Capítulo 22. Una cita de cuatro.

37 16 0
                                    

Audrey

—¿Entonces? ¿saldrás con Caden? ¿tan rápido lo perdonaste?—. pregunta Megan desde su cama. —No lo puedo creer chica, ni siquiera yo lo perdoné tan rápido.

—Es que técnicamente no tengo nada que perdonarle Meg, Caden y yo no somos nada más que amigos—. le respondo mientras intento fingir estar tranquila, la verdad es que ya ni siquiera sé que somos.

—Claro, ¿no me dijiste que casi te absorbe hasta el alma con el beso que se dieron?—. pregunta nuevamente con una de sus cejas arqueadas mientras posiciona todo su peso sobre su brazo que flexionado sobre la cama.

Maldita sea la hora en la que se lo conté.

La miro con odio, me da mucha vergüenza que se exprese así y mucho más si es con respecto a mi vida amistosa/amorosa, suficiente tengo con que Caden me lance comentarios sexuales que me ponen los pelos de punta. Y ahora viene Megan a restregarme en la cara el beso que me di con su ex novio.

Aunque si lo digo así, la verdad es que se oye bastante mal.

—Solo fue un pequeño accidente—. comento intentando cortar la conversación, aunque sé bien que Meg ya superó todo lo relacionado con Caden eso no me hace sentir mejor al respecto, de igual manera sigue siendo un poco incómodo compartir habitación con la chica que estuvo antes de mí, o bueno, antes, antes, antes de mí.

—Accidente es que te caigas por unas escaleras o que te atropelle un carro, no un beso de Caden—. me mira burlona. —Yo siendo tú aprovecharía, nunca antes lo vi tan mansito.

—Ya cállate—. le respondo riendo mientras cierro mi diario, necesitaba anotar todo lo que ha sucedido recientemente. —No es para tanto.

—Ya te lo digo yo, que tienes ante ti la mejor versión de Caden Fernsby y ni siquiera te das cuenta, me dan ganas de golpearte.

—No digo que no sienta nada por él Meg ni que no lo valore, pero todo esto me tiene muy confundida, una parte de mí me dice que no estoy lista para soltar ciertas cosas, y enamorarme de Caden implica soltarlo todo para atarme a algo nuevo.

Me da miedo aferrarme a algo nuevo, a algo desconocido, a algo que no sé que impacto pueda generar en mi vida. Pero eso es un comentario que prefiero ahorrarme y no expresarlo ante mi amiga.

Además, es cierto, ahora mismo me encuentro sintiendo un millón de cosas por el pelinegro, pero también siento la nostalgia y el alivio que da una zona de confort como lo es Josh, o la tristeza que da dejar tu lugar de origen para tener una nueva vida. Aunque debo admitir, que más de la mitad de mi cuerpo y alma se quieren lanzar en picada a los brazos de Caden Fernsby.

El móvil suena sobre mi cama interrumpiendo mis pensamientos y agradezco internamente la interrupción, estaba a punto de echarme a llorar en el baño por todas las emociones acumuladas que siento.

Ya estoy afuera bonita, te espero.

Es un mensaje de Caden.

Me levanto de la cama rápidamente para terminar de alistar algunos detalles de mi ropa sin prestar atención a los reclamos que hace la pelirroja, ya estoy demasiado nerviosa y que Megan diga que Caden cada vez que me ve me folla con la mirada solo logra que mi estómago empiece a sufrir las consecuencias del estrés que me genera la situación.

Tomo el bolso que cuelga de una de las torres de mi cama y me despido de Megan lo suficientemente rápido como para que no le dé tiempo de meterme un condón en el bolso.

Dios.

Jamás pensé que un solo beso fuera a ocasionar tanto alboroto.

Bajo rápidamente las gradas de la residencia y me encuentro a Caden con su espalda sobre el muro que se encuentra al final de las gradas. Se ve guapísimo, lleva puesto una camisa negra de manga corta y un pantalón sencillo del mismo color, ¿cómo hace para verse tan bien con cualquier cosa que se ponga?

Una vida para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora