Ella salió caminando del edificio, llorando por alguna razón. Se veía desconcertada, perdida en medio de los autos del estacionamiento, como si hubiera olvidado en que lugar se encontraba. Comenzó a buscar su auto, pero sus lágrimas le nublaban la visión. Miró a su alrededor, y no lo hallaba. Trató de concentrarse, pero no puede sacar de su mente las imágenes de lo que acaba de presenciar. Tomó su bolso, y sacó la llave. Sus manos temblaban, pero aún así apretó la alarma para hacerlo sonar.
Se subió al auto, y comenzó a llorar sobre el volante. Lloraba como si su vida dependiera de ello. Golpeaba el auto tratando de desquitarse con algo. Pero no valía la pena seguir ahí. Ese lugar le producia asco. Una rabia interna que no había sentido nunca. No quería volver a saber nunca más de ese sitio, ni de las personas que estaban allí. Ya no quedaba nada por hacer. Se limpió las lágrimas, encendió el auto, y finalmente decidió irse.
Ella no se encontraba en las mejores condiciones para conducir. Al lidiar con esos sentimientos, no percibía bien las cosas a su alrededor. El enojo y la ira hacian que aumentara la velocidad por las calles de la ciudad, sin que se diera cuenta.
Ya era de noche. La ciudad entera se encontraba a oscuras, solo iluminado por las luces eléctricas. No sabía donde ir. No tenia ni idea de que hacer. Solo se dejo llevar mientras conducía. En ningún minuto disminuyo su velocidad. Mientras más lejos pudiera ir, mejor sería.
Mientras conducía, a lo lejos ve un semáforo en verde. Intenta cruzarlo antes de que llegue a rojo. Acelera aún más. Pero se da cuenta que no lo lograra. Aún así, tiene el suficiente tiempo para frenar, y no cruzar la calle. Reacciona a tiempo. Sin embargo, sus frenos no parecen funcionar. El auto no logra detenerse. Intenta desesperadamente doblar para no chocar con los autos que aparecen en su camino, pero a la velocidad que va no lo logra. El miedo la consume por completo. Ya no había nada más que hacer.
Ella aún esta levemente consciente, pero su cabeza da vueltas. Logra distinguir algunas luces rojas y azules. Los bomberos y la ambulancia acababan de llegar. Frente a ella ve que intentan sacar a una mujer de otro auto que esta volcado. Pero por la reaccion de los paramedicos, es probable de que no se logre salvar.
Ella comienza a llorar otra vez, pero a experimentado tantas cosas esa noche, que no sabe la razon exacta por la cual lo hace. Su lamento resuena en todos lados.
***
—¿Señorita Mina? —Escuchó de pronto la voz de una mujer.
Mina levantó la cabeza. Habia sido solo un recuerdo. A pesar de que habían pasado años de su accidente, aún no lo puede superar. Observo a su alrededor, y se dio cuenta que aún estaba en su oficina, sentada frente a su escritorio. Fue su asistente, Minnie, quien la había llamado.
—¿Se encuentra bien? —Preguntó la mujer.
—Si. No es nada. —Respondió Mina tomandose la cabeza, sin muchos ánimos de hablar.
—Bien. —La secretaria sonrió.— Como le decía, ya llegaron los nuevos pasantes. La estan esperando en la sala de espera.
Mina asienta. Se levanta de su silla, y comienza a caminar. Minnie la sigue por detras. Ambas salen de la oficina.
—Hablame de ellos. —Le exigió la japonesa.
—Son dos mujeres, de veinticuatro años cada una. Estan a punto de titularse de la universidad. Son las mejores de sus clases. —Hablaba mientra leía los papeles en sus manos.
—¿Tienen experiencia?
—No. Solo influencias.
Mientras caminaban, oyeron algunas voces resaltar de un lugar. Mina cruzó la puerta, y entró a la oficina de su equipo de trabajadores. Pero en cuanto la vieron entrar, todo rastro de ruido desapareció. Ella siguió caminando sin problemas, mientras atravesaba el lugar.
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Ella esta mal - Michaeng
RomanceCallada y seria. Así es como todos en el edificio definen a Mina Myoui, la mujer que nunca sonríe. Pero algo extraño sucede ultimamente con ella. ¿Porque cuando se acerca esa chica, ella comienza a sonreir? 🌃 contenido explícito +18