19. cerca de la verdad.

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Vegeta

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Vegeta.

— ¿estás bien ?— me preguntaba Bulma.

—Si...no... — corrí a vomitar, sentí tanto asco por lo que ví.
Mi padre , mi ejemplo de hombre intachable y recto, matando a golpes a un hombre.

— Vegeta me estás asustando. Estás frío , por favor dime qué pasó. ¿Que había en ese mensaje que te puso así?— Bulma me dirigió lentamente hacia una silla y procedió a tomarme la temperatura con sus manos.

—No, no fué el mensaje, fué algo que comí, en serio ya estoy mejor, me tengo que ir , le prometí a mi madre regresar— estaba por ponerme de pie pero ella me detuvo.

—Espera te tomaré la presión, no puedes irte asi— Bulma se dió la vuelta para buscar un botiquín y yo la esperé sentado. Me sentía un poco mareado por la situación.

Después de un rato , Bulma me pasó un medicamento y logré controlarme.

—Lamento no poder quedarme , tengo que volver nena , solo vine por Tarble que está solo en la casa. Te hablo mañana si—

— está bien ve con cuidado —La besé y la abracé fuertemente. Quería que toda esta situación terminara pronto. Anhelaba estar con ellos , protegerlos , formar una familia y darles un lugar de respeto ante la sociedad para que no estuvieran pasando por estás humillaciones.

— te amo mi amor — le dije sin soltarla.

— yo también te amo Vegeta. Tanto que duele —

— no nena, no te pongas así. Te juro que arreglaré toda esta situación. Te lo prometo. — nos quedamos un momento más así fundidos en un abrazo, hasta que tuve que despedirme nuevamente e irme de ahí.

Llegué al penthouse y recogí a mi hermano, quien se estaba quedando solo en el departamento unos días pues Maroon solicitó permiso para irse a su pueblo y no la culpo ella era una víctima más de mis malas decisiones.
Empacó sus cosas para dos días pues nos quedaríamos en casa de nuestro padre.

Cuando llegamos a casa de mi padre, ya dormía mi madre en un sofá en la habitación matrimonial.
Mi padre estaba durmiendo tranquilo en lo que cabe.
Desperté a mi madre para que se fuera al cuarto de huéspedes y yo haría guardia por ella, había que vigilar que no le diera temperatura a mi padre y cambiar sus vendas cada ciertas horas para curarlo.

Lo observé en silencio y las imágenes de él golpeando sádicamente venían a mi mente una y otra vez.
Toqué mis sienes está noche sería muy larga.

En algún lugar de cd. Satan

 Satan

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"Redencion"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora