PRINCESS HASRET LOVE STORY ✓

14: NOTICIAS INESPERADAS

Al regresar a palacio llevo la calidez de mi estadía en el norte de Kyriem. Llevo conmigo la amabilidad y calidez de todos conmigo. Antes de venirnos, Manami me ha abrazado con fuerza haciéndome saber que tomaría mi consejo e iría con su novio a la ciudad principal de Kyriem.

— Su majestad parece haber percibido que usted estaba a punto de llegar —menciona Zaffar al estacionar el auto.

A lo lejos puedo ver a mi padre, quién parece estar esperando frente a las inmensas puertas de palacio.

— Tal vez —digo al bajar con rapidez del auto.

Ver a mi padre me llena de una emoción inmensa. Él sonríe en mi dirección, así que ese es el momento en el que decido correr en su dirección sin importar nada. Cuando llego a dónde se encuentra me abrazo con fuerza a él.

— Cuánta energía, cielo. A mí también me alegra verte —dice suavemente al recibirme de manera cariñosa—. ¿Has disfrutado tu viaje?

— Ha sido increíble, papá. Ir allí me ha hecho inmensamente feliz —le hago saber. Luego lo veo al alejar mi rostro de su pecho. Él me mira con atención y calidez—. El lugar es hermoso. Y las personas son maravillosas. Ha sido una experiencia increíblemente mágica.

— Es bueno saber que lo has disfrutado, cielo. Me siento feliz por tí — se inclina y deja un beso sobre mi frente y luego cuando se aleja, ve a Zaffar—. Bienvenidos. Vamos a dentro.

Cuando entramos, tomo la mano de mi padre, tal como solía hacerlo antes y camino junto a él. Zaffar viene a un lado.

Padre nos dirige a la gran sala real privada y abre la puerta. Hasid, Zedd, Omar, Nevaeh y madre están allí.

— ¡Hasret, hermana! ¡Ayúdame! — grita Hasid en mi dirección al verme y extiende su mano.

— Creo que pasas mucho tiempo cerca de Zedd, Hasid. Me preocupa que seas tan dramático —dice madre con diversión, cosa que me hace reír al igual que los demás, a excepción de Zedd y Hasid.

— El respeto, majestad. El respeto.

— Cómo me sigas llamando de manera formal, menos caso te haré, Zedd señor dramático —devuelve ella.

— ¿Ah? ¿Pero qué mal te he hecho yo?

— Le has enseñado a mi hijo a ser un príncipe del drama.

— ¿Ah, yo? ¿Tú no?

— ¡Ah! ¿Yo? ¿Cómo que yo?

Es divertido ver la interacción entre ambos.

— Madre, he regresado —le hago saber, logrando llamar del todo su atención. Ella me mira y abre los ojos grandemente.

— Ay, cielo. Disculpa —se acerca rápidamente y me abraza para luego mirarme sonriente—. ¿Cómo les ha ido? —luego ve a Zaffar—. Hola, Zaffar.

— Su majestad —Zaffar se inclina cortamente y saluda de manera respetuosa.

— Quiero escuchar todos los detalles —dice ella con entusiasmo—. Puedo sentir tu cambio de ánimo, princesa. Es algo muy...fresco.

— Ya te lo contaré todo, mamá. Pero antes me gustaría saber qué está sucediendo aquí —señalo a mi hermano—. ¿Qué sucede con Hasid?

— ¿Alteza, acaso no ves la cosa que tengo puesta en la cabeza? — casi grita Hasid.

— Ah, por supuesto. Se ve muy bien sobre tu cabello. Resalta tu color —digo con sinceridad.

— ¿Verdad que sí? —me sigue mamá mirándome fijamente.