Una vida para recordar

Capítulo 7. Eres un cabrón.

Audrey

Querido diario...

Ha pasado una semana desde la última vez que tuve un encuentro con Caden y del último y primer mensaje de texto que me mandó Josh. El primer día de clase fue algo agitado, tuve una pequeña pelea con una chica que está obsesionada con Caden y luego de eso simplemente Caden se alejó de mí. No por la chica, llamada Sophie, con la que por cierto solo coincidí como tres veces en la semana, sino más bien por el hermano de Caden, Riley. Yo ni siquiera sabía que tenía un hermano, lo cual se me hace bastante extraño, pero bueno, luego de esa mini discusión que tuvieron el otro día, ninguno de los dos me ha vuelto a dirigir la palabra, a Caden no lo he vuelto a ver, aunque Megan dice que es porque ha estado muy ocupado entrenando ya que dentro de unos días el equipo tiene un partido importante, y por otro lado con Riley solo he coincidido pocas veces; sin embargo, solo opta por saludarme con una sonrisa y nada más que eso.

Además, he conversado bastante con Tory, me ha dicho que le está yendo genial con los exámenes y que me extraña bastante, Dios, yo también la extraño muchísimo, ella siempre sabe qué hacer en toda ocasión y yo simplemente soy un desastre. Megan ha sido una excelente compañía también, desde que ocurrió mi encuentro con Sophie ha estado más tiempo conmigo y la verdad es que lo agradezco, es una excelente amiga y me ayuda a olvidarme por momentos de las cosas, Julio también ha sido un excelente amigo, a pesar de que Megan pasa discutiendo con él siempre que existe la ocasión, logran hacer de mis días los mejores.

Pego una fotografía que nos hemos tomado ayer en el receso de medio día, donde nos encontramos comiendo en la cafetería y cierro el diario rápidamente guardándolo en mi bolso. Me encuentro en clase de ecología y escucho como el profesor explica algo sobre los ecosistemas en peligro, tomo algunos apuntes, de lo que me parece más importante e interesante del tema y saco el teléfono para mandarle un mensaje de texto a Tory.

Mi mente me juega una mala pasada y me encuentro a mí misma aprovechando la distracción para buscar el perfil de Instagram de Caden, tentada a buscar alguna respuesta que me haga entender su extraño comportamiento de los últimos días. Reviso sus publicaciones y todas son de hace meses e incluso años, fotos en la playa, esquiando, jugando futbol, en fiestas con sus amigos, pero hay una foto de hace unos dos años que logra llamar mi atención. En la foto se aprecia donde Caden está con los brazos cruzados y la espalda puesta sobre un auto gris, muy bonito, pero eso no es lo que me impresiona, sino que al lado se encuentra Riley, ambos con exactamente la misma pose y sonriendo a la cámara.

Es la única fotografía que tiene con su hermano y ya lleva bastante tiempo. En vez de responder mis propias dudas sobre el asunto, más bien me genera más. La semana pasada el ambiente entre ellos fue tan tenso que yo mejor simplemente opté por irme y dejarlos solos para lavarme el cabello en el baño e ir a clases, luego de eso no sé qué más pasó y desde entonces ninguno de los dos ha vuelto a asomar la cabeza.

—Señorita Green, si mi clase le parece poco interesante puede salir por la puerta—. me dice el profesor en tono severo y yo siento mis mejillas arder. Guardo el teléfono en el bolsillo del pantalón y continúo prestando atención a la clase, o al menos lo intento.

Suena el timbre que informa el fin de esta lección y agarro el bolso rápidamente para irme hacia la cafetería, ahí ya veo donde se encuentran Megan y Julio, discutiendo, como siempre.

—Que no me molestes, ¿acaso no entiendes que no te quiero cerca?—. le dice Megan a Julio.

—Pues te acostumbras porque yo también soy amigo de Audrey—. le responde este mientras se sube las gafas y la observa con notoria molestia.

Julio podrá disimularlo lo más que quiera, pero yo sé bien que Megan le gusta, a pesar de que ella lo trate de la patada, lo cual sinceramente, me da un poco de lástima.