X.- Solo una oportunidad

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La segunda jornada de trabajo finalmente había terminado. Pero esta vez, ambas compañeras esperaban en la oficina ya vacía. Sentadas una al lado de la otra, esperando a que la Jefa apareciera.

Dahyun se veía más nerviosa de lo normal. Se mordía los labios, suspiraba de vez en cuando. Parecía como si estuviera a punto de lanzarse a las líneas del metro. Y no era para menos, ya que no sabía como actuar frente a la imponente Mina una vez que ella entrara a la sala.

—¿Y... que le digo? ¿Como puedo ganarme su confianza?  —Decía Dahyun algo desesperada.

—Ganarse la confianza de Mina es... algo imposible. —Respondío Chaeyoung de forma sería.

—¿Entonces que hacemos aquí? —Dahyun arqueó una ceja.— ¿Y porque la llamas de forma tan informal?

—Hay una posibilidad de que yo pueda convencerla. Pero es solo eso, un intento. Es todo lo que puedo ofrecer.

La chica de piel pálida suspiró, y desvió su mirada hacia el suelo. Ella sabia que sus posibilidades de lograrlo eran Mínimas.

—No sabes lo que es llegar a este punto ¿No? Actúas como si hablar con ella fuese la cosa más fácil del mundo. —Se quejaba Dahyun.

—Sé que para tí no es algo fácil. En realidad para nadie lo es. Pero es solo porque es probable que yo sea la única persona en el mundo que se entiende con Mina. —Chaeyoung trató de disimular su sonrisa.

—Y eso que solo la conoces desde ayer ¿O me equivoco? —Preguntó Dahyun con segundas intenciones.

—Se de la existencia de Mina desde hace años. Pero solo ayer pude verla directamente a la cara.

—Esto es muy extraño. En realidad todo lo es. —Miró fijamente a Chaeyoung.— La mujer que no le sonríe a nadie, actúa de forma familiar con alguien que conoció ayer-

Dahyun parecía tener algo más que decir, pero guardo silencio de forma automática, tras escuchar el sonido de unos tacones acercándose. Se levantó rápidamente de su silla, y se colocó en la postura más formal que podía. Mientras que a su lado, Chaeyoung se levantó relajadamente. Riéndose internamente tras ver a Dahyun de forma tan nerviosa.

La puerta se abrió sin apuros, y tras ella, Mina con su abrigo y su bolso se adentraba a la oficina de empleados. Primero miró a Chaeyoung, sin colocar expresión alguna, ya que al lado de ella había una presencia extraña. Y Chaeyoung le había pedido que no sonriera cuando se vieran.

—¿Que hace ella aquí, Chaeyoung? —Miró de forma despreciativa a Dahyun.

Dahyun trago saliva, y con sus manos juntas, las apretó con todas sus fuerzas debido a sus nervios. Mina contenia una fuerza invisible, que hacía que las personas temblaran al verla. Algo que le parecía curioso a Chaeyoung, ya que al menos a ella, no le afectaba.

—Yo le dije que se quedara, ya que necesitábamos hablar de algo importante contigo.

—¿De que se trata? —Mina seguía mirando a Dahyun.

—Dahyun quiere ser parte de nuestro planes. Se ofreció a ayudarnos, a cambió de que nosotras confiaramos en ella.

Mina se quedó callada unos segundos. Comenzó a mirar algo molesta a la chica pálida.

—¿Ella sabe de nuestros planes? —Preguntó a Chaeyoung.

—Como todos en la oficina, solo sabe que hay algo entre nosotras. —Chaeyoung se cruzó de brazos.

—Ya veo. —La japonesa comenzó a caminar para dejar sus cosas sobre el escritorio más cercano. Dahyun siguió asustada en su lugar.— Es una pena que en la oficina ya se hayan enterado de nuestra relación. Pero es algo que tenía que pasar. Siempre hay gente entrometida.

Ella esta mal - Michaeng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora