Capítulo 7

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Hoy después de tanto tiempo, Becky tenia la oportunidad de empezar de nuevo, tenia la oportunidad de seguir adelante. Hoy comenzaba su nuevo empleo, hoy ella trataría de dar vuelta la pagina, es lo que su hija hubiera querido y eso es de lo que trataba de convencerse, aunque a veces su propia cabeza le jugaba en contra, queriendo hundirla nuevamente en ese pozo. Pero era una mujer fuerte, ella iba a darlo todo por poder seguir adelante y poder aprovechar al máximo la nueva oportunidad que le estaba dando la vida y su nueva jefa Sarocha.

Se levantó temprano y se dirigió a la cocina a prepararse un rápido desayuno. Optó por desayunar unas simples tostadas y un MilkTea, esta era la bebida favorita de su hija, la cual se convirtió en su favorita también, su sabor le hacia recordar a su hija, dulce muy dulce como lo era su hija.

Luego fue a darse un baño y decidió vestirse un poco mas acorde a la situación. Si iba a ser guardaespaldas, debería verse como una ¿no?, si bien la señora Sarocha no habló de la vestimenta que esta debía usar, ni le brindo algún uniforme como habían los otros jefes temporales que había tenido, pero igualmente no le pareció correcto llegar muy informal a su primer día, luego consultaría el tema del vestuario.

Becky se colocó unos pantalones negros de vestir y una camisa negra algo suelta a la cual la arremangó. En los pies se colocó unas zapatillas blancas, las cuales le daban el toque de casual. Quería causar buena impresión pero sin llamar la atención.

Armó un pequeño bolso, con algunas mudas de ropa para la semana, no era que tuviera mucha ropa en su closet tampoco pero tenia lo justo y necesario. También se aseguró de agarrar algunas cosas higiene personal. 

Se aseguró de dejar todo ordenado en su casa y procedió a salir para detener un taxi y dirigirse a la residencia Chankimha.

La señorita Sarocha justo estaba informándole a Seng sobre Rebecca, su nueva guardaespaldas, y estableciendo algunas nuevas ordenes para tener todo bajo control. Se encontraban en el portón cuando llegó Rebecca en el taxi, esta bajó junto con su maleta y justo cuando iba a abrir su bolso para pagarle al taxista, una mano se poso sobre su bolso impidiendo abrirlo. 

Al principio se sobresaltó pensando que la querían robar. 

Pero justo en ese momento alzó la vista encontrados con aquellos ojos miel que había visto en el día anterior, esos ojos que la habían dejado sin aliento, pero ella ya se había mentalizado a si misma que iba a mantener las formas y las distancias con su jefa. Pero no había terminado de reaccionar cuando la señora Sarocha ya estaba pagando el taxi por ella. 

Luego de haber pagado y que el taxista arrancara, Sarocha cortó el silencio.

- Buenos días Rebecca

- Buenos días señora Chakimha - dijo formalmente la castaña - no era necesario que pagara el taxi.

- Era lo mínimo que podía hacer. No debí asumir que tendrías en que venir, debería haber mandado a mi chofer a que pase por ti.

Rebecca solo asintió.

La morocha notó que la castaña era algo seria y distante, todo lo contrario a lo que demostraba su cara, que parecía la de un ángel, pero no omitió comentario al respecto. Además mucho mejor para ella, le convenia de sobremanera. No quería entrometidos en su vida, ya tenia bastante con tener a alguien pegada a su espalda todo el día, lo mínimo que quería era profesionalismo, y con esta chica parecía que lo iba a tener. 

- Bueno, vamos a adentro, así te presento a mi jefe de seguridad y te muestro la casa para que te acomodes.- informó la morocha - Ah y los papeles del contrato los firmaremos luego de tu periodo de prueba.

Nuevamente la castaña solo asintió, sin emitir ningún comentario.

Esto le intrigaba bastante a Sarocha, sabia que era una ex militar, por ende su comportamiento sería ejemplar, pero habían muchas cosas que le generaban curiosidad sobre esta chica, y eso que solo la había visto dos veces en su vida.

MI SALVACIÓN (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora