23 de octubre 2021
Becky pov:
Hoy se cumple un año desde que la perdí, un año desde que ella ya no está conmigo, un año que atendí esa llamada que me destrozó el alma y esa fecha marcó mi vida para siempre.
Ella lo fue todo para mi, mi pequeña, mi luchadora, mi guerrera, y... aun lo sigue siendo.
Cuando nació fue la que me hizo querer seguir adelante, a pesar de mi corta edad, de 16 años en ese entonces, luego de haber vivido una de las situaciones mas traumáticas e hirientes que una chica puede vivir por culpa de un bastardo
Apenas nació y vi esos ojitos, esos cachecitos, sus manitos y ese llanto que inundaba toda la habitación, lo supe, supe que jamás podría separarme de ella, iba a luchar por ella, por sacarnos adelante, aunque nuestra situación económica no fuera la mejor, haría hasta lo imposible por ella, por mi pequeña Mon.
Mis padres por suerte me apoyaron en la decisión y me ayudaron con su crianza. A pesar que nuestra economía no era la mejor, pudimos salir adelante con sus pequeños sueldos de obreros, ya que se negaban rotundamente a que abandone el instituto para conseguir un trabajo.
Mi vecino Non, quien era mi mejor amigo, tenia unos años mas que yo. El siempre me ayudó en lo que podía en la crianza de Mon, también fue el que me ayudo a superar el trauma de la violación.
Con el aprendí lo básico de la defensa personal, luego de lo ocurrido necesitaba sentirme mas segura y esa fue la mejor forma que encontré. A decir verdad aprendí muy rápido y mis movimientos eran buenos. El tambien era excelente en la disciplina ya que era un soldado, formaba parte del ejercito desde hace unos años.
Cuando cumplí mis 18 años y mi hija ya tenia 1 año, me di cuenta que no podíamos seguir viviendo de los pequeños sueldos de mis padres, entonces tome la decisión de anotarme en el ejercito. Sabia que era arriesgado, duro y que me quitaría mucho tiempo de calidad con mi hija. Pero era un sacrificio que tenia que realizar si quería devolverle a mis padres todo lo que hicieron por nosotras y a la vez poder darle lo mejor a mi pequeña.
A mi padre no les gustó para nada la decisión, a mi madre mucho menos. Pero ambos sabían que no podíamos seguir así y conseguir un trabajo siendo mujer y sin estudios terciarios era muy difícil. Así que solo me quedaba como opción disponible el ejercito, a pesar de ser arriesgado, el pago era bueno y lo necesitábamos.
Non me ayudó con los tramites, la adaptación y el entrenamiento entre otras cosas. Los primeros meses fueron muy duros, y no necesariamente por el entrenamiento, que sí, sin duda era muy duro, pero nada se comparaba al dolor de estar lejos de mi hija, a veces por varios días y a veces por semanas.
Ella solo tenia un año cuando entre al ejercito, se quedaba con mis padres, ellos la trataban como la princesa que era cuando yo no estaba
Luego de todo el duro entrenamiento, resulté ser de las mejores soldados del batallón, era ágil, fuerte, me defendía muy bien en el tema armamento, pero sobre todo me destacaba en combate cuerpo a cuerpo.
Al principio viajaba mucho al exterior a países en conflictos, y como era novata no podía negar ninguna orden o pedir un cambio.
Mientras pasaban los años fui ascendiendo de rango, incluso superando a Non. Trataba de ser la mejor en todo, le ponía muchísimas ganas, ya que cuanto mas rango tenia menos tenia que viajar o cuando lo hacia duraban menos tiempo y a su vez mas dinero ganaba para poder consentir un poco a Mon.
Mi relacion con Mon era excelente, a pesar de que las despedidas eran duras, los reencuentros eran los mejores y mas cuando luego de largos viajes a países en conflicto, me daban 2-3 meses libres. A su corta edad era muy inteligente y se daba cuenta de muchas cosas, yo le traté de explicar que si me seguía esforzando no tendría que viajar mas y me podría quedar a su lado, eso siempre y cuando obtuviera un buen rango.
Y yo tenia esperanzas de que eso sucediera, ya casi no viajaba, estábamos estable económicamente y gracias a mi rango, ya podía declinar y ceder a compañeros algunas ofertas de trabajos en el exterior quería aprovechar de la infancia de mi hija, quería que creciéramos juntas, estar a su lado siempre.
Pero a veces la vida es mas cruel de lo que pensamos. Cuando piensas que ya haz sufrido lo suficiente, eso no es ni la mitad de lo dolorosa que puede ser la vida.
Mon tenia 5 años cuando le diagnosticaran Leucemia, un tipo de cáncer en la sangre. Cuando me dieron el diagnostico se me derrumbó el mundo, una niña de tan corta edad teniendo que pasar por esos tratamientos tan invasivos, mi corazón dolía como nunca lo había hecho antes.
Pero decidí no derrumbarme, necesitaba ser fuerte por ella, por mi Mon. Ella era una niña muy fuerte, una luchadora en todos los sentidos, así que yo tendría que serlo también por ella.
Yo ya no era la niña asustada de 16 años de la que abusaron. Ahora yo iba a luchar, iba a dar todo por y para ella. En ese momento también supe que ya no podría declinar mas los viajes. A pesar de no querer alejarme ni un minuto de su vida, necesitaba hacerlo, los tratamientos eran costosos y si quería que se recuperara debía hacerlo, aunque me doliera la distancia y mas en su situación, necesitábamos el dinero.
Inició su tratamiento en una de las clínicas mas importantes del país, por ende de las mas costosas, pero como dije, yo le iba a dar lo mejor para que se recuperara. La clínica se llamaba FSC, era de las mas prestigiadas y efectivas, a pesar de los pocos años que tenia en funcionamiento.
Tres años habían pasado desde que inició el tratamiento, tratando de darle la mejor calidad de vida posible para una niña de tan solo 8 años. Ella era una niña feliz, gracias a la prestigiada clínica que contaba con sala de recreación, profesores, juegos, además de muchos niños en la misma situación que Mon, sus días allí fueron ... bueno, fueron lo mejor que se puede estar estando en una clínica tratando una enfermedad.
Pero gracias a todos los lujos de la clínica puedo decir que no fue infeliz, y sobre todo porque era la consentida de la dueña del lugar, una tal Freen, yo jamás la he visto, pero Mon me hablaba mucho de ella.
Hoy 23 de octubre, pero hace un año, mientras yo estaba en Siria recibí una llamada de mi madre, dándome la peor noticia de mi vida, una noticia que rompió mi corazón en mil pedazos y me cambio drásticamente.
Mi pequeña había tenido una recaída, la cual no pudo superar, los médicos hicieron todo lo posible, pero ella no lo logró.
Y yo? Yo estaba al otro lado del mundo, arriesgando mi vida tratando se salvar personas desconocidas, pero a la persona que mas amé en este mundo, no, a ella no pude salvarla.
Decidí abandonar el ejercito inmediatamente, yo no me podía perdonar a mi misma por haberla dejado sola.
Fue un año muy duro para mi, caí en depresión, no salía de mi casa, mi higiene no era buena, apenas comía, y lo poco que lo hacia era gracias a mis padres que jamás me dejaron sola, a pesar de que vivía en otra casa, a diario me visitaban y me hacían de comer, porque...
...si hubiese sido por mi, me hubiese rendido en ese mismo momento.
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MI SALVACIÓN (EN PAUSA)
FanficRebecca Patricia Armstrong de 27 años, ex miembro del ejercito, retirada a causa de la muerte de su hija Mon. Freen Sarocha Chankimha de 30 años, doctora especialista en oncología y hematologa. Tiene una hija llamada Sam de 8 años. Cuando crees qu...