Freen comenzó a notar el cambio repentino y el estado en el que se encontraba Rebecca al estacionar el vehículo. Sus manos temblaban y su respiración estaba alterada. La morocha no entendía lo que estaba sucediendo y menos el por que estaba así.
- Oye Rebecca ¿Qué pasa? - preguntó preocupada - Rebecca, por favor, me estas asustando
Freen no sabia como actuar, no conocía los antecedentes de la las castaña como para poder tener un indicio o descifrar lo que sucedía.
Rebecca no contestaba y seguía un poco ida, en el comienzo de un claro ataque de pánico. Sarocha era medica en un principio, por ende sabia como actuar ante uno.
La morocha tomó la cara de Rebecca entre sus manos, la hizo voltear para que la mirara a los ojos, y le hablaba tranquilizándola y diciéndole que respirara con ella. Luego de un par de inhalaciones y exhalaciones, la frecuencia respiratoria de la castaña se normalizó, dejó de temblar y sus nervios disminuyeron.
El efecto que tenia la morocha sobre la castaña era increíble, sin que lo supiera, con solo mirarla a los ojos todo al rededor dejaba de importar, eran solo ellas dos y todas las preocupaciones se iban, así como su ataque de ansiedad. Sin percatarse que un alma pura las unía, un alma pura que las habia enviado para protegerse la una a la otra.
- ¿Estas bien? - preguntó la morocha - ¿quieres que regresemos? o puedo llamar a mi seguridad para escoltarnos, si no estas bien.
Rebecca reaccionó, ella no podía permitirse flaquear, ella necesitaba seguir adelante, ella necesitaba este empleo, y con estas actitudes flojas no podría lograr nada.
- No, no, lo siento, ya estoy bien, discúlpeme.- dijo algo avergonzada - Yo estoy para cuidarla, no puedo dejar que las emociones me ganen. - aseguró algo mas seria y con un tono de frialdad otra vez, un tono que habia desaparecido al interactuar con la morocha, pero si quería seguir siendo fuerte, ella sentía que debía colocar esa barrera. No podía ser vulnerable nunca mas, se repetía la castaña.
- ¿Quiere hablar de eso?
- No - dijo firmemente - Espere aquí mientras me aseguro que este todo en orden.
Rebecca bajó del auto observando a su alrededor y asegurando el lugar. Luego procedió a rodear el vehículo y abrir la puerta del copiloto para dejar bajar a la mayor, para luego cerrar la puerta nuevamente y colocar alarma al vehículo.
Sarocha se dirigió hacia la clínica, seguida de cerca por Rebecca, esta ultima apenas puso un pie dentro de la clínica se tensó completamente, acto que no pasó desapercibida por la morocha. Así que antes de adentrarse mas en ese sitio, esta se dirigió a la castaña.
- Espérame aquí, ¿si? - no iba a obligarla entrar allí si era notorio su dolor en la mirada.
- ¿Está segura de esto señora?
- Si, tranquila, aquí es seguro, puedes ir a la cafetería en lo que tardo.
Rebecca solo asintió y Sarocha se dirigió al elevador para llegar su oficina, la que se encontraba en el piso mas alto.
La castaña entró en la cafetería, siendo recibida por Mind, la encargada de la misma.
- Oh, Rebecca, me alegra tanto verte - expresó Mind, mientras le daba un cálido abrazo.
- Lo mismo digo Mind - dijo la castaña con una pequeña sonrisa apretada.
Si bien no se sentía cómoda estando aquí nuevamente, se alegraba de volver a ver a la encargada de la cafetería, la menor habia pasado mucho tiempo allí, logrando una muy buena relacion con Mind.
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MI SALVACIÓN (EN PAUSA)
ФанфикRebecca Patricia Armstrong de 27 años, ex miembro del ejercito, retirada a causa de la muerte de su hija Mon. Freen Sarocha Chankimha de 30 años, doctora especialista en oncología y hematologa. Tiene una hija llamada Sam de 8 años. Cuando crees qu...