Capítulo 3

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Narra _______

Faltaban 40 min para las 8. Habia terminado todo lo que Miguel me encargó. Hize un trabajo perfecto y estaba lista para mostrárselo en su cara.

Antes de irme ordené y limpié un poco el lugar. No quería que Miguel me regañara de nuevo por dejar el lugar "desordenado"  pero odiaba que me vea la cara de sirvienta.

Agarré los informes y mientras iva de camino en busca Miguel, me puse a revisar que todo este en orden, sin embargo choqué con algo firme y suave a la vez.

-auch!! Disculpa, andaba distraida... - me encontré con el formidable pecho de Miguel.

El sólo se limitó a alzar una ceja.

- Aun no termina tu hora de trabajo, ¿Porqué estás aqui? - se cruzó de brazos dejando su peso en una sola pierna levantando una de sus caderas.

Dios, este hombre me pone nerviosa, cuando llegué aquí, mis sentidos arácnidos siempre se ponían alerta cerca de él, alto, guapo, con esos hombros anchos, esos brazos fuertes, esa espalda y ese...

-¡_______! Te hize una pregunta - dice con un tono molesto, sacándome de mis pensamientos. Me alegro que no tenga la habilidad de leer la mente.

- Terminé con lo que me pediste - le paso los informes - lo terminé tal y como lo pediste, y lo traje incluso antes.

Estaba orgullosa de mi, pero me pregunto si Miguel será capaz de decir algo bueno esta vez.

- Lo hiciste bien... - dijo aun mirando los informes, ¿sólo eso iva a decir?

- ¿Sólo eso me dirás?... - lo pensé pero lo dije en voz alta, mierda.

- Y que esperas que haga, ¿que te de un premio? Es tu trabajo.

Claro que no, pero era mucho pedir un: gracias lo entregaste con tres horas de anticipación aunque en realidad era para el lunes.

Sentía mucha frustración, esto ya era personal, este hombre tenia algo en mi contra. Todas las emociones que contuve tanto tiempo empezaban a salir de a poco, todo el estrés cargado, todas las veces que me sentí inútil e insuficiente estaban apunto de sobrepasar mis límites.

-¿Es que ser héroe te impide ser agradecido y amable?

- ¡Controla tu vocabulario, recuerda que soy tu superior y no voy a tolerar mas tu actitud rebelde! - estaba enojado, pero mas enojada estaba yo.

- ¿Y que si no quiero controlar mi boca? - mis ojos estaban posados sobre los de él. Tenia miedo pero el miedo no estaba tomando el control mi cuerpo en este momento. Tenía muchas emociones acumuladas y estaba decidida a desquitarme con Miguel.

- No me retes _______, no te gustará lo que soy capaz de hacer. Asique cállate - su expresión estaba mas molesta. Es mas, la ira estaba retratada en su rostro.

Crucé mis brazos y le sostuve la mirada. No iba a dejarme intimidar.

- Porfavor, ¿me clavaras tus garritas o tus colmillos de gatito? No te tengo miedo. Y estoy cansada, asique con permiso Miguel, me ire a dormir.

Me di la vuelta y le di la espalda, estaba apunto de caminar pero sentí como me jalaba del brazo bruscamente.

- Ey!! ¿Qué carajo?

Miguel me jaló de la muñeca hasta un depósito de limpieza. Sin mas, me estampó contra la pared haciendo que mi espalda choque con esta. Miguel estaba delante mio con cada brazo apoyado a mis costados.

- ¿Qué crees que estás haciendo?

El levantó la mirada hacia mi, no podía descifrar por completo su mirada, habia enojo y rabia, pero otro tipo de emociones tambien. Simplemente su mirada sobre mi era suficiente para hacerme temblar las piernas.

- Te advertí que controlaras esa jodida boca- dijo apretando sus dientes.

-¿Y qué si no lo hago? - sabía que solo estaba metiendo leña al fuego, no obstante no quería perder la discusión y mi orgullo estaba primero.

Miguel me miró fijamente, frunció el seño y acercó su rostro al mio. Levantó mi barbilla mientras apoyaba un poco de su peso sobre mi.

- Te lo advertí.

Fue lo último que dijo antes de sentir su lengua recorriendo el interior de mis mejillas.

¡¡Miguel me está besando!!

El beso estaba lleno de intensidad y cargado de muchas emociones. El también se estaba desquitando.

Me resistí un poco, intentando alejarlo con mis manos pero fué inútil. Me dejé llevar poco a poco.

El sabor de sus labios, su lengua y su saliva mezclándose con la mía. ¿cuántas veces he soñado con esto? Muchas, pero la realidad superaba con creces mis sueños.

Nuestras lenguas se enredaron y empezaron una danza sensual, disfrutando la textura del otro. Sentí sus manos tocar mis caderas y apretarlas con fuerza para luego deslizar sus manos hasta mi trasero, los apretó con fuera y yo dejé salir un suave gemido de mis labios.

-Te encanta hacerme enojar, ¿cierto?-Dijo mordiendo mi labio inferior para luego separarse.-Es momento de que te de una buena lección.

Su voz sonó ronca y llena de autoridad, no tengo la fuera para resistirme.

Sus manos dejaron de amasar mi trasero y las subió por mi espalda. Acarició mi cintura y se detuvo un momento para apretar mis modestos pechos.

Mordí mi labio inferior para no hacer ruido. Miguel dejó de masajes mis pechos y en sólo un segundo escuché el sonido de la tela rajarse.

-¿M-Miguel?-Pregunté con la voz casi inaudible al ver su mirada feroz sobre mi torso descubierto. Esto no es un sueño, esto realmente está pasando.

Continuará....

𝕊𝕚𝕟 𝕚𝕕𝕖𝕟𝕥𝕚𝕕𝕒𝕕[MiguelxLectora] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora