En Línea...||Akito Yamada||

Cap 14.

– ¿era verdad?... —preguntó Akane, mirando como Akito pagaba un pudin en la tienda.

– si. —respondió el.

– ¿en serio?... —esta fui yo, mirando con incredulidad el pequeño pudin.

– si. —respondió de nuevo.

Cuando bajamos del tren, fuimos a una tienda.

Akane había comprado un par de cosas, y yo unas frituras y soda, pero Akito solo compró un pudin...

Pagamos todas nuestras cosas y salimos, mientras caminábamos Akane iba hablando con el, pero Akito solo daba respuestas cortas...

– ¿vives solo Yamada?. —pregunta mi hermana.

– si. —responde el.

– ¿no cocinas mucho, cierto?.

– nunca.

– hee...¿y que comes todos los días?.

– lo que sea que haya en el minimercado.

– hee...

Su conversación era interesante al parecer...pero yo solo me fijaba en el camino, iba delante de ellos, quería llegar rápido a casa y ya...

E intentaba no escucharlos pero era imposible, mucho más imposible luego del pequeño grito que dio Akane.

– ¡Yamada!, dime ¿tienes tiempo?. —al escuchar a Akane, di vuelta para mirarlos.

– *¿por que pregunta eso?...* —sin entender miré hacia ellos.

– si, supongo... —dijo Akito en respuesta.

– espérame aquí 15 minutos. —eso que pidió me sorprendió un poco, y me confundió también— ¡no!, ¡10 minutos!, ¡vuelvo en un momento!.

Y Akane nos dejó allí como sin nada.

Hasta creo que no me ubicó siquiera en todo el camino, se la pasó hablando con Akito todo el tiempo y no me habló a mi...

– ...¿siquiera sabe que aún estaba aquí?... —me pregunté esto con molestia, me enfadaba un poco el hecho de que me ignoraba absolutamente.

Pronto me di cuenta de mi alrededor.

Me había quedado completamente sola con Akito...y ahora mismo no quería eso, no sabía como sobrellevar estar a solas con el ahora.

– em...yo...quizás deba adelantarme... —dije, nerviosa.

– ...Kinoshita-san... —el me llamó...solo que de una manera diferente.

Oír que nuevamente me llamó como lo hacía antes...hizo que me sintiera un poco triste, pero intenté no demostrarlo...

Solo lo miré...

– ¿si...? 

– bueno... —el desvió la mirada hacia el suelo.

– *...está incómodo...solo desvía la mirada si esta incomodo...* —un tanto nerviosa pensé en eso.

– yo...tu... —parecía no encontrar palabras, solo suspiró— ...¿estas molesta conmigo?...

Aquella pregunta me sorprendió, mucho más el tono con la que lo preguntó.

Sonaba preocupado y la mirada que me daba lo hacía ver claramente...

No supe que responder por un momento...