CAPÍTULO 4

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En el backstage de Hello Idol, Jimin se encuentra sentado de piernas cruzadas con una copa de vino en una mano, deslizando su dedo en la pantalla de su celular para ver los comentarios que han dejado de él en internet. Apretando los dientes y guardando su celular, se pone de pie para comenzar a caminar alrededor del camerino en un intento de calmar sus nervios.

Un par de chicas se acercan a él para acomodar el cuello de su camisa y retocar su maquillaje, lo cual lo deja con una sensación de asfixia cuando comienzan a invadir su espacio personal. Exasperado, Jimin las aleja y les pide un momento, su petición siendo ignorada por el operador de sonido que acomoda el micrófono a un lado de su pecho.

—Necesito aire —dice Jimin al separarse de todos. Moviendo sus manos con angustia, observa a todos con cierta ansiedad y bebe lo que le resta de su vino —. Por favor, déjenme solo un momento. Estoy listo, ¿no? Entonces déjenme.

Por fortuna, todos buscan la aprobación del manager de Yoongi y, cuando él la da, lo dejan finalmente solo. A solas con Taehyung, Jimin deja la copa y se derrumba en un sillón cómodo para esconder su rostro entre sus manos.

El movimiento ansioso de su pierna lo delata al igual que su respiración agitada. Sabe que dijo que harían esta cosa del programa, pero está comenzando a arrepentirse. Ha estado desde la tarde en ese lugar memorizando la forma en que debe entrar y presentarse, escuchando el parloteo insufrible de Suran diciéndole cómo debe comportarse y cómo debe evadir preguntas incómodas. En este punto tendrá un colapso si no le dan un minuto para pensar.

Pensar en lo que podría salir mal en un programa en vivo. Pensar en que, si se cae, esa grabación lo perseguirá por el resto de su vida. Fingir tener seguridad es diferente a tenerla en realidad.

—Dime, ¿qué probabilidad hay de que arruine esto?

—Un cincuenta y tres por ciento —responde Taehyung, cruzándose de brazos y mirándolo con seriedad cuando Jimin se descubre el rostro.

—Quiero ver a Yoongi. Necesito verlo ahora —casi está suplicando. Está claro que está por tener un colapso—. Yo no puedo. Sé que dije que haría esta cosa, lo sé. Pero no puedo. Dile que no puedo. Cancela esto. No pienso salir.

Del mismo modo en que Taehyung siempre se ha comportado con él, ahora parece incluso mucho más frío y reservado. Lo observa con desprecio, uno al que Jimin está familiarizado. Y, por una razón que Jimin no comprende, eso hace que se sienta obligado a colocarse a la defensiva.

—¿Qué mierda pasa contigo? ¿No me escuchaste?

—Claro que te escuché. Pero no trabajo para ti, trabajo para Yoongi y no voy a dejar que un omega que solamente se interesa por sí mismo llegue a arruinar todo por lo que ha trabajado. Su reputación está en juego por tú culpa. Será mejor que recuerdes eso cuando el programa comience —responde Taehyung con hastío, en un tono que deja muy en claro que no le agrada.

Antes de que Jimin pueda decir algo, la puerta se abre para anunciar que ya debe acompañarlos. Levantándose algo aturdido, Jimin le dirige un último vistazo a Taehyung antes de salir. A pesar del movimiento y el ajetreo que hay detrás de cámaras, Jimin se mueve en modo automático cuando Suran se plantea a un lado suyo diciendo cosas que ni siquiera puede escuchar.

Observando el escenario montado y al presentador listo para presentarlos en el show y al público, Jimin se vuelve confundido cuando Suran lo toma del antebrazo.

—¿Escuchaste lo que dije? —ella dice con preocupación, permitiendo que un miembro de producción tome la barbilla de Jimin para inspeccionarlo de cerca. Angustiado, Jimin aleja a la chica y retrocede—. Les di instrucciones de que te quitaran ese mechón blanco de tu cabello. Se los dije.

La Propuesta - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora