pillaran a Kate y a mi! Ahora que una cosa tengo que decir, ¡que espectáculo de hombre dios mio! No me extraña que Diana este tan a gusto.

A la mañana siguiente los tortolitos van de salida cuando nos cruzamos en las escaleras, Malcolm hace dos días que no viene a casa, supongo que hoy llegará el, veo que Diana se sonroja como una quinceañera al verme, ¡esta es la mía!

- Vaya, vaya los culitos inquietos van de salida ¡eh! Di oye una cosa, no me extraña que sonrías tanto últimamente.

Mientras le guiño el ojo y rompo a carcajadas la pobre Diana no sabe donde meterse, se ha encendido como una farola, cuando veo a Jake rio aun mas fuerte, le pido disculpas y le digo "bienvenido a la familia hermanito", el pobre está mas rojo que Sun novia aun.

En la cocina está Kate, nos damos los buenos días, parece que tiene algo de mejor cara, pero unas ojeras del tamaño de un buque pesquero, esto no puede seguir así, va a poner en riesgo su salud, no es, para nada, lo mas adecuado.

- ¿Has visto que ojeras tienes? ¿pudiste descansar anoche?
- Vaya hoy te has levantado como toda una miss simpatía.
- Kate es en serio, últimamente solo bebes, cuando tu nunca lo has hecho, no duermes, déjame ayudarte, así como tu lo haces siempre conmigo.
- Estoy bien.

Y un cuerno esta bien, tengo que probar otra cosa, cambiar de estrategia, no puede ser que todo el mundo sepa de ella cosas que ni siquiera yo se, ¿porque no querrá abrirse conmigo? Debe ser que no le inspiro confianza, de otro modo no me entra en la cabeza.

Me siento a su lado con una taza de café calentito y una tostada recién hecha, pongo la mano sobre la suya y con una suave caricia le espeto "anda cuéntame que te pasa" susurrando, veo en su mirada duda, así que tengo que insistir un poco mas.

- Tu hermana me ha dicho que no sabes gestionar que quisiera irme, pensaba hacerlo por vuestro bien, para evitaros peligro, no podría perdonarme si algo os sucede.

Si quiero que ella se sincere conmigo tendrá que ser un camino de ida y vuelta, poco a poco le voy explicando como me he sentido todos estos días, especialmente cuando estuvimos juntas, me costo digerir lo que pasaba entre nosotras por la relación que tenemos, no por nada mas, esto ultimo me toca recordarselo.

- Por favor Kate, me preocupas, te ves desmejorada, si no hablas conmigo no sabré como ayudarte, ademas no entiendo que me alejes de ti cuando insististe tanto para que no me fuera.
- ¡Que desafiante eres! No puedes dejar las cosas estar, siempre tiene que ser a tu modo, cuando tu quieres, me haces daño con esa actitud, yo también necesito tiempo Jane.
- Para hincharte a alcohol mientras tanto, que buena estrategia mujer, de verdad lo haces de perlas, muy bien tu a lo tuyo, yo haré lo propio entonces.

Con mi desayuno me largo al porche a pensar un rato, en ese momento aparece una pequeña con algo entre las manos, parece...un cachorrillo pequeñito, supongo que será su mascota recién llegada a la familia, suiza esta desorientada para llegar a casa.

- Hola
- Hola cielo ¿que tal?
- Bien

No debe tener mas de diez años, ¿a que padres se les ocurre dejarla a su aire? Si le llegan a hacer algo a la pequeña, luego no deberían quitarse el remordimiento en lo que les quedase de vida, menudos inconscientes, que falta de responsabilidad.

- ¿Como te llamas pequeña?
- Melanie, queria...¿puedo pedirle un favor?
- Yo me llamo Jane, hablarme de tu que no soy tan vieja, ¿que necesitas?

La joven Melanie me cuenta entre carcajadas por lo que le acabo de soltar que quiere dar el cachorro en adopción, su madre no quiere tenerlo en casa, es hijo de la perrita que tienen y, como tuvo cachorrillos con un perro callejero, su mama dice que no van a mantener la raza ni el tamaño.

Es una bolita de pelo adorable, parece un pompón, le ofrezco algo refrescante para beber y luego vamos a casa con su familia, hablo con la señora y, resulta, que lo que su hija me contó, por cruel que parezca, ademas de superficial, es cierto.

La niña ha conseguido dar los otros tres cachorrillos a vecinos de confianza, le quedaba esta monada, que, al examinarla de cerca parece perrita, cualquiera se resiste a esos ojitos, así que accedo la mar de contenta, Mel pregunta si puede venir a pasearla y verla, le digo que si entregando una tarjeta a su madre con mi contacto para cualquier cosa.

Al volver a casa Kate va de salida, le presento a mi pequeño Pompón, de hecho creo que le pondré ese nombre, reconoce que es preciosa, la coge y la achucha con tanta ternura que me hace estremecer.

Le comento que quiero llevarla al veterinario y comprarle cosillas que le hacen falta, me pide un segundo, levanta el teléfono y acto seguido me dice "monta al coche, nos vamos de médicos".

De regreso a casa Pompón ya tiene una camita, bebedero y comedero ademas de algo de comida especifica para cachorros, ha pasado la revisión con el veterinario que, casualmente conoce a la mama de la perrita y sabía las intenciones de la dueña, todo perfecto.

Kate se va a trabajar, ahora si, mientras tanto decido pasar el día en el jardín con la perrita y dándome un refrescante chapuzón en la piscina, el tiempo se presta a ello, realmente es adorable, marrón clarito, de ojos verde botella y tres aceitunas por ojos y nariz, tiene las orejitas dobladas y una pequeña colita enroscada.

Si la pongo en el suelo no levanta mas de diez centímetros del mismo, es super pequeñita, el veterinario ha dicho que sacó los genes de su madre, pero que se quedó en principio mas pequeñita, me cabe en la palma de una mano, tengo que tener cuidado de no pisarla.

Por la noche cuando llegan Kate y los mellizos, aparecen cargados con cosas para Pompón, un collarcito con su nombre, una mantilla, juguetes, mas aun de los que yo compré esta mañana, empapadores para cuando haga pis y caca, de momento tiene un mes, no puede salir hasta los tres de casa, cuando tenga la primera vacuna.