𝐴𝑚𝑜𝑟 𝐿𝑜𝑏𝑢𝑛𝑜 - 𝐽𝑎𝑐𝑜𝑏 𝐵𝑙𝑎𝑐𝑘 𝑥 𝑂𝑐

17

Hoy nos invitaron a una Reunión con los del concejo, donde van a contar todas las historias Quileutes, ya he escuchado las historias pero me gustan mucho, así que voy a ir si o si. Por lo cual todo estamos ayudando a ordenar y preparar todo, mi papá también esta aquí ya que el también es un lobo y los del concejo aceptaron que viniera cuando mi papá quisiera.

Emily y yo estábamos preparando la comida con ayuda de Sue Clearwater, hicimos hamburguesas y hot dogs, ya que todos los que vamos a estar presentes somos buenos para clavar el diente, en todos los aspectos. 

Estoy sentada al lado de Paul y a mi otro lado esta vacío, Jacob aun no llega por lo cual los del concejo no han empezado todavía, Seth esta sentado en el suelo a mis pies, ya que le estoy acariciando el cabello para que su hiperactividad baje un poco, relajándolo. 

-Jake! - dijo Seth levantándose de donde estaba sentado junto a mi - Paul se a devorado toda la comida, pero les guarde unas hamburguesas.

-Gracias hermano - dijo Jacob - Bella, el es Seth Clearwater, el hermano de Leah, el más nuevo de la manada. - Bella saludó a Seth con un apretón de manos. 

-El nuevo. El brillante. EL mejor - dijo Seth presumiendo 

-El más lento - dijo Jacob molestándolo, luego los del concejo decidieron que ya era momento de empezar con las historias.

Jacob se sentó al frente mío del otro lado de la fogata, junto a Bella. Quien saludó con asentimiento de cabeza a Billy y a los demás con un gesto de manos. 

-Los Quileutes siempre han sido pocos. Pero en nuestra sangre siempre ha estado presente la magia. - dijo Billy comenzando a relatar - Éramos grandiosos espíritus guerreros, que se transformaban en poderosos lobos de más de dos metros de altura. Eso nos permitía defendernos de nuestros enemigos y proteger a nuestra tribu cuando más se necesitaba, cuando más nos necesitaban.

"Un día, nuestros guerreros se encontraron con una criatura, parecía un humano pero era duro como una piedra y frio como el hielo, esta criatura solo pensaba en matar en clavar sus colmillos en la garganta de la gente. Los filosos dientes de los guerreros después de mucha lucha finalmente lo desgarraron, pero solo el fuego lo destruyo completamente. Desde entonces Vivian con el temor de que el hombre frio no estuviera solo. Y tenían razón. La pareja del anterior hombre pálido se vengó de la aldea. Nuestro viejo Jefe Taha Aki era el único guerrero espiritual vivo que todavía era capaz de salvar a la tribu luego de que mataran a su hijo. 

La tercera esposa de Taha Aki, sabia que él perdería. La esposa no era un ser mágico solo tenia un poder especial, el valor. El sacrificio de la tercera esposa distrajo a la mujer fría lo suficiente para que Taha Aki  la destruyera. Ella salvó a la tribu. Con el tiempo nuestro enemigos desaparecieron. Pero quedan algunos, los fríos. Nuestra magia despierta cuando ellos están cerca y  sentimos ahora, su amenaza en la sangre. Algo terrible se aproxima y debemos estar listos, todos nosotros. 

O será muy tarde para arrepentirse de no actuar a tiempo. "

-Buena historia ¿No crees, Linda? - me preguntó Paul mirándome luego de que Billy terminara de hablar

-Si, no me canso de escucharla, es buenísima. - comencé a mirar la cara de todos y vi a Seth un poco asustado por la historia, me reí bajito para no molestar a nadie. 

- Tengo hambre, ¿Quieres una hamburguesa? - me preguntó Paul levantándose del lado mío

- Esta bien, pero que este bien cocida, por favor - dije mirándolo con una sonrisa

- Si, lo se. También que no tenga lechuga porque no te gusta - comenzó a caminar y yo lo miré en ese trayecto, cuando mis ojos se topan con los de Jacob quien estaba sentado junto a Bella, abrazándola para que ella no sintiera frio.

Jacob me miró por unos segundos, directamente a los ojos. Pero yo desvié la mirada para continuar viendo a Paul quien ya estaba caminando en mi direccion, por lo cual le sonreí agradecida. 

Pasaron las horas y todos estábamos conversando entre nosotros, no hablé ni con Jacob ni con Bella, ya que no quería sentirme incomoda siendo el mal tercio. Además, Seth y Leah se encargaron de hacerme olvidar la presencia de ambos, haciendo mi tiempo allí mucho más agradable. 

Obviamente Paul tampoco me dejó sola en ningún momento, me abrazó cada vez que el sentía que mi vista chocaba con la de Jacob y me desviaba la mirada llamando mi atención.  Embry de vez en cuando se acercaba con nosotros para que jugáramos a las pilladas cosa que aceptábamos con gusto.

Esa noche más tarde Paul se me acercó para decirme que quería ir a quedarse a mi casa, ya que su padre estaba en la de él y no quería llegar a su casa ya que eso significaría golpes de parte de su padre. 

Así que sin pensarlo lo dejé quedarse conmigo, cuidándolo. 

-Oye Paul - dije mientras abría la tapa de mi cama

-¿Dime? - me respondió él mientras se sentaba en el sillón de la habitación

-¿Tu crees que algún día, - me senté en la cama y lo mire fijamente - Jacob y yo podamos estar juntos? Digo, sin Bella de por medio - dije suspirando

-Si el no está contigo, el se lo pierde - abrió el conjunto de frezadas que le pasé y me miró acercándose a mí - Cassy, eres una persona increíble y te aprecio mucho, eres una persona fuerte y que puede con todo, si Jacob no ve la gran persona que eres no te merece - dijo Paul tomándome de las manos mirándome fijamente.

-Gracias Paul - lo abrace con fuerza - Y¿ Tu, crees que vas a encontrar a tu impronta? - dije con una sonrisa maliciosa en la cara

-No lo creo, la persona que creía que sería mi impronta, al final no lo fue - se rio por lo cual enarqué una ceja mirándolo con acusación - No me mires así, te conté que estaba saliendo con una chica - dijo intentando justificarse 

-Bueno, puede que me hayas dicho que estabas saliendo con una chica pero no me dijiste que pensaste que estabas imprimado - dije cruzándome de brazos 

-¡Esta bien! No te conté eso, perdón 

-¡Ay! Por poco te olvidas de mi, pronto vendrán los secretos y no vendrás a verme más - dije colocando una mano en mi pecho, haciéndome la dolida.

-¿Qué? Eres una exagerada, ¡Solo se me olvido decirte algo y ya! - dijo riéndose de mi dramatismo. 

-Oye, ¡No te rías! - dije tirándole una almohada a la cara, comenzamos una guerra de almohadas entre nosotros, me gustan estos momentos donde Paul se olvida de su infancia y es feliz por unos momentos. 

No dejamos de lanzarnos almohadas hasta que caímos de espaldas al suelo, golpeándonos la cabeza. Nos reímos por lo estúpido que parecemos jugando así, pero somos felices. 

- Gracias por siempre estar conmigo, Paul - dije al sentarme nuevamente en la cama, el se sentó al frente mío y sonrió

- Siempre estaré contigo, Cassy - lo miré por unos segundos en donde mis ojos se aguaron, lo abracé con fuerza escondiendo mi cara en su cuello - No llores, me harás llorar a mi y soy un chico malo que no llora. 

- Si claro - dije riéndome levemente, nos separamos del abrazo y cada uno se fue a dormir.

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